Bill Belichick es el máximo exponente del culto al detalle, el trabajo y la disciplina, no solo en New England Patriots sino en la NFL. Sin embargo todos estos referentes ya estaban en New England en la persona de Dante Scarnecchia casi 20 años antes que Bill Belichick se hiciera con el timón de New England en el año 2000. Con su retirada el día 29, se marcha, probablemente, la parte amable de esta cultura instaurada en New England
El pasado que hizo la persona que es
Dante Scarnecchia se retiró sin grandes titulares en la prensa y aunque con una nota de Robert Kraft y otra de Bill Belichick, su segunda retirada pasaría casi inadvertida días antes de la Super Bowl. Sin embargo se retiraba casi con 72 años una de las personas mas importantes e influyentes en la franquicia de Boston de los últimos 35 años.
Escribían en The Athletic que si escribiera un libro tras retirarse, deberíamos leer cientos de páginas de sus vivencias antes incluso de ver draftear a Drew Bledsoe para New England. Así de longeva ha sido su carrera en esto del football.
Dante nació en California y es en la zona de San Diego donde jugó al football en la universidad. En 1966 para un Junior College, Taft Junior College. Allí como center consiguió ser campeón en 1968 lo que le valió para dar el salto a una universidad de mayor entidad, Western California University. Allí jugó hasta graduarse en 1970 como licenciado en preparación física y jugó tanto como center como guard, con el numero 64 y unas medidas físicas de 5’10” y 190lb.
Tras la graduación y sabedor que por sorteo tenía muchas posibilidades de ser llamado a filas para servir en la guerra de Vietnam decide alistarse en el cuerpo de reservistas de la marina. Toma esta decisión puesto que le permitía mantener al mismo tiempo su pasión por el football. Western Cal le había ofrecido hacerse el entrenador de línea del equipo del que acababa de graduarse
La fase de su vida que marcó su futuro
De 1970 a 1976 compagina su servicio en la marina con las funciones como entrenador de línea. En estos años tanto el servicio militar como conocer a Ron Meyer marcan su futuro como entrenador.
No viniendo de familia militar si que podemos asegurar que características como el sacrificio, la identidad como grupo y el hacer las cosas bien fueron aprendidas en aquellos seis años alistado en la marina. Cuenta que no fue nada fácil y que la exigencia era máxima. La exigencia no solamente era en el apartado físico sino también en el mental. Pero a la vez entendió que si haces tu trabajo y no fallas no tendrías ningún problema. Ya por el año 1970 “do your job” se estaba empezando a gestar en un campo de entrenamiento de los Marines en la costa Oeste. Otra lección que aprendió es el sentimiento de colectivo y la responsabilidad de unos y otros. En el ejército si uno muere, todos mueren. La responsabilidad para con el conjunto de cada individuo es completa.
A pesar de esto reconocería que no le gusta que le respondan “Si, señor”. Es más, no necesita ni que le respondan, simplemente un movimiento leve de la cabeza asintiendo le vale. Le gusta el respeto pero se lo gana con el trato personal e individual. La faceta de tener antecedentes familiares ligados al ejercito o al servicio público es patente y se trató en mayor profundidad por el Boston Herald en este artículo: el pasado común de los jugadores de New England
Además durante estos seis años en el ejército consigue compaginar el seguir entrenando. Es estos años cuando ya consigue el salto a la primera división universitaria entrenando para Iowa State en 1973 para dos años después, 1975 consigue su trabajo en SMU que le posibilitó conocer a Ron Meyer en 1976. No solamente Ron Meyer le devuelve a su vieja posición de entrenador de línea ofensiva sino que será el entrenador que lo lleve a New England en 1982. Ya en estos primero seis años como entrenador estaba cimentando lo que fueron luego 40 años más de exitosa carrera.
El duro comienzo en la NFL
Aunque abandonó a SMU durante tres años vuelve a SMU, aun de la mano de Ron Meyer en los mejores años de este equipo. Aun con problemas extradeportivos en 1980, el equipo consigue ganar la conferencia en 1981. Este éxito le vale a Ron Meyer su ticket al football profesional y es fichado por New England Patriots en 1982.
Ron Meyer se llevará a Dante Scarnecchia a New England. Ya no abandonará la franquicia salvo en los dos años en los Colts, con el propio Meyer y los dos años en los que se había jubilado, 2014 y 2015.
Durante estos primeros veinte años en la NFL, Dante Scarnecchia no volvería a ser entrenador de línea ofensiva salvo sus dos años en los Colts. La gran mayoría de los años fue entrenador de tight ends y equipos especiales aunque también fue parte del cuerpo de entrenadores defensivos tanto como asesor como entrenador de linebackers.
Durante estos años el equipo consiguió llegar a su primera Super Bowl, 1986, derrota ante los históricos Chicago Bears del padre de los Ryan. Y otro año conseguiría ganar la división. Sin embargo estos años fueron convulsos en lo económico y social. Dante Scarnecchia conocería a dos entrenadores más además de Ron Meyer y a otros tantos propietarios antes incluso de que Robert Kraft comprara el equipo en 1994.
Crisis financiera, riesgo de mover el equipo a Saint Louis e incluso el cambio del nombre por el de Stallions o el cambiar a Connecticut. El equipo fue decayendo desde esa Super Bowl año tras año y Dante Scarnecchia recibiría una llamada de su viejo amigo Ron Meyer en 1989 para que se hiciera cargo de a línea ofensiva de los Colts. Siete años después Dante volvió a sus orígenes y por lo que le hemos conocido: entrenador de línea ofensiva. El proyecto de Ron Meyer no funcionó abandonando el equipo en su segunda temporada, 1990. Tras la salida de Meyer de los Colts, Dante decide regresar a la que ha sido su casa a partir de 1990 de manera ininterrumpida. New England.
El hombre respetado
La vuelta a New England en la temporada 1991 es bajo el mandato de un nuevo entrenador: Dick McPherson. Otro caso de éxito universitario fichado para el football profesional. Entrenador de Syracuse. McPherson lo repesca para su vieja función: Tight ends y special teams.
Dante era ya un nombre conocido en la franquicia. No solamente se le repesca de los Colts sino que en la temporada 1992 y su finalización se producen dos hechos que incuestionablemente demuestran la valía de este hombre.
En 1992 con el equipo sin una sola victoria y con ocho derrotas sufre la lesión de su QB titular y suplente. Además el entrenador principal enferma teniendo que ser hospitalizado. Dante es nombrado entrenador interino hasta la vuelta de Dick McPherson. Tuvo que tirar de un hoy conocido Scott Zolak como QB titular. Consiguió vencer en los dos partidos como entrenador interino. A la vuelta de Dick el equipo arrastro de nuevo todos los partidos con derrotas. Aquel desastroso año terminó con un récord de 2-14 que significó el despido de Dick McPherson.
Bajo la sombra del traslado a Saint Louis el propietario contrató al histórico Bill Parcells para rehacer el equipo. Y ese mismo verano se encargó de hablar con cada miembro de la franquicia para tomar decisiones. El único integrante del cuerpo de entrenadores de Dick McPherson que Bill Parcells se quedó como parte de su equipo fue el bueno de Dante. Esta vez como asistente en el apartado defensivo. Gente como Zolak alabó el saber y el trato de Scarnecchia como algo inigualable, convenciendo a Parcells de su continuidad.
Scott Zolak hablaba de su extrema exigencia pero a la vez como Dante tenía los detalles de una persona entrañable. Los jugadores se sentían con él como personas. Y era el único con el que sentían así. Bill Parcells quedó convencido en parte porque Scarnecchia estaba el 100% pensando en football pero Dante se había ganado un nombre entre sus jugadores.
Cuentan los jugadores como recuerdan con añoranza las noches antes de los partidos en el hotel de concentración. La tradición era reunirse en torno a la piscina con alitas de pollo y sándwiches. Allí cada noche aparecía Scarnecchia para ser uno más del grupo. Cuenta que no parecía ser un entrenador, si no uno más de los jugadores.
El tiempo con Parcells no le devolvió su línea ofensiva pero sí que le hizo en 1996 conocer a Bill Belichick, que tras ser despedido por Cleveland Browns, fue repescado como asistente de Parcells en el año en que New England volvió a la Super Bowl. Aunque aquel cuerpo técnico se rompió al final de la temporada, quedándose Scarnecchia en New England, el destino los volvió a unir en el año 2000.
Date Scarnecchia recuperó finalmente su posición como entrenador de línea con Pete Carroll. Tras despedir a éste y la llegada de Bill Belichick, no solo Dante Scarnecchia continúa en las filas de New England sino que se convierte en el entrenador asistente de Bill Belichick en la dinastía más duradera y exitosa de la historia de la NFL.
La persona por encima del entrenador
A pesar que me puedo imaginar a Dante encendiendo las luces de las instalaciones en Foxboro a unas horas en las que todos, incluso Belichick aún están durmiendo, creo que lo más importante a resaltar de Dante es su faceta como persona y el trato personal con los jugadores. Es lo más importante que de una persona se puede decir desde mi punto de vista.
Dante suele invitar a su casa Narragansett a sus jugadores. Su mujer y él les reciben y los tratan como amigos. Es una de las claves de cómo consigue el máximo de sus jugadores. Se interesa en ellos como personas. Ryan O’Callaghan línea ofensivo con Scarnecchia en 2006 cuenta cómo ante su primer partido como titular tras la lesión del titular, recuerda como Scarnecchia le mantuvo durante la preseason a un nivel de exigencia máximo. Y cuenta como recuerda la frase que le dijo justo antes del partido, tras la sesión de vídeo: “si lesionan al 12, será tu culpa”. Esta exigencia tiene otra faceta. Ryan O’Callaghan, que sufrió vivir en el anonimato su condición sexual como Gay, sin embargo se arrepiente de no habérselo confesado en una de esas reuniones en Narragansett.
Cuando el propio Randy Moss lo cita como una de sus influencias en el discurso para el hall of fame. Dante ha trascendido mas allá de la linea ofensiva, donde puede ser considerado uno de los grandes. Su personalidad, su forma de entrenar y su trato a los jugadores ha influido en gente como Tom Brady, en la propia franquicia de New England donde es historia de los últimos 37 años y sobre todo en endulzar un nivel de exigencia de Bill Belichick que no es para cualquier jugador.
Dante ya se retiró durante dos años en la temporada 2014 y 2015. Para volver y tener la oportunidad de ganar dos anillos más. Una de ellas, contra Atlanta, en el que en el banquillo rival estaba su propio hijo. Y ya con 72 años, a pesar de correr delante de sus líneas cuando tienen que cumplir una penalización en los entrenamientos ha decidido vivir una merecidísima jubilación.
Dante, se te echara de menos. Lo has sido todo y lo has dado todo por esta franquicia. Si Belichick, Brady y los Kraft son los puntos claves de los éxitos, tu aportación ha sido muy importante. Y estos años no se entienden sin ti en el equipo. Solamente te pediría que sigas por aquí. Que evalúes a los líneas que decidamos draftear, que sigas al teléfono para dar consejos y saber de los jugadores. No te vayas muy lejos.