Que a Grace Jones le gustaban los guardaespaldas era bien sabido y bastante lógico: si tienes hamburguesa fresca en casa no sales a la calle a por sushi. Aprovechando el apogeo de su carrera convenció a los productores de Panorama para matar (A view to a kill es su titulo original) para que le dieran un papelito a su última conquista, el armazón sueco Dolph Lundgren. Algo corto y fácil de recordar, con un traje que le sentaba como un guante y un arma corta que se perdía entre sus grandes manos. Johanson
No es que el tipo fuera un cretino incapaz de aprenderse 4 frases: es ingeniero químico, estudió en el MIT y habla con fluidez media docena de idiomas. Quedó patente unos meses más tarde cuando se presentó al casting de Rocky IV. No le buscaban por su labia pero encajó a la perfección en aquel reparto. Cuando se estrenó la peli, en 1985, pasó a ser el enemigo de América. El tío que había matado a Apollo Creed.
En esas mismas fechas terminaba su carrera universitaria con los Terrapins de Maryland otro bigardo rubio empotrado, Peter Koch. De mandíbula de acero y pectorales de adamantium, Koch destacó como Defensive End en sus años de College y fue reclutado en la primera ronda de 1984 por los Bengals. Pasó tres años en Kansas City y un rato breve con los Raiders y con la llegada de los 90 colgó las protecciones.

Unos años antes, aprovechando su efímera fama y su cuerpo cincelado por un renacentista italiano, debutó en el cine de la mano de Clint Eastwood. Interpretaba al Soldado ‘Sueco’ Johanson, esperanza de la Sección de Reconocimiento de los Marines, en la cinta que aquí se llamó El sargento de hierro. La carrera de Koch no ha sido tan pródiga y brillante como la de Lundgren. Películas de serie B y algún episodio en series de medio pelo. Ambos están, sin embargo, intensamente relacionados. Uno es un sueco fornido convertido en actor de casualidad y el otro un neoyorquino impenetrable cuyo papel más reconocible es el de un soldado llamado Sueco. Ambos son enormes y complejos de rodear. Ambos acaban besando la lona derribados por dos de los mayores ídolos de Hollywood: Eastwood y Stallone. Y ambos, en fin, se parecen mucho a Taylor Elgersma, en el físico al menos.
Canadá
Por caprichos fronterizos, London, Ontario, parece a simple vista un trozo más de Estados Unidos. A dos horas en coche de Buffalo, si conduces hacia el este, o de Detroit, si tu camino es Go West, como el de los Pet Shop Boys. Está, además, en la orilla opuesta del Lago Erie si tienes la dudosa suerte de encontrarte en Cleveland. La lista de los londinenses que han debutado en la NFL es larga. El último con cierto talento es Chase Brown, el RB de Cincinnati.
A esa lista se puede unir en unos meses el Quarterback Taylor Elgersma, de la universidad de Laurier. El muchacho ha hecho ya historia. Su selección para la Senior Bowl le convirtió en el primer Quarterback (segundo jugador en total) procedente de un College canadiense en aparecer por allí. Después de destacar en la College Gridiron Showcase y en la Tropical Stardom Scrimmage, en Orlando, hasta 8 equipos de la NFL mostraron interés en el chico. Después de la Senior Bowl, el interés no parece haber decrecido.

Taylor es cuando Johanson encontró a Drago. Rubio irreal, mandíbula cuadrada, brazo poderoso. Podría dedicarse al cine si su carrera deportiva no prosperase. Según su entrenador en Laurier, estará seguro en un equipo profesional este año. ¿Como titular en la CFL? ¿Como relleno de fondo en el equipo de prácticas de una escuadra de la NFL? El tono bajo de la clase de Qb para este año le hace albergar esperanzas de una sexta o séptima ronda y desde ahí, nunca se sabe.
Se le ve seguro en el tape, avanzando en el pocket sin ponerse muy nervioso, soltando el brazo con capacidad y precisión. A la espera de ver si se gana la vida como guardaespaldas y novio de una cantante andrógina, como bulto levantapesos de un escuadrón de marines o como jugador de football profesional, el chaval se ha ganado, con legitimidad y musculatura, un poquito de atención durante los próximos meses. Johanson
Pablo López | @Jucort365