Aire renovado en la Ciudad del Viento

Mentiría si os dijera que esperaba que Mitch Trubisky fuera a debutar con tan solo un mes de competición disputado. Ya lo escribí en alguna otra ocasión, e incluso debatí en nuestro podcast. Tenía para mí que los Chicago Bears le darían la alternativa como pronto tras la semana de BYE, la cual coincide exactamente con el ecuador de su calendario, una vez visto y comprobado que sus escasas opciones de playoffs se habían esfumado. Sin embargo, el descalabro del Thursday Night Football que disputaron contra sus archienemigos los Packers aceleró la titularidad del ex de North Carolina.


El eterno debate

El debate sobre si un quarterback rookie debe empezar a foguearse en el campo desde el primer día o debe aprender como backup detrás de un veterano es eterno. Yo no me caso al 100% con ninguna de las posturas, prefiero estudiar caso por caso. Teniendo en cuenta todo el contexto en cada una de las situaciones. En el caso que nos compete yo me decantaba más por la posibilidad de que Trubisky empezara en la banda. Sin embargo, he de reconocer que es una de las veces que más me ha costado decidirme.

Mike Glennon no me parece un mal quarterback. Además, el bueno de Mitch llegó a la NFL bastante verde para mi gusto. Sin haber jugado sistemas pro y habiendo disputado en su etapa universitaria solo trece partidos como QB1. Sin embargo, la genial imagen que dejó el rookie durante la preseason me hizo replantearme si debía ser él quien estuviera al frente del ataque desde el día uno. En cualquier caso, el titular para el staff técnico estaba decidido. Los 18,5 millones garantizados que va a cobrar Glennon en dos temporadas son razones suficientes. De alguna forma había que justificar tal aberrante contratación. Y es que 18,5 millones por jugar cuatro partidos… En fin, cada uno sabrá lo que hace con su dinero.

 

Un QB con soltura

El caso es que Trubisky ya ha dado un paso al frente y ha disputado sus dos primeros partidos oficiales como titular. En ambos ha dejado destellos y sombras, como es normal tratándose de un quarterback novato. Pero también que le da otro plus más al ataque respecto a su antecesor. Y es que mientras Glennon es un pocket passer puro, Trubisky se mueve con gran soltura. Ojo que no estoy diciendo que sea un QB móvil, tan de moda están en la actualidad. Simplemente que en jugadas determinadas, por ser diseñadas o porque se han roto, tiene una gran capacidad para salir del pocket y lanzar en movimiento.

En la jugada de arriba tenemos un ejemplo claro de esa facilidad. A Trubisky no le cuesta poner pases precisos tras salir del pocket debido a la presión ejercida por la línea defensiva rival. Aquí el pass rush le llega por el centro incluso antes de que termine de realizar el dropback. Esto le obliga a desplazarse lateralmente hacia su derecha, pero lo hace siempre con la vista puesta downfield. Es capaz de localizar el fallo de comunicación que ha habido en la secundaria y lanzar un pase perfecto a pie cambiado al tight end que entra solo en la End Zone. Touchdown.

 

Usando las virtudes de Trubisky

Hemos visto lo que Trubisky puede hacer en una jugada rota. Pero es el propio equipo el que incluye jugadas en su playbook en las que Trubisky tiene que salir en movimiento antes de pasar. Son dos las que destacan: el sprint out y el play action bootleg. Desde el primer momento Dowell Loggains, el coordinador ofensivo, no ha dudado en usar esta virtud del QB. Y en los dos encuentros en los que ha sido de la partida estas acciones han estado de manifiesto en todo momento.

 

Trubisky y el sprint out

En el siguiente video podremos observar la segunda jugada mencionada, el sprint out. Veremos cómo Trubisky está situado en shot gun. Tras recibir el snap sale en movimiento hacia su derecha mientras se desarrollan las rutas de sus receptores. El QB decidirá ser agresivo buscando la ruta profunda, la corner route del WR que salía pegado a la OL. Nuevamente vuelve a lanzar con el pie derecho en apoyo (al ser diestro la mecánica ordinaria sería apoyar el izquierdo). Y nuevamente conecta un gran pase con mucha precisión.

 

Aprovechando el juego de carrera

No es ningún secreto que la ofensiva de Bears se basa en su juego de carrera. Loggains es un apasionado del uso de formaciones pesadas. Ver juntos a Dion Sims y Zach Miller sobre el emparrillado es el pan de cada día en este ataque. Incluso hay ocasiones en las que un tercer tight end (el rookie Adam Shaheen) y el fullback Michael Burton entran en acción. Más del 50% de los snaps del ataque, el 52% para ser precisos, forman con mínimo dos TEs o un TE más FB. Por contra, sólo en el 45% de las ocasiones se usa personnel 11 (1RB + 1TE).

Todos estos componentes se suman a una ya de por sí eficiente OL y a un dúo de corredores que se complementan a la perfección como son Jordan Howard y Tarik Cohen. Todo ello para hacer del juego terrestre de Bears uno de los más temibles de la liga. Sin ir más lejos, los dos únicos encuentros en los que han conseguido la victoria son los dos en los que han superado la barrera de las 200 yardas acarreando el ovoide.

 

Trubisky y el play action bootleg

¿Y qué es lo que implica un juego por tierra eficaz? Pues que puedas ejecutar el play action con garantías, ya que la defensa tendrá puesta su mirada en el corredor. Esto se vuelve fundamental en un QB rookie que está aprendiendo a comenzar la jugada under the center. Que debe familiarizarse con estas situaciones porque son tan necesarias a la hora de establecer la amenaza terrestre. Todo esto nos lleva a la segunda acción de la que hablaba más arriba: el play action bootleg.

En la anterior jugada podemos ver cómo los Bears juegan en personnel 21 (2RB + 1TE) en el que uno de los integrantes del backfield es el FB. Enmascarando lo que será un pase con una posible jugada de carrera. Una vez iniciado el snap veremos cómo Trubisky juega el play action con el running back para a continuación salir en movimiento una vez más hacia su derecha. Así gana el tiempo necesario para escanear el campo y poder encontrar a un wide receiver solo entre la línea de linebackers y el safety profundo.

 

Trubisky y el run pass option

Otra forma con la que el conjunto de Illinois está usando la amenaza por tierra en beneficio del pase es a través de las jugadas de run pass option (RPO). Esta acción ya la conocía Trubisky de su etapa en North Carolina y la juega a la perfección. El QB forma en shot gun con el running back a su izquierda. Cuando comienza la jugada tanto la OL como el tight end ejecutan sus movimientos simulando una carrera (split zone). Pero Trubisky, al ver que el linebacker del play side salta a parar una posible carrera, no realiza el hand off con el RB sino que se queda el ovoide. Finalmente, lanza un pase a la ruta slant del receptor.


Errores de novato

Sin embargo, aunque Trubisky ha estado bien atado desde la banda ejecutando un game plan que se ajusta tanto a sus virtudes como a las del resto del ataque, también ha cometido errores. Lo cual es normal en un quarterback que apenas lleva dos partidos disputados en la NFL. No recuerdo ningún QB novato que no tuviera fallos de relumbrón en su primer año en la liga, y es habitual equivocarse dentro del proceso de aprendizaje. Además, debemos tener en cuenta que ha tenido enfrente a dos defensas que para un servidor son top-5 de la competición. Que son capaces por sí solas de acabar con prácticamente cualquier ataque.

En las dos noches que ha tomado acción ha lanzado un total de 41 pases, un número muy acorde con su condición de novato. Sería una locura tratar de hacer que pasará más de 30-35 veces por encuentro a no ser que se requiera de una remontada y que haya que balancear por completo la ofensiva hacia un juego de pase.

 

Su primera intercepción

Su puesta de largo como profesional siempre será recordada por su último pase, el cual acabó en una intercepción que a la larga supondría la victoria del rival. En la jugada Trubisky comete varios errores. Primero, creo que se precipita a salir del pocket; podía haber navegado un poco más dentro de él. Y segundo, toma una mala decisión al lanzar un pase muy complicado con un defensor experimentado como es Harrison Smith pegado al receptor. Además, el pase se le queda atrás. En ese momento el partido se encontraba en su recta final y hubiera sido mejor lanzar un incompleto. Siempre es preferible a forzar un lanzamiento que termina en manos del contrario, dándole de esta manera la oportunidad de liquidar el encuentro.

 

Sacks y fumbles

Hasta el momento ésta ha sido la única intercepción que le han cazado pero no ha sido su único turnover. Trubisky ha sufrido dos fumbles en sendos sacks y ambos han llegado de forma muy parecida. Para mí esto es incluso más preocupante que un determinado pick que puede deberse al acierto del defensor. El quarterback no supo leer ninguna de las dos situaciones, y sin duda es algo en lo que debe mejorar pronto.

En la primera jugada podemos observar como el pass rush solo es ejecutado por los cuatro jugadores de la línea defensiva. La presión le llega rápidamente por el edge del lado ciego pero la podría haber evitado con algo más de movimiento dentro del pocket. En la segunda secuencia el quarterback es alcanzado por el defensive back que lanza el blitz también por el lado ciego, aunque esta vez entra por el gap B (entre guard y tackle). Aquí Trubisky no detecta esa amenaza de blitz y luego tampoco es capaz de verla, aunque en su primera lectura está mirando hacia ese mismo lado.


Una nueva era

Con todo lo visto hasta ahora, que tampoco es que haya sido una enormidad, creo que desde el seno de la franquicia deben estar satisfechos. Los Bears han luchado tanto con Vikings como con Ravens, ambos equipos que aspiran a entrar en playoffs. No sólo eso sino que incluso se han llevado el gato al agua contra los segundos. Queda mucho camino por recorrer pero en Chicago el ambiente es completamente distinto al de pasadas campañas. Saben que acaba de comenzar una nueva etapa llena de ilusión. Ha comenzado la era Trubisky.

Por Stéfano Prieto (@Stefano_USA)