La defensa es TOP, el ataque “work in progress”
El equipo llega invicto a esta primera mitad de la temporada.
Tras terminar la primera mitad de la temporada, New England tiene un balance positivo y ninguna derrota en contra en su casillero. El equipo ha demostrado su solidez a pesar de tener aún problemas tanto en ataque como en algunas facetas de los equipos especiales.
Las lesiones han lastrado el desarrollo de esta parte del equipo que sin embargo ha encontrado en la defensa su mejor baluarte. No solamente evitando que te anoten sino también produciendo tanto recuperaciones de balón como anotaciones.
Bill Belichick ha dado este año con un equipo especial y que ha mejorado sobre el que en febrero ganó la sexta Superbowl. La realidad es que el balance de adquisiciones y pérdidas de jugadores no presagiaba la mejoría del equipo. Las pérdidas de Trey Flowers, Trent Brown, Malcolm Brown y Rob Gronkowski entre otros, aparentemente nos dejaba muy flojos en apartados como el pass rush o la posición de tight end. La única adición con gran nombre fue la de Michael Bennet.
Sin embargo, y tras la ventaja que nos dan estos seis meses transcurridos y ocho partidos de la temporada podemos asegurar que las verdaderas contrataciones estelares son las de Jamie Collins o la renovación de Jonathan Jones. Piezas claves de esta defensa y que están ambos a un nivel muy superior al que se esperaba de ellos. Jonathan Jones ha dado un salto a ser considerado entre los mejores cornerbacks del slot de la liga. Jamie Collins además está probablemente al mejor nivel de su carrera, incluyendo los mejores años en New England.
El balance de entradas y salidas, sin embargo, no es suficiente para explicar la mejoría. Si no que tanto como conjunto, como cada jugador de manera individual, el equipo ha dado un paso adelante en su nivel y competitividad. Y esto es fruto tanto de los propios jugadores, jugando en su prime, como del cuerpo técnico.
Una defensa “TOP” que puede llegar a hacer historia
New England es el primer equipo en casi todos los apartados defensivos. Ha recibido una media de menos de 8 puntos por partido. Que es el menor valor histórico si lo extrapolamos al total de 16 partidos. Es también el segundo yardas totales permite con 234 por partido. Siendo el segundo contra el pase y cuarto contra la carrera.
Según Pro Football Focus New England es el primero en defensa total.
Para poner en contexto histórico el desempeño de esta defensa querría compararla con equipos históricos en el apartado defensivo:
- Chicago Bears 1985. 198 puntos recibidos. 12,4 puntos por partido.
- Pittsburgh Steelers 1976. 138 puntos recibidos (solo 14 jornadas). 9,9 por partido.
- Baltimore Ravens 2000. 165 puntos recibidos. 10,3 puntos por partido.
- Kansas City Chiefs 1969. 177 puntos recibidos. 12,6 puntos por partido.
- Seattle Seahawks 2013. 234 puntos recibidos. 14,4 puntos por partido.
Son solo un ejemplo de cinco equipos históricos y campeones.
New England tiene las siguientes estadísticas:
- New England 2019. 122 puntos recibidos. menos de 8 puntos por partido
Nota: Esto es una proyección con los datos hasta ahora extrapolados a 16 partidos.
Como podéis ver poco se puede decir si estos datos son finalmente confirmados al final del año. Podríamos estar ante uno de los mejores equipos de la historia de la NFL. Y esta defensa solo ha recibido tres TD en estas siete jornadas. Solamente tres en siete partidos.
De 117 drives defensivos, New England ha conseguido 28 recuperaciones de balón entre fumbles e Interceptaciones. Lo cual es prácticamente uno de cada cuatro drives. Y esta situación ha provocado que como algo excepcional busquen un apodo. Tal y como a la defensa Seattle se le conocía por “Legion of Boom” la defensa de Patriots ha buscado el apodo de “Boogeyman” que podríamos traducir por el “hombre del saco” o el “coco”
Un ataque aun en la adolescencia.
La adolescencia es ese tiempo de descubrir nuevas cosas, que te gusta y que no, buscarle sentido a tu futuro, ya sabéis. Pero también va de empezar a tomar decisiones que pueden ser muy relevantes para tu futuro.
Pues en ese momento veo yo al ataque de New England esta temporada. En la temporada pasada el equipo era eminentemente corredor y usaba el juego de pase para consolidar las posiciones en el campo. Este año esa seña de identidad se ha perdido y lo que es peor no se ha encontrado otro aspecto en ataque en el que fundamentar nuestro juego.
Es cierto que las lesiones y cambios en la linea, así como todos los cambios y pérdidas en el cuerpo de receptores no han ayudado. Tras la salida de Trent Brown esta offseason la posición de left tackle ha tenido demasiados inquilinos. Y esto se une la pérdida del center titular también por problemas físicos. A la vez tanto Shaq Mason como Marcus Cannon no han demostrado el mismo nivel que el año anterior. Probablemente porque también arrastran problemas físicos. Y qué decir de los receptores. Ni uno solo de todos los que vinieron esta offseason han acabado por quedarse en el equipo.
La línea ofensiva es la clave fundamental. Es el ancla del ataque. Y estas inseguridades y variabilidad han dado con problemas en la protección de pase y que el juego de carrera se haya visto muy mermado. Pero en este aspecto queda siempre la confianza en Scarneccia y que nuestro left tackle titular, Isaiah Wynn, va a volver en unas semanas. Scar parece que ha centrado su labor en la protección de pase en la que se ven ciertos progresos y con el tiempo veremos además mejoras en la carrera. Así que el tiempo nos dará una mejor línea ofensiva y mucho más efectiva en ambas funciones. Es cuestión de tiempo… si no hay más problemas.
El juego de pase es otro tema. El cuerpo de receptores es el mismo del año pasado: Julian Edelman, Phillip Dorsett y Josh Gordon (ahora en IR) con la adición de tres rookies: Jakoby Meyers, Gunner Olszewski y N´Keal Harry. Este último aún por volver en una semana o dos. Si además le unimos que tanto Dorsett como Gordon han tenido lesiones que les han apartado del terreno de juego y que Edelman aún arrastra un golpe muy duro en las costillas, veréis que tenemos problemas. A pesar de todo el ataque ha sacado los partidos. Es cierto que el apoyo de Rex Burkhead y sobre todo de James White es imprescindible para entender el juego de pase de New England. Han sido piezas clave. Y ahora a la espera de ver cómo encaja Sanu en todo este esquema.
De la misma manera que los RB han sido parte importante del juego ofensivo el cuerpo de tight end han tenido prácticamente una nula aportación. Tanto Ryan Izzo como Matt Lacosse han sido de poca ayuda ni bloqueando ni recibiendo. New England de hecho ha vuelto a traer a Ben Watson y ha fichado a un tight end bloqueador en Eric Tomlinson. La posición de tight end no se ha solucionado correctamente desde la salida de Gronkowski y todos los jugadores que han ido viniendo no han acabado de consolidarse en el equipo.
El conjunto es lo importante
Sin embargo y a pesar de cierta negatividad con los problemas del ataque quiero resaltar que el equipo, en conjunto, es más que suficiente para poder aspirar de nuevo a ganar la Superbowl. El nivel mostrado en defensa y equipos especiales es tan alto que puede paliar las deficiencias que podríamos tener en ataque, si es que no se solucionaran.
Pero deberíamos ser justos al pensar que el ataque va a mejorar. El cuerpo de entrenadores es de tal calidad que siempre ha sacado el mayor potencial de sus plantillas. Y este año no deberíamos pensar que será diferente. Las dudas del principio de temporada se irán solucionando con la vuelta de Isaiah Wynn y N´Keal Harry, que la línea ofensiva se asiente y con un juego de carrera potente que ancle el ataque y permita el play action.
No deberíamos desesperar, nunca se está contento con todo en un equipo. Es muy complicado tener los 53 jugadores top y a pleno rendimiento. Pero este año hay mayores motivos que en otros años para ser muy optimista y yo al menos así estoy.
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