La defensa de Vikings aplasta al mejor ataque de la liga

Este pasado domingo pudimos presenciar uno de los mejores partidos en lo que va de año. Todas las expectativas que teníamos durante la previa se cumplieron con creces. Tanto Minnesota Vikings como Los Angeles Rams nos brindaron un espectáculo que bien podía haber sido digno de playoffs (no os extrañe que veamos una repetición del duelo en enero). Además, y por si esto fuera poco, fue un enfrentamiento especial. Y es que con él se dio el pistoletazo de salida al nuevo y ambicioso proyecto de la web, la retrasmisión de la jornada de los domingos a través del programa Spanish Bowl Live.


Los Rams, o la fuerza del grupo

Entrando ya en materia, los Vikings tenían ante sí uno de los mayores retos de la temporada, que no era otro que frenar al mejor ataque de la competición. Su defensa lleva desde el inicio rayando a un nivel muy alta. Pero la del domingo era la verdadera prueba de fuego para ver exactamente dónde estaba. Si la podíamos considerar dentro del top-3 de toda la liga. Pues bien, la exhibición que dieron fue descomunal. Completando la que sin duda será una de las actuaciones más bonitas del 2017 y la cual un servidor podría estar viendo en bucle durante horas y horas.

La ofensiva que ha construido Sean McVay en Rams es divertida a la par que efectiva. Muy compleja de parar ya que sabe aprovechar a la perfección todos los recursos con los que cuenta con la peculiaridad de que ninguno de ellos sobresale sobre el resto. El rival no puede centrarse en limitar la mayor amenaza y dejar que sea el resto el que te gane el partido simplemente porque nadie sabe quién es esa amenaza. Un día Gurley te puede destrozar desde el backfield, otro Woods puede ser el que se lleve todos los focos e incluso el renacido Tavon Austin puede aparecer como uno de los principales protagonistas. El grupo prevalece sobre cualquier individualidad y el playbook no entiende de nombres.

 

En el cogote de Goff

Presentado el ataque del conjunto angelino, veamos cómo Mike Zimmer se impuso a su homólogo en la otra banda. He destacado algún nombre del ataque de Rams, pero la razón principal del resurgir de este ataque no es otra que la línea ofensiva. Esta unidad ha dominado cada fin de semana a su contrario de una forma pasmosa… hasta este domingo. El front seven de Vikings les hizo pasar a los cinco miembros de la OL rival una tarde para el olvido. Ni pudieron ayudar a Gurley a establecer un juego de carrera consistente ni supieron proteger a Jared Goff como lo venían haciendo.

El quarterback de segundo año estuvo todo el rato acosado en el pocket. Sintiendo cómo la presión le llegaba de manera casi instantánea nada más saltar el snap y viéndose obligado a salir de su zona de confort en no pocas jugadas. Aunque el número total de sacks encajados no fue muy alto (2), la línea ofensiva se vio superada de manera constante y los datos no engañan. Goff lanzó bajo presión en más de un 35% de los dropbacks que realizó, completando únicamente cinco pases bajo estas circunstancias y obteniendo un QB rating de 47.0. Este fue uno de los puntos clave en la victoria de la defensa vikinga sobre la ofensiva rival.

La presión vikinga

En la primera secuencia del vídeo vemos uno de los dos sacks que consiguen los Vikings. Será Danielle Hunter desde la posición de 9-tech quien, después de un leve contacto con el tight end, supera con una facilidad asombrosa al right tackle con un excelente bull rush.

En la segunda acción vemos cómo los Vikings usan el esquema pre-snap favorito de Zimmer: el double-gap A Blitz. Con él busca confundir a la línea ofensiva y quarterback respecto a qué jugadores entrarán al pass rush. Anthony Barr y Eric Kendricks, los inside linebackers, se sitúan frente a los dos gaps A (ambos lados del center). Amenazando el blitz, situación que repiten mucho a lo largo de un partido. En esta ocasión es Kendricks el que salta al blitz mientras que Barr cae en cobertura. El pocket es rápidamente colapsado mientras que en la secundaria las marcas individuales funcionan a la perfección. Goff se ve obligado a salir para no encajar el sack y termina lanzando un incompleto antes de ser golpeado por el propio Kendricks. Jugada marca de la casa.

 

Un muro contra la carrera

Vistos los problemas que sufrió el ataque aéreo de Rams pasemos a ver qué ocurrió en el juego de carrera. El cual, simplemente, no existió. Los Rams promediaban por partido 128,7 yardas con un promedio por acarreo de 4,2. Además, habían sobrepasado la barrera de las 100 en sus últimos siete desafíos. Contra Vikings se quedaron en unas paupérrimas 45 yardas para una media de 2,6. Es decir, la nada misma. Ni la línea ofensiva fue capaz de abrir puertas para Todd Gurley ni el propio running back pudo superar el segundo nivel en las pocas ocasiones que encontraba el camino para avanzar a través la línea de scrimmage. Gurley es el mejor jugador que tienen los Rams en ataque. Es demasiado pronto para que Goff se eche al hombro a los suyos si Gurley no aparece, como fue el caso contra Vikings.

Cómo secaron a Gurley

En el video de arriba tenemos dos claros ejemplos de cómo los Vikings anularon el ataque terrestre. En la primera jugada los Rams correrán una inside zone en la que desde el primer momento en el que Goff realiza el hand-off con Gurley éste no tiene ningún gap abierto. Por ello, decide cortar hacia su derecha. Cuando llega al edge aparecen tanto un safety como un cornerback para hacer el contain, lo que obliga a Gurley a retroceder sobre sus pasos e intentar salir hacia el otro lado. Misión imposible ya que varios líneas defensivos se han deshecho de sus bloqueadores. Carrera para pérdida de yardas.

En la segunda secuencia los Rams irán con una outside zone. En esta ocasión la línea ofensiva sí se impone a los front-4 de Vikings, pero serán los linebackers y el corner que está en nickel quienes impedirán que la jugada tenga éxito. Estos linebackers aguardan pacientemente para ver por qué gap decide entrar Gurley, sin tragarse el engaño de una ruta fake que podía hacer pensar que jugarían un play action. La disciplina es absoluta. Nuevamente, los Vikings suman un tackle for loss.

 

Forzando pérdidas

Hemos visto que Minnesota minimizó el daño que podían sufrir mediante el pase y anuló por completo el juego terrestre. Estos dos hechos hubieran supuesto por si solos completar una más que digna actuación. Pero la defensa fue más allá y demostró que también sabe provocar big plays. Y esto es un aspecto fundamental si quieres pasar de ser considerada una unidad muy buena a una unidad élite.

Una jugada clave fue el fumble que provocó Anthony Harris prácticamente encima de la goal line de los suyos. Este balón suelto no fue casualidad, sino que fue un claro ejemplo de lo bien que entrena Mike Zimmer a su equipo. Tengo la sensación que cada vez hay más conjuntos que tienen serias deficiencias a la hora de placar, hecho seguramente derivado del menor número de horas que permite la NFL para entrenar con contacto. No obstante, hay varias defensas que destacan sobre el resto en esta acción del juego, y por supuesto la de Minnesota es una de ellas. En la jugada que veremos a continuación Harris no solo realiza un tackle perfecto sobre el receptor que se dispone a entrar en la end zone. Es que además mete la mano de tal forma que le termina arrebatando el ovoide.

El fumble no fue casualidad o error del contario sino que fue totalmente buscado por el defensor.

 

Los Vikings de Mike Zimmer

No quería terminar esta pieza sin alabar el trabajo que está haciendo Mike Zimmer desde que se hizo con el cargo de head coach. Cada año el equipo hay ido progresando. Jugando un mejor football en prácticamente todas sus facetas (olvidémonos del aciago 2016 en el que se vieron inmersos en una plaga infinita de lesiones). Hoy por hoy Minnesota es uno de los gallitos de la competición. Y todo ello a pesar de estar sin su running back titular y con el QB3 a los mandos. Por fin, y después de once semanas, parece que ya todo el mundo ha dejado de desconfiar de ellos. Algo que, personalmente, no entendía viendo lo que ofrecían cada semana sobre el emparrillado. La forma con la que prepara Zimmer cada encuentro es una absoluta locura. En el video de abajo podemos observar un buen ejemplo de ello.

Disciplina y preparación

McVay y su ataque poseen un libro de jugadas muy amplio, como ha venido demostrando desde el primer día. Juegan multitud de engaños y fakes en prácticamente cada snap, lo que obliga al rival a mantener una concentración y una disciplina absoluta durante todo el partido. En la siguiente secuencia los Rams tratan de engañar a la defensa mediante dos situaciones: un play action y un fake end around. Los defensores no sólo no se comen ninguno de los dos, sino que reconocen rápidamente la jugada «real». Dejan una evidencia clara de todo el trabajo pre-partido que hay detrás (reuniones, horas de video, repeticiones…). No es fácil aplacar a una ofensiva como la de Rams. Pero mucho menos fácil es dejarla en tan solo siete puntos, los cuales además llegaron en el primer drive del encuentro.

Me parece una salvajada que una defensa haya limitado durante más de 55 minutos al equipo de McVay a la suma total cero puntos. CERO PUNTOS.


No nos queda más que aplaudir a unos Vikings y una defensa que van muy muy en serio. Chapó por ellos.

Por Stéfano Prieto (@Stefano_USA)