Los actuales campeones de la NFL, los Kansas City Chiefs, ejecutaron un draft al más puro estilo de la franquicia. Manteniendo así la tradición que les acompaña desde hace eones.
¿Y cuál es esa tradición?
Pues no es otra que la de perpetrar un draft anodino e insulso para la mayoría de la comunidad “futbolera”, y arriesgado y movido para la parroquia de los de Missouri.
Las claves para conseguir eso son, no moverse demasiado, pero si un poquito, elegir algún que otro jugador conflictivo con problemas de comportamiento fuera del campo, pero no muy mediático, y dar una vuelta y media en cuanto a las necesidades reales de la plantilla.
UNA HISTORIA DE ACIERTOS BAJO EL RADAR
En la historia reciente de los Indios de Kansas City, los drafts nunca han sido demasiado sonados… y los analistas y expertos siempre acaban valorándolo con notas más bien bajas.
Incluso en el mayor de los aciertos de la historia de la franquicia, si! el de Patrick Lavar Mahomes II, incluso ahí, que se subieron hasta 10 puestos con un trade. Incluso yendo a por un QB en primera ronda, no fue algo que despertara demasiados titulares.
El movimiento no pasó de ser una curiosidad, y en la mayoría de los análisis, un error sobrepagado.
Pero esa falta de interés mediático global, esa falta de agresividad y supuesto acierto para los foráneos, siempre se ha sentido de forma opuesta desde la afición chief.
Cada draft, cada selección, cada puesto o nombre se juzga desde aquí como mínimo como una bomba terriblemente potente. Ya sea porque no era el jugador esperado, porque esa posición se consideraba cubierta, o que el equipo tiene necesidades exasperantemente minusvaloradas por el staff…
Y éste año, no ha sido menos.
A priori, los Chiefs tenían un draft “sencillo” con tan solo 5 elecciones y en posiciones muy bajas, puesto que eres el campeón y tu turno de elección es el último.
Además, la experiencia de la temporada pasada, donde el ataque continuó arrasando y la defensa generando dudas buena parte de la campaña, presagiaba un draft eminentemente defensivo. Y en ese sentido había una certeza. La posición de Cornerback era el eslabón más débil. Más aún, después de la marcha del mejor jugador del que disponíamos en esa plaza, Kendall Fuller.
En definitiva, defensa y más defensa, y el mejor jugador elegible, nuestra primera ronda, tenía que ser un cornerback. Más adelante se necesitaría también algún Linebacker y algo de pass rush o incluso de línea interior, en predicción de un posible no acuerdo con Chris Jones.
Y claro, la cosa no fue así.
Ya lo tienes, la valoración de los expertos iba a ser de las peores (por no ajustarse a las necesidades de la franquicia), pero en una especie de apatía condescendiente.
Y la afición rugiendo y debatiendo a golpe de sable sobre si esa locura de draft (para ellos, locura), era una genialidad, un fiasco, o simplemente sentido común.
UN RB EN PRIMERA RONDA?
En los dos días previos al draft, empezó a correr por Kansas City, el rumor de que esa primera ronda no iba a ser para un CB, si no para un Running back… ¿¿Ataque?? Y un RB?? Habiendo ampliado hacia unos días el contrato de Williams y habiendo fichado un nuevo RB, Washington… parecía alocado… pero los rumores sonaban tan fuertes…
Y así fue!! Se drafteó en primera ronda a Clyde Edwards-Helaire, corredor de la universidad de LSU. Saltó la sorpresa en Kansas City, y el jolgorio!! Mientras “la comunidad” criticaba el pick por… innecesario?? Insulso?? Sobrado?? Sobrante…??
La verdad es que es un running back muy poderoso, con una explosividad emocionante y unas excelentes manos para recibir. Un arma perfecta para esta ofensiva que quedó coja tras el conocido despido de Kareem Hunt, y que sigue apostando por una velocidad endiablada. Y es que, nutrir a Mahomes de una amenaza de carrera puede darle una nueva dimensión al ataque, y un verdadero quebradero de cabeza para las defensas rivales.
En segunda y tercera ronda se decidió elegir a dos portentos físicos con problemas de actitud fuera de las canchas.
El LB Willie Gay JR, y el OT Lucas Niang.
Sus condiciones son irrefutables, pero su comportamiento pasará por la vara de Andy Reid, y veremos que sucede… Se busca un “robo de draft” a sabiendas que elecciones tan tardías son difíciles. Sobretodo en cuanto a talento puro.
El caso es que un LB era una de las necesidades, y el OL para mejorar la protección a Mahomes, que anduvo muy castigado la anterior campaña, parecen elecciones sensatas. Pero pasan las rondas y el tan ansiado CB que recomponga la secundaria, no aparece.
Llega la cuarta y la quinta ronda y se escogen dos posiciones defensivas más. Correcto. Pero en cuarta es un Safety, L’Jarius Sneed; y en quinta ronda un Defensive End… y en septima ronda Takarius “BoPete” Keyes.
DIFÍCIL NO CREER EN EL STAFF
Y se acaba el draft para los indios. No tenían más rondas. Y no se eligió a un corner, que no era tan solo una necesidad, si no que a ojos de todos los sectores de Missouri, tenía que ser la primera elección, incluso subiendo algo para alcanzar más talento. Y nada.
No es del todo cierto. Pues se rumorea que el safety de LA Tech, drafteado en cuarta ronda, podría estar ojeado con la posibilidad de ubicarlo como esquinero. Y además, a última hora, hubo un trade. Chiefs cambio una sexta del año que viene para conseguir una elección en la séptima ronda de este año. Y ahí si, se eligió a un cornerback!! Por fin.
Se dice por aquí, que Veach no podía terminar el draft sin elegir CB, y por eso hubo éste último cambio… Que si no no podría volver a casa… Ya ves, una séptima ronda… que se puede hacer con eso? Pues eso, salir de ahí con los deberes hechos sin salir en la portada del Kansas City Tribune por no haber elegido ningún jugador en la posición de máxima urgencia.
El caso es que en ésta marejada de posiciones y necesidades, ahora, a toro pasado, parece que la franquicia ha sabido “vender” bien los movimientos realizados y todo el personal se vuelve a ver campeón después de renovar al 90% de los jugadores titulares campeones, y de darles el empujón necesario con las elecciones de draft.
Creo que continua faltando un corner destacable que anule una parcela de campo y ayude a que nuestros buenos safetys “solo” deban proteger el lado más débil. Fisher es insuficiente para proteger a nuestra gallina de los huevos de oro, en el lado mas importante de la línea ofensiva. Para mi, los LB continúan faltos de talento en la lectura.
Pero pase lo que pase, nadie le achacará nada a Veach y compañía. Después de ganar un anillo, tienes como un par de años para hacer el canelo y que nadie te sople la oreja si quiera. Así pues, en casa encantados con lo que hay (como para no estarlo…), y fuera, pues eso… otro draft anodino de ese «equipito» que los tres últimos drafts han sido el 27, 32 y 29 en el ranking de valoración de draft. Y que sin embargo jugó y ganó la Super Bowl en Miami con 12 de los 18 jugadores drafteados en esos tres años, de titulares.
@LuisPerezPla16, representando a @ChiefsSpains