Antonio Brown le ha ganado el pulso a su equipo, los Pittsburgh Steelers, y de paso ha sentado un precedente que será estudiado por todos los jugadores de la liga y sus agentes. Brown ha sido traspasado a los Oakland Raiders por una tercera y una quinta ronda, elecciones que combinadas vienen a suponer el valor de una selección de segunda ronda, aproximadamente el puesto 42 del draft. Además, su contrato pasa de 38 millones por los siguientes 3 años a 50 millones, una subida que los Raiders van a pagar gustosamente.
Pongámonos en antecedentes. Brown llegó a la liga elegido en la sexta ronda del draft, lo que hizo que su primer contrato fuera bastante pobre. Tras un muy buen segundo año, los Steelers le renovaron por 5 años por 42 millones, con un bonus de 8.5 millones. Esta maniobra en principio debía haber cimentado una buena relación entre jugador y equipo.
PRIMER ERROR
El problema es que Brown jugó desde el principio a un nivel superior a lo que cobraba, y vio que, por ejemplo, su compañero Mike Wallace firmó un contrato de 60 millones de dólares con los Dolphins, mientras que él seguía haciendo números superiores cada año.
SEGUNDO ERROR
El segundo error que cometieron los Steelers es que cada año iban reestructurando su contrato para poder crear espacio salarial. Cuando llegó el momento de su nuevo contrato, en 2017, los Steelers le dieron 68 millones por 4 años, con 19 millones garantizados. Las pasadas dos temporadas el equipo le ha pagado al principio de temporada un bonus muy alto, la mayor parte de su contrato, pero el problema es que dejaba mucho dinero muerto en el salary cap.
Esta es la razón que muchos esgrimían para decir que los Steelers no iban a traspasar a Brown a menos que les llegara una oferta muy suculenta, ya que al haberle pagado ese dinero este año tienen 21 millones de dinero muerto en su salary cap (el 11% del salary cap del equipo). Al final, los Steelers han dado su brazo a torcer, y han perdido a uno de los mejores jugadores a cambio de dos elecciones medias del draft.
Y SE LLEVÓ EL GATO AL AGUA
Brown tenía un plan para salir de los Steelers y le ha salido redondo. Para empezar, criticó a Ben Roethlisberger y Mike Tomlin en twitter. De Big Ben dijo que tenía mentalidad de dueño, y que podía criticar a jugadores y entrenadores, y que nadie podía contestarle porque les invitarían a abandonar el equipo. De Tomlin, que públicamente le intentó dejar mal antes del último partido de temporada regular y luego le invitó a ver el partido con el resto de jugadores, siendo él el que quedaba como el malo de la película.
Tras estos comentarios, los Steelers defendieron a su QB, dejando claro de qué parte estaban. Los Steelers han intentado sacar lo máximo por Brown, pero parece que incluso el jugador ha vetado ciertos destinos, porque los Steelers alcanzaron un acuerdo con los Bills que no se llegó a materializar.
CONCLUSIÓN
Desde el punto de vista de los Raiders, es una jugada maestra. Quizás se puede dudar de la dirección del equipo, que la pasada temporada dejó escapar a Khalil Mack o Amari Cooper y parecían abocados a un largo proceso de reconstrucción, pero fichar a uno de los mejores playmakers de la liga por menos de una primera ronda es un caramelo demasiado dulce como para dejarlo pasar. Mike Mayock consigue un gran éxito en su primer movimiento como nuevo GM del equipo.