Si a todos los seguidores de Kansas City nos hubieran preguntado a principio de temporada que si al finalizar la Week 6 íbamos a ir 5-1, creo que hubiéramos firmado con los ojos cerrados y sin apenas discusión. Incluso si nos hubieran puesto en letra pequeña que iba a ser con dudas en el ataque y ganado a trancas y barrancas también hubiéramos firmado. Pero eso no significa que haya cierto descontento y hasta cierta preocupación por el ataque.
Después de la victoria por 19 a 8 del pasado jueves en Arrowhead frente a los Denver Broncos, los siguientes partidos hasta el duelo de Frankfurt frente a los Miami Dolphins, son Los Angeles Chargers nuevamente en casa y luego volvemos a jugar contra los de Sean Payton en el Mile High.
A priori y con todo el respeto a ambos equipos y aficiones, son dos partidos en los que los Chiefs son favoritos y deberían ser otras dos victorias y dos partidos en los que el ataque ya de una vez debe dar un golpe en la mesa para afrontar los duelos consecutivos contra los Dolphins y los Eagles.
Creo que la sensación de un ataque poco fluido, cierta falta de eficiencia y mucha dificultad en red zone cuando estos años atrás estábamos acostumbrados a ser prácticamente el mejor equipo de la liga en esas últimas 20 yardas, este año no se siente igual. Pero ojo, que no estamos tan mal.
Siendo verdad la falta de productividad en la zona roja siendo el equipo #17 de la liga con un 54.17% de éxito de anotación y el #9 en TDs por partido con 2.5, hay datos que incitan al optimismo y a que quizá la exigencia es tal que se pide la excelencia ya no solo en cada temporada, si no casi en cada partido.
Kansas City es el mejor equipo en porcentaje de jugadas que permite un sack con el 2.54% (al final la OL va a ser mejor de lo que nos parece), el segundo equipo en yardas de pase por partido con 263.8, el cuarto mejor equipo en pases por partido con 38.3 de media con un éxito del 67.83%, siendo el octavo mejor en esta faceta que lleva a un equilibrio en el puesto 5 de la liga en yardas por jugada con 5.7.
Sumando el juego aéreo y de carrera somos el cuarto equipo con más yardas por partido con 382.3 y creo que con esto podemos tener una fotografía más general de este ataque y todo reside en lo mismo: Cuesta mucho anotar un TD en las últimas 20 yardas.
El resto de datos y estadísticas tampoco invitan a la preocupación pero un equipo como este no se puede permitir estar en el puesto 17 en esta faceta y aquí hay un debe muy grande me parece a mí que al play calling y a la evidente clara falta de alguna pieza de más talento en el cuerpo de receptores si omitimos a Travis Kelce.
En el partido del pasado jueves pudimos ver a Rashee Rice siendo el wide receiver principal con 4 recepciones y 72 yardas y más allá del dato, la sensación de potencial y de poder ser alguien de confianza para Mahomes en esa zona intermedia con rutas cruzadas ya que tiene gran potencial en ganancia de yardas after catch algo que ha sido santo y seña del éxito de este ataque en el último lustro.
Isiah Pacheco es una verdad absoluta ya no solo como running back al uso si no que se está destapando como una ayuda importante tanto en pass protection, algo en lo que solía brillar más el año pasado Jerick McKinnon y siendo una gran válvula de escape en jugadas de pase ya que este año ya lleva 135 yardas recibidas de pase y en todo el año pasado se quedó en 130. A día de hoy, el ‘10’ es el segundo mejor jugador en el supporting cast de este ataque por méritos propios. Y no sabéis lo que me alegra en lo personal por esto.
La defensa sigue a lo suyo dando un gran nivel siendo la segunda defensa de la liga que menos puntos permite por partido con 14.7, la mejor de la liga con TDs de carrera concedidos por partido con apenas 0.2 o lo que es lo mismo, 1 TD de carrera cada 5 partidos, la cuarta en TDs concedidos por partido con apenas 1.5 y la cuarta también en yardas concedidas por jugada con 4.7.
Chris Jones es el principal culpable del éxito de esta defensa con la inestimable ayuda en el rush tan variada con Mike Danna, Karlaftis incluso Leo Chenal y Drue Tranquill están dándole mucha profundidad al cuerpo de linebackers ya que en estas dos jornadas que Nick Bolton no estuvo ante Minnesota Vikings y estuvo algo limitado en snaps frente a Denver apenas se haya notado.
En fin, que creo que estamos mejor de lo que parece aunque soy el primero que durante el partido veo más el vaso medio vacío que medio lleno, una vez en frío y con ayuda de un segundo visionado apoyado con datos del partido ve más brotes verdes que en el directo.