Cleveland Browns: una franquicia a la deriva

Durante los últimos años, el equipo de Ohio no está siendo capaz de levantar cabeza y las temporadas, para sus aficionados, son un calvario.

Cleveland Browns: Una estrella hipócrita, un problema sin resolver y una franquicia a la deriva

Se acumulan los problemas para Kevin Stefanski y Andrew Berry, al frente de una de las franquicias más disfuncionales de la NFL en los últimos años: los Cleveland Browns. Solamente, una temporada después de alcanzar los playoffs, aunque sea la wild card, los Browns vuelven a caer al abismo de la liga con una temporada horrorosa con solamente 3 victorias y 14 derrotas.

Por desgracia, los aficionados ya están acostumbrados a este tipo de situaciones. A ponerse, cada domingo, enfrente del televisor y ver a su equipo siendo incapaz de defender o de atacar a cualquier equipo. En solo 3 domingos, el aficionado de Browns ha conocido el sabor de la victoria. Siendo este amargo, porque, en el fondo, sabe que no sirve para nada. Bueno, para algo sí: para no ser el peor equipo de la NFL, ese honor pertenece a los Jacksonville Jaguars.

 

 

Una estrella hipócrita

Los Jaguars es una de las victorias de Browns esta temporada. Fue en la semana dos, cuando los de Ohio consiguieron el mejor balance de todo el año, una victoria y una derrota. Dentro de un equipo en el que nada ha funcionado, las alegrías son muy pocas. Y una de esas alegrías es, hasta dentro de 4 temporadas, Myles Garrett. El defensive end es de los pocos que imprimen su garra y orgullo en el emparrillado cada domingo.

 

Anuncio de la renovación de Myles Garrett | Artwork de César Sánchez

 

Es la única estrella que sustenta el cosmo de los Browns. Es el sol de la franquicia, todo gira a su alrededor, y seguirá siendo así durante algún tiempo, siendo el jugador no quarterback mejor pagado de la NFL y la alegría del Huntington Bank Stadium. Ahora, solo falta, como si fuera poco, acompañar bien a un jugador de tal calibre. Un hombre que pidió salir con una carta pública, que destrozó durante unas semanas a los aficionados que veían que la luz se apagaba y la oscuridad regresaba, aunque nunca se fue.

Sin embargo, un contrato de 4 años a cambio de 160 millones de dólares le ha cambiado de parecer. Se ve que el precio de la grandeza, que es lo que reclamaba en esa carta, vale cerca de unos 40 millones al año. Aunque sea hipócrita por su parte, sigue siendo, lo único que vale la pena en la franquicia de Ohio y se le perdona, no queda más remedio.

 

 

Un problema sin resolver

La peor posición en los últimos años en Ohio está clara, y es la de quarterback. Muchos proyectos, y ninguno termina de consagrarse como el jugador que necesita toda franquicia. Primero se intentó con Mayfield, terminó siendo buen quarterback pero en Tampa Bay Buccaneers. Se fichó, y por un gran monto de dinero, demasiado, una cifra astronómica, a Deshaun Watson. Y consigues meterte a la postemporada, el año pasado, gracias a un jugador veterano al que luego dejas escapar porque piensas que no es el indicado como es Joe Flacco.

Tu supuesta gran superestrella, por contrato debería de ser así, no sale de una lesión para meterse en otra, No sé si por suerte o por desgracia, es casi mejor que no juegue a que pise las 100 yardas. Por el simple hecho de que no te aporta nada más que tú suplente, Jameis Winston, quien, de manera irónica, tuvo sus mejores momentos en los Tampa Bay Buccaneers. Los números del veterano quarterback están muy lejos de ser buenos: 13 anotaciones, 12 intercepciones y 2.121 yardas de pase. Por si fuera poco, a uno de los mejores receptores que tienes, como era Amari Cooper, lo traspasas, por no decir regalas, a un contender como los Bills arrebatándole al equipo, una de las pocas armas que tienes en la ofensiva.

 

Jaméis Winston | Fuente NBC4

 

Por supuesto, la línea ofensiva, va acorde al resto del conjunto. Ahora, en poco tiempo, es el draft y es el único momento en el que si alguien sigue a los Browns, por mínimamente que sea, puede ilusionarse. Sin embargo, cuando se acuerda de las elecciones de los últimos años, obviando a Garrett, vuelve a echarse las manos sobre la cabeza y más cuando recuerda que desde el 2021, el equipo no elige en primera ronda. Algo que este año, si sucederá.

 

 

Una franquicia a la deriva

Si nos fijamos en las elecciones de los últimos 3 años, son pocos los jugadores que destacan o que han visto el terreno de juego con regularidad. Los más reconocidos, por el gran público, son Cedric Tillman, elección de tercera ronda del draft de 2023. También Dorian Thompson-Robinson, que ha ejercido de quarterback en algún momento y es del mismo draft que Tillman. Y poco más queda por salvar.

Si ya estás en una ciudad y en un mercado en el que es muy complicado convencer a agentes libres de ir, dificulta más la labor de construir un equipo ganador si no seleccionas bien a los novatos que llegan vía draft. Este año, con la segunda elección global, los Browns tienen al alcance de su mano dar un golpe en la mesa y darle la vuelta a la situación de la franquicia. Y empezar a construir algo verdaderamente potable para el futuro.

Sea como fuere, el inicio de un buen camino u otro tortuoso dará comienzo el próximo mes de abril. Después de los tres días que dura el draft, los Browns podrán saber si, al menos, tienen un equipo que pueda luchar por conseguir un récord positivo. No más. E ir poniendo piedra a piedra, jugador a jugador, entrenamiento a entrenamiento, un proyecto que sea sostenible y con unos objetivos realistas. Que tome el tiempo que sea necesario y que no quiera subir dos escalones de golpe. Porque si vuelve a ocurrir eso, las experiencias pasadas, ya han demostrado, que se darán de bruces contra el suelo.

Y volverá a ser, una vez más, la franquicia más disfuncional de la NFL, algo con lo que parece que los dirigentes están, especialmente y extrañamente, tranquilos. Seguirá siendo una franquicia a la deriva.

 

Angel Sánchez | @Angel_182002