Los Dallas Cowboys y su mariscal de campo, Dak Prescott, no pudieron llegar a un acuerdo, a pesar de que había un alto interés desde ambas partes. El fracaso en las negociaciones no se trata de codicia… se trata de hacerse respetar y que los Cowboys respeten el mercado y lo que vale un QB estrella. No es tan difícil, pero se ve que los Jones no entendieron esto, y tiraron por la borda una off-season excelente.
El inicio del drama
Hace literalmente un año se venía hablando de la renovación de Dak Prescott con los Cowboys. Un año. Dentro del ambiente Cowboy se estaba muy tranquilo… pues Jerry Jones y compañía nunca tuvieron problemas en llegar a un acuerdo con un jugador al que realmente querían tener en el equipo. No tuvieron problemas en pagarle a Demarcus Lawrence (luego de dos franchise-tags), a Amari Cooper, Jaylon Smith (quien tomó un contrato muy amigable para el equipo), La’El Collins o a Ezekiel Elliott. Viendo todo eso, ciertamente se estaba casi seguro de que Dallas le iba a pagar a su QB estrella que tanto le costó encontrar, y que por cierto, cayó del cielo cuando nadie lo esperaba.
Arranca la temporada… y aún nada
Los meses pasaron. Comenzó la temporada… «Dak no tiene que preocuparse por su contrato ahora, que juegue la temporada y seguramente será renovado en enero o febrero«. Ciertamente esto tenía sentido. «Vamos… que no va a pasar nada hombre. Jerry Jones tiene esto controlado«.
Los Cowboys terminaron la temporada 8-8… pasó un tiempo más y en marzo se renovó a Amari Cooper, pero Dak seguía en nada. «Listo, ahora que Amari ya está renovado, la front office solo tiene que preocuparse por Dak… esto está casi hecho«. Pero no… momentos más tarde, el mismo 16 de marzo, a Dak Prescott se le asigna la etiqueta franquicia para ser jugador de Dallas por un año.
Esto también tenía sentido… ¿no? Asegurar a tu QB mientras arreglas un contrato multianual. Aún quedaban cuatro meses para arreglar un contrato con tu QB titular… la posición más importante del juego. Quedaba muchísimo tiempo, era obvio que iba a salir todo bien. Después de todo, solo dos QBs en la historia han jugado bajo la franchise-tag, Dak no podía ser el tercero.
Un desenlace impensado
«¿Ya es 15 de julio? En un par de horas vence el plazo para que Dak pueda firmar su contrato multianual… seguro estará hecho para la hora límite»
Como todos saben, estas frases de consuelo, puestas entre comillas, terminaron siendo solamente eso. Los Cowboys fallaron en renovar el contrato de su jugador más importante. El jugador que evitó que el equipo pase por la incertidumbre que sufren todos los equipos al perder a su QB titular. El hombre que llevó a Dallas al mejor récord de la franquicia en su historia, un hombre cuyos compañeros adoran, un hombre cuyo liderazgo no se puede enseñar, el hombre que posee una motivación y necesidad de ganar intrínseca que no se puede adquirir. Un QB completo con todas las letras.
Si dijera que no estoy desganado mientras escribo este artículo, estaría mintiendo. ¿Por qué no estaría desganado? si todos sabemos que los dos QBs anteriores que jugaron bajo la franchise-tag terminaron yéndose de su equipo. Ciertamente no hay muchos motivos para ser optimista con esta situación, además del reporte de Jane Slater, que decía que los Cowboys y Dak llegaron a un acuerdo, pero que por falta de tiempo no pudieron hacerlo oficial. El problema es que el año que viene cuando Dak tenga que renovar, su valor de mercado va a ser más alto que el de ahora, y esta novela va a tener secuela.
¿Qué pasará luego de la temporada 2020?
Respecto a la situación post-temporada 2020, hay tres posibles escenarios:
- El más realista, pero el que menos me gustaría, es que Dak juegue toda la temporada 2021 bajo la etiqueta franquicia, nuevamente… como Kirk Cousins en Washington. Esto lo beneficiaría enormemente desde un punto de vista financiero… USD$31M en 2020, y serían cerca de 37 en 2021. 68 millones de dólares completamente garantizados en dos años.
- El menos posible y más fatalista, es que Dak simplemente se va de Dallas luego de su temporada 2020. No creo que esto suceda porque Dak tiene una motivación tremenda para jugar esta temporada, junto con un cuerpo de receptores de ensueño. Si lo hace extraordinariamente bien, es imposible que Prescott se vaya de Dallas así como así.
- El escenario ideal, es que tan pronto como termina la temporada, Prescott obtiene su extensión por 4 años (5, en el mejor de los casos), y queda amarrado a Dallas por varias temporadas.
Esta situación es posible… el 16 de julio, ya que Dak declaró «Soy un Cowboy y no podría estar más feliz. Estoy ansioso por trabajar junto al coach McCarthy, el staff, y mis compañeros para ser el mejor equipo posible, y conseguir el Super Bowl».
En el ambiente de Dallas solamente se espera que se llegue a un acuerdo lo más rápido posible, y dejar atrás esta novela y drama completamente inútiles.
Martín Cosso, responsable de @ArgenCowboys para Spanish Bowl.