Los Carolina Panthers han despedido a Ron Rivera tras 8 años en el cargo. El entrenador se despide con el mayor número de victorias en la historia de la franquicia, con un récord de 76-63-1 y con el recuerdo de la mágica temporada de 2015, en la cual el equipo fue el mejor de la liga pero fue derrotado en la SB por los Denver Broncos.
Ron Rivera, la parte positiva
El entrenador va a ser recordado siempre en la franquicia y en la ciudad como una gran persona. Se dice siempre que uno de los tipos de entrenadores es el llamado “player’s coach”, y Rivera es uno de los ejemplos más claros. En su segundo año en el equipo trasladó su oficina del primer piso, donde estaba, al piso de abajo, justo al lado de los vestuarios. Quería estar al lado de los jugadores, tener una relación lo más cercana posible con ellos y ayudarles en todos los niveles. En un deporte en el que muchos jugadores han crecido sin una figura paternal, Rivera se convirtió en exactamente eso para muchos de sus pupilos. Muchos de ellos han mostrado su respeto por Rivera en las redes sociales tras su despido, y han tenido palabras de mucho aprecio hacia Ron, entre ellos Cam Newton.
From QB1 🤟🏾 pic.twitter.com/htW85MHp31
— Carolina Panthers (@Panthers) December 3, 2019
Su carrera como entrenador en el equipo
Rivera llegó a los Panthers en 2011, el equipo venía de una penosa temporada de 2-14 y un par de meses después de la llegada de Rivera seleccionaron en el draft con el primer pick al QB Cam Newton. Sus carreras estarán unidas para siempre, aunque sus caminos se separen en este momento. El equipo mostró cierta mejoría en sus dos primeras campañas, con récords de 6-10 y 7-9, pero el inicio de la tercera fue complicado. Al verse 1-3 y contra las cuerdas, en un partido en Minnesota, Rivera fue agresivo en 2 cuartos downs conseguidos, naciendo el famoso apodo de Riverboat Ron. El equipo terminó con 12-4 y ganó la división 3 temporadas consecutivas, llegando en la tercera a la SB.
Esos 3 años fue la mejor época del equipo, con una defensa 4-3 muy agresiva y un ataque liderado por el QB más físico de la liga. Tras la salida del DC Sean McDermott hacia Buffalo las defensas de Rivera nunca han tenido un gran nivel, dejando la duda de si el estratega era McDermott. En las últimas 4 temporadas el equipo solo llegó en una ocasión a playoffs, y fueron derrotados a la primera de cambio. Desde aquí ya pedimos su despido al terminar la pasada campaña. En estas últimas temporadas el récord del equipo contra los rivales divisionales es de 7-15, totalmente inaceptable.
Rivera, la parte negativa
Desde el princpio pudimos comprobar que Ron Rivera es un entrenador chapado a la antigua. Hasta que se vio totalmente contra las cuerdas, no arriesgó lo más mínimo. Su ideario consistía en defender, establecer la carrera y usar el pase lo justo y necesario. En una época en la cual la liga ha evolucionado a mucha velocidad, muchos de los conceptos novedosos han sido demasiado para Rivera, y ha quedado en evidencia en muchas ocasiones. Además, no era partícipe de poner a jugadores jóvenes, y uno de sus mayores problemas ha sido su malísima evalución del talento del que disponía. Jugadores como Moton, Samuel, Ian Thomas o Brian Burns deberían haber jugado desde el principio.
Este año Rivera hizo la apuesta que finalmente terminó por ser su final. Decidió tomar las riendas de las jugadas defensivas durante el partido, y la defensa ha sido el mayor problema del equipo esta temporada. Tampoco ha sido capaz de aceptar la responsabilidad de sus errores, achacándolo todo a errores puntuales y «missed opportunities«.
Por último, el tema Cam y sus lesiones. Da la impresión de que no ha sabido llevar bien ninguna de las lesiones de Cam, haciéndole (o dejándole) jugar cuando claramente estaba lesionado tanto la pasada temporada como el inicio de la presente. En mi opinión, Cam y Luke Kuechly han sido las claves de los éxitos en la carrera de Ron, y si hubieran tenido a un mejor entrenador habrían llegado más lejos.
En resumen, Ron Rivera cogió a un equipo en un mal momento, y su buen hacer y la relación que tenía con los jugadores hizo que el equipo tuviera éxito durante cierto tiempo, pero no ha sabido hacerse a los nuevos tiempos y ha tomado malas decisiones que han forzado su despido.