Será difícil superar el nivel de espectáculo exhibido en las Finales de Conferencia 2021-22 de la NFL. Pero si algo nos ha enseñado esta competición es que, cuando crees que ya lo has visto todo, de pronto te sorprende con un giro de tuerca aún mejor. Por lo tanto, hagamos lo posible por recuperar nuestros corazones a su posición y ritmo habitual, y preparémonos para otro fin de semana excitante, que será el preludio de una emocionante Super Bowl LVI. Cualquiera de los cuatro posibles enfrentamientos posee connotaciones que lo convertirán en único. ¿Cuál sería tu preferido? super bowls super bowls super bowls super bowls super bowls super bowls
Cincinnati Bengals – San Francisco 49ers
Imposible olvidar, sobre todo para los seguidores bengalíes, las Super Bowls XVI y XXIII, sus únicas presencias en el súper domingo, en las que en ambas ocasiones cayeron ante los californianos. Para los mineros, rememorar aquella década maravillosa de los 80’s en los que, de la mano de Joe Montana, consiguieron 4 anillos de campeones. Ansias de revancha por un lado, esperanza de recuperar su domino por el otro. Miradas al pasado, pero también al futuro.
En lo deportivo, repetición del partido de la jornada 14 donde los de la bahía se impusieron en la jungla bengalí por 26-23, en un ajustado enfrentamiento que debió dirimirse en la prórroga. Pese a la ventaja de 20-6 para los visitantes, los locales se rehicieron en el último cuarto, anotando dos touchdowns que llevaron al encuentro al tiempo extra. Allí, la falta de ambición del entrenador atigrado al conformarse con un field-goal, fue penalizada con un touchdown de Aiyuk que dio el triunfo al conjunto minero.
El duelo nos dejó dos conclusiones que se podrían extrapolar a una hipotética super bowl entre ambas escuadras. Por un lado, la reticencia a rendirse de la insolente pandilla de Joe Burrow. Por otro, la dureza, física y mental, de los muchachos de Garoppolo para rehacerse en un ambiente claramente hostil. Ambas cualidades se me antojan fundamentales para terminar levantando el plateado trofeo Lombardi. Nadie contaba con ellos en las quinielas de comienzos de temporada, así que la moral de los dos conjuntos será imposible de superar. Ya sabemos que el football es un estado de ánimo, y la energía que trasmitan desde fuera los Montana, Esiason, Rice, Collinsworth… planeará por todo el Sofi Stadium de Los Angeles.
Cincinnati Bengals – Los Angeles Rams
Taylor vs McVay. Aprendiz frente a maestro… aunque en este caso el maestro apenas tenga 36 años, por 38 del alumno aventajado. Cuando McVay tomó las riendas de los Rams en 2017, se llevó como asistente al prometedor coordinador ofensivo de la Universidad de Cincinnati. Al año siguiente, tras la marcha de Greg Olson a Raiders, le otorgó la responsabilidad de entrenar a los quarterbacks, en el año en que Rams llegó a la super bowl. Desde entonces, el respeto, la admiración, y la amistad han sido mutuos. “Si no tomas a Burrow, tendré que ir y abofetearte”, le escribió McVay a su pupilo antes del draft 2020.
Estos jóvenes técnicos representan el futuro de la NFL. Una competición bastante endogámica, donde en muchas ocasiones, los propietarios prefieren entrenadores experimentados, antes que arriesgar con prometedores estrategas, aunque estos lleguen con todas las cualidades adecuadas bajo el brazo. En una liga cada vez más modernizada, es fundamental saber interpretar las nuevas competencias que aportan herramientas como las “analytics”, pero también estar abierto a las innovaciones que puedan generarse procedentes del football colegial. Estamos ante dos mentes creativas, capaces de optimizar al máximo todos los recursos a su disposición.
Ante todo, son entrenadores que han sabido ganarse a sus respectivos vestuarios, tarea nada fácil. Las políticas de sus clubes son bien distintas, pero han sabido lidiar con ellas. Rams es un equipo que no ha dudado en prescindir de picks de draft para atraer a sus filas a consagrados veteranos. No debe ser sencillo conseguir que estrellas como Beckham, Ramsey, Miller, o incluso Stafford, caminen unidas para el bien común. Por su parte, Cincinnati ha apostado por la juventud vía draft, lo que también supone un reto. Taylor ha debido acelerar la formación de estas incipientes figuras, a la vez que templar el temperamento y reducir errores derivados de la inexperiencia propios de la edad.
Sobre el césped, todos nos fijaremos en los apasionantes duelos de Chase contra Ramsey, o Kupp contra Bates. Pero el más interesante, será el que se dirima en la banda.
Kansas City Chiefs – San Francisco 49ers
Antes hablaba de Joe Montana, el mejor quarterback que he visto jugar. Una opinión absolutamente subjetiva, cada cual tendrá a su favorito, totalmente respetable. Tras 14 temporadas vistiendo el rojo de 49ers, en sus dos últimas temporadas en activo vistió otro rojo, el de Chiefs. La grandeza de su figura hace imposible que exista un duelo entre ambas franquicias en el que no se hable de él. Por esta razón, a la Super Bowl LIV que les enfrentó hace apenas un par de años, se le denominó la “Montana Bowl”.
Más allá de las referencias al genial quarterback, todos tenemos todavía fresco en la memoria el recuerdo de aquel espectacular partido. Cuando Moore interceptó a Mahomes al comienzo del último cuarto, estando los 49ers dominando 20-10, parecía que se acababa el partido. Sin embargo, el #15 de Kansas City sacó a relucir su magia para dar la vuelta a la situación y acabar imponiéndose 20-31. Las alabanzas al joven QB y a Andy Reid sólo fueron comparables a las críticas que le cayeron a Shanahan y Garoppolo por perder con tanto a favor.
De repetirse esta final, San Francisco saldrá con el cuchillo entre los dientes para vengar aquella afrenta. Por su parte, los Chiefs lo iniciarían con la confianza de haberse visto antes en idéntica situación y salir victoriosos. Dos estilos contrapuestos: la solidez defensiva y terrestre de los californianos frente al vendaval aéreo de los de Wisconsin. Mahomes a consolidar su estatus como emergente nuevo rey de la NFL. Garoppolo a callar bocas de sus detractores, demostrando que indiscutiblemente tiene un sitio en la liga. No dejen productos inflamables cerca de sus monitores porque saltarán chispas.
Kansas City Chiefs – Los Angeles Rams
La memoria de los aficionados al football suele ser corta y tendente al reseteo. No puede ser de otra forma, para dejar espacio en nuestras neuronas al espectáculo que jornada tras jornada nos depara nuestro deporte favorito. Si piensan que la eliminatoria entre Kansas City y Buffalo ha sido el mejor partido que han visto, les invito a visitar el Monday Night Football que en la madrugada del 19 de Noviembre de 2018 enfrentó a Chiefs y Rams.
Aquella mágica noche, los angelinos se impusieron 54-51 en un maravilloso espectáculo que supuso la primera vez en la historia que perdía un equipo capaz de anotar más de 50 puntos. De ese partido se llegó a decir que representó el comienzo de una nueva era en el football moderno, y ciertamente no andaban desencaminados. El predominio de los ataques en la NFL, orquestado desde la propia institución para generar más audiencias, nos lleva a este tipo de situaciones. No se trata de posicionarse a favor o en contra, sino de adaptarse a los tiempos. Y nadie como Reid, con el extraterrestre Mahomes representándole en el campo, y McVay, con el renacido Stafford hambriento de triunfo en esta nueva etapa de su carrera, para ofrecernos el máximo exponente de esta fastuosa tendencia.
Siendo realistas, no podemos esperar semejante despliegue ofensivo en un partido de tantísima tensión. Pero sin duda, habrá que aprovisionarse bien de palomitas, porque el juego no dejará a nadie indiferente. Los dos equipos llegan con el amargo sabor de la derrota en su última (y muy reciente) presencia en el super bowl, que solo con la victoria se puede borrar.
La cita se produciría en la misma ciudad: Los Angeles. Aunque en esta ocasión, el escenario será diferente. El Memorial Coliseum deja su protagonismo al moderno SoFi Stadium, sede de los Rams. El año pasado, los Buccaneers se llevaron el trofeo Lombardi en su estadio de Tampa Bay. ¿Estaremos ante una nueva tradición? Si es así, en Arizona se frotan las manos pensando en la super bowl LVII.