La batalla del training camp en el apartado defensivo de Bengals tendrá este año un aliciente añadido. No sólo la lógica disputa por permanecer en el equipo, y prolongar de esta manera el sueño de muchos jóvenes y el sustento de no pocos veteranos, sino hacerse hueco en la alineación titular, que para la próxima campaña presentará múltiples novedades, tanto en el apartado táctico como de personal.
Antes de nada, hay que señalar que la intención del DC Anarumo es evolucionar desde el tradicional sistema 4-3 de Lewis a otra serie de formaciones (3-4, 4-2-5, etc.) donde serán necesarios jugadores de perfiles muy variados. Por otro lado, se espera que el 11 titular presente hasta 5 caras nuevas. Estos dos factores, sumados a la falta de partidos de pretemporada, harán que salten chispas en la disputa por hacerse sitio en el roster definitivo.
DEFENSIVE TACKLE (3 + 1 + 2)
Puesto asegurado: D.J. Reader, Geno Atkins, Renell Wren.
Pueden entrar: Freedom Akinmoladum.
Difícilmente entrarán: Trey Dishon, Tyler Clark.
Atkins es probablemente el mejor defensa en la historia de la franquicia. Al fichar a Reader la pasada agencia libre le convertimos en el Nose-Tackle mejor pagado de la competición. Ambos jugadores tienen la titularidad asegurada. Sin embargo, la política de rotaciones que pretende implantar el cuerpo técnico obliga a disponer tras ellos el mejor relevo posible.
Wren, escogido en 4ª ronda del pasado draft, apenas fue utilizado en 2019, pero su estatus le otorga tranquilidad. Sin embargo, la decisión de Tupou, el tercer DT más utilizado el año pasado, de saltarse la temporada por el coronavirus genera un importante hueco en el banquillo. Esto abriría las opciones de Akinmoladum, undrafted de 2º año que disputó algunos minutos con el primer equipo al final del año pasado, para entrar en la plantilla. No obstante, la decisión más probable es que, tras el corte de Glasgow por no superar la revisión médica y la inclusión de Wren en la lista de PUP, se refuerce la posición con algún valiente agente libre que se quiera arriesgar a pasar un training camp sin garantías de permanecer en el equipo más allá.
Un camino más largo les queda a los jóvenes Dishon y Clark. Salvo lesión de los anteriores, tienen complicado continuar en la primera plantilla. La batalla sería entre ellos dos por una plaza en el Practice Squad. En mi opinión, dada la necesidad de potenciar otras posiciones, sólo dejaremos 4 DTs en el roster, y ya he expuesto los 4 que partirían en principio como favoritos.
DEFENSIVE END (4 + 1 + 1)
Puesto asegurado: Carlos Dunlap, Sam Hubbard, Carl Lawson, Khalid Kareem.
Puede entrar: Andrew Brown.
Difícilmente entrará: Kendall Futrell.
Dunlap es un referente del equipo. Hubbard, una de las más firmes promesas de futuro, titular indiscutible desde su 2º año. Lawson es probablemente el rusher más talentoso de la unidad, y Kareem fue escogido en 4º ronda del pasado draft. Salvo lesión, estos 4 tienen asegurada su plaza.
Y precisamente, las lesiones son el principal motivo por el que esta unidad debe incrementar sus componentes. Lawson sólo ha jugado 19 partidos en los últimos 2 años. Kareem sigue convaleciente de sus heridas colegiales. Incluso Futrell, más un OLB que un DE, está inoperativo como consecuencia del Covid-19. Estas cuestiones, más que la propia valía individual, hacen que Brown tenga un alto porcentaje de supervivencia para el roster final.
Independientemente de que, en mi opinión, será necesario ampliar la unidad de cara al training-camp, aquí la principal batalla consiste en llegar sano al final. Si lo consiguen los 4 “seguros”, más Brown por su versatilidad como DE interior en formaciones de 3 DLS, no deberían tener problemas para vestir de atigrados la próxima temporada.
LINEBACKERS (4 + 3 + 2)
Puesto asegurado: Germaine Pratt, Josh Bynes, Logan Wilson, Akeem Davis-Gaither.
Puede entrar: Justin Evans, Markus Bailey, Austin Calitro.
Difícilmente entrarán: Brady Sheldon, Marcel Spears Jr.
Renovar esta unidad de arriba abajo era algo justo y necesario. La absoluta carencia de calidad, pero también de cantidad, obligó a invertir en ella nada menos que 3 de las 7 elecciones del pasado draft. Por esta razón, Wilson y Davis-Gaither, tercera y cuarta ronda del pasado draft respectivamente, no deben temer por ser cortados. Pero tienen ante sí una oportunidad única de hacerse con la titularidad, y por ese objetivo deberán batallar este verano. En el otro lado del frente, el veterano Bynes tendrá que demostrar que aún está para dar guerra, y Pratt hacer valer su “antigüedad” en la plantilla, pese a ser 2020 solamente su segundo año.
Evans es un linebacker talentoso, pero las lesiones han bacheado mucho su progresión. No obstante, posee experiencia en juego y equipos especiales, y contrato rookie (un factor a considerar). Esto debería suponerle un salvoconducto para despreocuparse de presentar batalla, pero este cuerpo técnico ya ha demostrado que no se casa con nadie. Y menos con un jugador elegido en la era Lewis.
Bailey debe demostrar haber superado la lesión que arrastra de college, y batallar sobre todo por hacerse importante en equipos especiales, al menos durante éste su año rookie. Calitro tiene experiencia de titular en Seahawks y Jaguars, así como en equipos especiales. Será un hueso difícil de roer para estos jóvenes. La cifra mágica de linebackers que llegarán al roster final oscilará entre 5 y 6, por lo que al menos uno de estos tres perderá la batalla.
Más difícil el premio final para Sheldon y Spears, cuya batalla será por permanecer al menos en el practice squad.
CORNERBACKS (4 + 3 + 1)
Puesto asegurado: William Jackson III, Trae Waynes, Mackensie Alexander, Darius Phillips.
Puede entrar: LeShaun Sims, Torry McTyer, Greg Mabin.
Difícilmente entrará: Winston Rose
La secundaria era otra unidad necesitada de refuerzos. Como consecuencia, también aquí se hizo limpieza, fichando a los vikingos Waynes y Alexander. Estos dos acompañarán a Jackson en la titularidad. Por su parte, Phillips ha dado un inesperado buen rendimiento, sobre todo en el slot, para un jugador escogido en 5ª ronda. Su plaza tampoco corre peligro, como tampoco creo que pueda aspirar a arrebatar la titularidad a los anteriores.
Sin embargo, estando la formación defensiva base compuesta por entre 5 y 6 defensive backs, es necesario aumentar el número de cornerbacks. Sims cuenta con 4 años de experiencia en la NFL, así que parte con cierta ventaja. Muy de cerca le sigue McTyer, drafteado por Dolphins en 2017 cuando el actual coordinador defensivo bengalí, Lou Anarumo, era entrenador de secundaria allí. Pero no descartemos de la batalla a Mabin quien, ascendido desde el Practice Squad, jugó en 9 partidos con Cincinnati el año pasado.
En mi opinión, conservaremos 6 cornerbacks en el roster final, por lo que la batalla entre Sims, McTyer y Mabin por las plazas de CB5 y CB6 va a resultar muy interesante, ya que el perdedor puede quedarse sin el premio de consolación del Practice Squad al no ser elegibles ya.
Por su parte, Rose, pese a su exitoso pasado como uno de los mejores cornerbacks de la liga canadiense, tiene más complicado consolidarse en el equipo. Quizá evolucionando a free safety pueda tener más opciones, por lo que su batalla consiste en convencer con lo que tiene como cornerback, o con lo que podría llegar a dar como safety.
SAFETIES (4 + 0 + 2)
Puesto asegurado: Jessie Bates III, Vonn Bell, Shawn Williams, Brandon Wilson.
Difícilmente entrarán: Trayvon Henderson, Tony Brown.
En los primeros entrenamientos, Bell se ha destacado como el líder que necesitaba la unidad. Bates es uno de los safeties más infravalorados de la competición. Williams es un veterano, que puede estar disputando su última campaña como atigrado (cuidado con resultar una “cap casualty”), pero cuyo ascendente sobre sus compañeros hace que el cuerpo técnico diseñe jugadas para aprovechar su experiencia.
Por su parte, Wilson se destacó como un excelente retornador, y ahí tiene su principal baza para considerarse relativamente a salvo de ser cortado. Creo que sólo vamos a conservar 4 safeties en la plantilla definitiva, y resultaría muy sorprendente que no fuesen los 4 citados.
No obstante, precisamente el traininig camp está para presentar batalla e intentar sorprender y convencer a los entrenadores. Por eso, habrá que estar pendiente de las evoluciones de Henderson, un prometedor free safety muy desafortunado con las lesiones; y con Brown, un atlético, y tormentoso, as de los equipos especiales. Difícil que sobreviva ninguno, pero nunca se sabe.
CONCLUSIONES DEFENSA
Dos factores destacan en la defensiva atigrada para 2020. Una es la velocidad, impuesta por la joven edad media de sus componentes. La otra es la versatilidad, que permitirá a Anarumo diversificar mucho los equipos, sabiendo que tiene personal que funciona bien en 4-3, en 3-4, como híbrido “safety-linebacker”, superpoblando la línea con la mano en el suelo, etc.
El resultado puede ser una rotunda revelación o un fracaso estrepitoso. Pero está claro que, desde un punto de vista táctico, no dejará indiferente. En todo caso, la impresión es que están asentadas las bases de lo que será la defensa bengalí para los próximos años.
EQUIPOS ESPECIALES (3 + 0 + 2)
Puesto asegurado: Clark Harris (LS), Kevin Huber (P), Randy Bullock (K).
Difícilmente entrarán: Dan Godsil (LS), Tristan Vizcaino (K).
No podemos terminar el análisis de la plantilla bengalí sin citar los equipos especiales. Probablemente, la única unidad que rindió a nivel aceptable el año pasado. Sin embargo, siempre hay oportunidades de mejora, y en este caso, debemos mirar al kicker. Bullock posee un razonable porcentaje de aciertos, pero su rango de patada es muy limitado para la NFL actual. El año pasado ya tuvo que competir con Vizcaino en pretemporada, y este año le tocará volverá a hacerlo. Bullock parte con ventaja, pero el mundo de los kickers se mueve en el alambre, y cualquier vacilación te puede hacer caer.
Por su parte, la batalla de Harris en contra el tiempo, una batalla que tarde o temprano todos terminamos perdiendo. Es uno de los long–snappers más fiables de la competición, pero a sus 36 años es el “abuelo” de la plantilla. Si en algún momento decide colgar las botas, es inteligente tener en la memoria del móvil el número de un posible relevo, como podría ser Godsil.
Huber viene de una gran campaña, y su puesto como punter (y holder) no está en absoluto amenazado.
Los equipos especiales bengalíes están considerados entre los mejores de la NFL gracias al trabajo del entrenador de unidad, Simmons, ascendido a ayudante de Taylor. Nada indica que vayan a sufrir un retroceso en 2020.