Consulta psicológica para equipos decepcionantes

La sala de espera de la consulta estaba llena. El gabinete psicológico del doctor Nicholas Francis Loser, más conocido entre sus numerosos pacientes por sus siglas N.F.L. siempre se encontraba a rebosar en esta época del año. Especializado en franquicias que habían sufrido campañas decepcionantes, su trabajo se multiplicaba al finalizar la temporada regular.

Una consulta atiborrada de pacientes

  • ¿Quién es el último? –preguntó Browns al entrar-.
  • Creo que yo –respondió Chargers-. Pero mejor busca una silla y espera sentado. Dentro está Bengals.
  • ¡Bufff, pues entonces tiene para rato! –exclamó abatido-.

 

Browns encontró una butaca libre justo en medio de Bears y Rams. Ojeó las revistas esparcidas sobre la mesa. Cuidadosamente, el doctor NFL había seleccionado aquellas que hacían referencia a franquicias exitosas para levantar la moral de sus pacientes. Un semanal especializado en motor hacía referencia a la inesperada y fulgurante campaña de los Ravens. Otra especializada en belleza llevaba en portada a Steelers bajo el titular “Cómo perder a tus skill-players y que nadie note la diferencia”. Browns rápidamente desechó ambas. Lo que menos le apetecía era recordar los éxitos de sus rivales divisionales.

 

Falcons dejó de leer una publicación histórica sobre cómo los Patriots había conseguido reinventarse una vez más. Browns dudó si cogerla, pero finalmente optó por un magazine del corazón que fantaseaba sobre un hipotético pacto entre Saints y 49ers para dominar la NFC. Apenas había ojeado un par de páginas cuando salió Bengals de la consulta. Rápidamente, como queriendo entrar sin ser visto, pasó Cowboys. El resto de pacientes que esperaban intercambiaron unas sonrisas cómplices. «¿A quién pretende engañar? ¡Éste necesita tratamiento más que muchos de nosotros!», se decían.

 

  • ¿Qué te ha dicho? –preguntó Browns a Bengals, quienes ya se conocían por haber coincido allí en años anteriores-.
  • Me ha cambiado la dieta. El doctor me recomienda que coma mucho verde* y menos carne “roja”. Me ha dado cita para antes del draft. Si refuerzo mis defensas y no hago el Burrow, es optimista sobre mi recuperación.

 

Dallas Cowboys necesita un nuevo proyecto

A la fecha de redacción del artículo, Garrett seguía como entrenador en Dallas. A la fecha de publicación del mismo, Garrett ya no lo es. (foto Ron Jenkins / AP).

Mientras, en la consulta, Cowboys trataba de convencer al doctor de que realmente no necesitaba medicación.

  • Doctor, he estado a un partido de entrar en playoffs. Elliot ha sido el segundo jugador de toda la liga con más yardas entre pase y carrera. Prescott también ha sido el segundo quarterback de la NFL en yardas de pase. Cooper y Gallup están en el top-20 de receptores con más yardas de la competición. ¡Yo no debería estar aquí!
  • Por favor, túmbese en el diván y deje de hablar un momento. Según veo en su historial, en los últimos 10 años sólo ha ganado 3 veces su división. Y no ha pasado de la ronda de divisionales desde 1995, año de su último título, ¿no es cierto? Dígame, para una franquicia de su potencial y poderío económico, ¿le parecen aceptables estos resultados?
  • Puess… –balbuceó Cowboys-.
  • Ya se lo digo yo: no. No son en absoluto aceptables. Y no trate de buscar excusas en lesiones, arbitrajes ni zarandajas por el estilo. Lo primero que va a hacer es prescindir de Garrett como entrenador. Sí, no me ponga esa cara. Usted ya sabía antes de atravesar esa puerta que su etapa al frente del equipo estaba finiquitada. Ponga en su lugar un entrenador de carácter, que imponga un estilo de juego definido, basado en su superioridad corriendo y el potencial que se adivina en sus jóvenes defensores.
  • ¿Con esto será suficiente? –preguntó cohibido Cowboys mientras leía la receta que le expendía-.
  • Salvo que Jerry Jones vuelva a contratar otro pelele. En tal caso, nos volveremos a ver antes de lo que se imagina. Y haga pasar al siguiente, que hoy tengo mucho trabajo.

 

Redskins y Giants deben confiar en sus jóvenes quarterbacks

A continuación entraron juntos Redskins y Giants. La enfermera de recepción les había informado de una oferta especial en consultas conjuntas para equipos de la misma división.

 

  • Las terapias de pareja son mi especialidad –sentenció ufano el doctor-. Veo que han hecho lo que les recomendé: liberarse del pasado despidiendo a sus entrenadores. Es un buen comienzo. Ahora toca lo más complicado: tener paciencia con sus jóvenes quarterbacks. Deberán liberarles de presión, dándoles cariño, protección y buenas amistades.

 

Redskins y Giants se miraron a los ojos y asintieron.

 

  • Los receptores novatos McLaurin y Slayton han resultado excelentes adquisiciones para usted y usted –afirmó el doctor mirando alternativamente a Redskins y Giants-. Sin embargo no es suficiente. Usted –dijo apuntando a Redskins-, debe resolver el problema de su línea ofensiva, y encontrar un runningback que no se lesione. La defensa queda en buenas manos con Rivera y De Río. No ocurre lo mismo con usted –esta vez apuntaba a Giants-. Si termina contratando a Rhule, seguro que revitalizará la ofensiva, pero tiene que reforzar esa defensa, especialmente en la secundaria.

 

Rams y Falcons, afectados de Patriatitis

A pesar de su pesimo arranque, los Falcons fueron capaces de dar la vuelta a su situación y salvar la cabeza del entrenador Dan Quinn (foto www.ajc.com).

Mientras esto ocurría en la consulta, en la sala de espera, los pacientes se empezaban a impacientar, valga el oxímoron.

 

  • ¿Qué hora es? –preguntó Falcons-.
  • Las 3:28 –respondió Rams, riendo su propio chiste-.
  • No tiene gracia –espetó enfadado Falcons-. Además, tú menos que nadie debería hacer estas bromas, ya que nuestro trastorno mental tiene el mismo origen: la Patriatitis. Es cierto que desde que perdí aquella Super Bowl no levanto cabeza, pero al menos fui capaz de volver a playoffs al año siguiente, no como tú. El año no lo empecé nada bien, con un balance de 1-7. Por eso acudí al doctor y me repuse. Confié en mis fuerzas y terminé 6-2 la segunda parte de la temporada. Y esto, amigo gracioso, es mejor que tu 4-4 final, y que el 4-4 alcanzado por los propios Patriots.
  • Claro, ahora me vas decir que jugar en la NFC Oeste es un paseo –se defendió Rams-. Ya me gustaría ver a más de uno aquí. Es cierto que nuestras expectativas como recientes finalistas eran altas, pero ¡ojo! de todos los aquí reunidos soy el único con balance positivo. Dos de mis receptores, Kupp y Woods, sobrepasaron las 1000 yardas, y aunque se me fue un poco la cabeza con el precio, tengo en Ramsey a uno de los mejores cornerbacks de la liga. Estoy más cerca que ninguno de vosotros de volver a la elite.

 

Delirios de grandeza”, comentaron el resto de pacientes a su espalda, mientras hacían girar su índice alrededor de la sien. Por su parte, el doctor seguía pasando consulta. Esta vez, el turno era de Bears.

 

Chicago Bears debe reconducir su futuro

  • No, si yo le entiendo perfectamente –consoló con suavidad-. Uno le ve tan irregular que se enerva; pero después, se saca esos pases que terminan por llevarse el partido, y es imposible no enamorarse. Pero hágame caso, es un amor tóxico. En cuanto la defensa no sea absolutamente grandiosa, si se lesionan un par de linebackers, el proyecto se cae. Es una relación abocada al fracaso, y cuanto más tiempo tarde en romper con Trubisky, más daño le hará.

 

Bears se enjugó una lágrima que le empezaba a brotar y dejó continuar al doctor.

 

  • Su situación me recuerda mucho a la Titans el año pasado. Estaba aquí, sentado donde ahora se encuentra usted, y le recomendé exactamente lo mismo. Ahora con Tannehill han descubierto el juego de pase y ven el futuro de otra manera. De momento, ya se han clasificado para playoffs. Esto es lo que necesita. Un quarterback veterano que gestione los partidos sin sobresaltos, y recuperar un juego de carrera poderoso con Montgomery.

 

Lentamente, una a una fueron pasando por consulta todas las franquicias que habían decepcionado en 2019. Finalmente, cuando le tocaba entrar a Chargers, fue Browns quien lo hizo en su lugar.

 

Chargers se salta la consulta.

  • Disculpe doctor, pero Chargers se ha cansado de esperar y se ha ido –anunció Browns-. Dijo que Rivers todavía tiene cuerda para rato. Que a sus 38 años ha sido el 4º QB con más yardas de pase. Y que con Bosa tienen defensa para varios años. Además, afirmó que el año que viene, en cuanto abandonen ese cuchitril que tenían como estadio y vayan a uno de verdad, todo les irá mejor. Por último, aseguró que no necesita su tratamiento, sino sólo un poco más de fortuna, porque de haber ganado los 9 partidos que perdieron por una sola anotación, quien más en toda la liga, hubiesen sido líderes sin discusión.
  • Pues nada, si cree que Rivers sigue igual de preciso que siempre y le da igual que sus turnovers, 20 intercepciones y 3 fumbles, igualen sus 23 touchdowns, allá él. Y si considera que Lynn no ha tenido nada que ver con la falta de disciplina y los cambios de dirección del cuerpo técnico, suerte con ello. No puedo ayudar a quien no se deja. Anda, entra. No me lo digas, has vuelto a recaer, ¿verdad?

 

Cleveland Browns: vuelta a empezar

  • Pues… la verdad es que sí doctor –reconoció cabizbajo Browns-. Otra temporada decepcionante, con lo ilusionados que estábamos, y he vuelto a despedir a head-coach y general manager.
  • Ay, ay, ay, alma de cántaro, ¿es que nunca escarmientas? Desde que Haslam se hizo con el club, lleváis 5 diferentes managers generales y otros tantos entrenadores en jefe, sin contar quienes lo han sido de forma interina. ¡En solo 8 años! ¿No te dice nada este dato? Es imposible establecer un proyecto viable cambiando continuamente de dirección.
  • Si es que nos persigue la mala suerte. Cuando por fin tenemos quarterback, resulta que nos falla el cuerpo técnico.
  • No, no, no. Esto no tiene nada que ver con la suerte. Si Kitchens no estaba preparado para llevar las riendas de una plantilla con tantas aspiraciones y personalidades emergentes, el error fue de Dorsey por no haberlo visto. Y sobre Dorsey, Haslam ya sabía lo impetuoso que era. Si le dejó conformar una plantilla de estrellas en vez de un equipo equilibrado, también fue su culpa.
  • ¿Qué puedo hacer entonces? –preguntó compungido-.
  • Lo hecho, hecho está. Lo que tienes que intentar es no caer en el mismo error. Ya tienes quarterback ¿no?, pues construye a partir de ahí. Busca un entrenador que sea capaz de explotar sus virtudes, sin ceñirle a un patrón de juego donde se encuentre encorsetado. Que sea capaz de renacer el entusiasmo, pero estableciendo una férrea disciplina desde el respeto. No puedes volver a ser uno de los equipos más penalizados de la liga.
  • ¿Y en cuanto al General Manager?
  • Alguien con experiencia y que se entienda bien con el entrenador. Que ponga al equipo por delante de su ego, y le interesen más los huecos del roster que los titulares de prensa. Comedido, pero activo, ya que debes aprovechar los años de contrato rookie de Mayfield para construir un conjunto competitivo. Sé que no es fácil, pero tómatelo con calma. Las prisas no son buenas consejeras.
Pese a las altas expectativas de inicio de temporada, la sociedad Mayfield-Beckham no funcionó como debería, y esto hizo saltar por los aires el proyecto de Kitchens y Dorsey (foto de Ron Schwane para Associated Press).

Una consulta que siempre tendrá pacientes

Mediamente convencido, Browns salió de la consulta mientras el doctor llamaba por el interfono a la enfermera de recepción.

 

  • Cuando cobres la consulta a Browns, hazle un descuento por cliente habitual.
  • Pero doctor, si sus terapias logran curar a todos los pacientes, con estas tarifas tan bajas tendremos que cerrar.
  • No te preocupes. Entre los que no me harán caso, los que me lo harán y volverán a caer, y los nuevos que ahora están tan felices pero seguro vendrán el año que viene, nunca nos faltará trabajo.

 


*Verde es Green en inglés

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