La derrota en Houston la semana pasada fue algo más que una derrota. A pesar de perder la primera posición frente a los playoffs o estar solamente con un partido de ventaja sobre Bufallo Bills en la división, lo que realmente es importante fue ver la incapacidad y desesperación del ataque. Sobre todo reflejadas en su máximo exponente Tom Brady
8 primeras semanas sin quererlo ver
Hasta la semana número 9, New England había vencido en cada uno de sus partidos con una grandísima defensa y un ataque resultón. Sin brillantez y sin juego de carrera pero eran capaces de encontrar la manera de anotar. Aunque es justo decir que en muchas ocasiones por las recuperaciones y grandes jugadas provocadas por la defensa y los equipos especiales.
New England prácticamente en cada partido conseguía la mitad de sus anotaciones gracias a alguna interceptación, algún fumble recuperado y alguna jugada de equipos especiales realmente espectacular. En esas ocho primeras semanas New England estaba por encima de los 30 puntos por partido y solamente Bufallo había sacado los colores a nuestro ataque.
El equipo promediaba 275 yardas aéreas y 95 terrestres que con esos más de 30 puntos por partido servían para vencer a los equipos, la mayoría con récord negativo, con una amplia superioridad.
Los problemas existían pero no eran ni tan llamativos ni estaban afectando al resultado final del partido. Problemas en los terceros downs, bajo porcentaje en la red zone y además un juego de carrera con muchos problemas.
La parte más complicada del calendario
New England entraba en la parte más complicada del calendario. 5 partidos consecutivos con equipos que eran contendientes y con record positivo. Baltimore, Philadelphia, Dallas, Houston y Kansas eran el pasillo de la muerte de esta temporada. De nuestro calendario anual tan benigno hasta entonces.
Tras cuatro de esos partidos New England está con dos victorias y dos derrotas. Tanto la derrota contra Baltimore como Houston entraban dentro de lo posible pero sin embargo han dejado muchas dudas.
El ataque de New England no ha bajado su rendimiento con los números en la mano. Las yardas totales, las yardas aéreas o las de carrera siguen en el entorno de los ocho primeros partidos. Pero los números que sí han variado y cambiado son las recuperaciones de la defensa. New England provocó 25 recuperaciones en esas primeras 8 semanas. Mientras en estas cuatro únicamente ha conseguido 4. Al mismo tiempo que el ataque ha perdido 3. Aquí está la clave del porqué de los resultados. La defensa estaba generando del orden de 3 posesiones por partido. Cuatro touchdowns desde la defensa y dos más de equipos especiales. Y sumemos las posesiones recuperadas en posiciones de campo muy beneficiosas.
Aquí tenemos la diferencia. La caída de media en la anotación de más de 30 puntos a solamente 18 viene propiciada por ésto. La caída en la aportación de la defensa. No es una crítica a la defensa, que lo están haciendo realmente bien, es resaltar el hecho que este ataque es de 18 puntos de media y no de 30.
Los problemas en el juego de pase
Hasta la semana 8, el juego aéreo, aun con problemas daba la talla para ganar los partidos. Las soluciones con Josh Gordon abrían espacios para Edelman. Dorsett era capaz de producir por fuera de los números y sobre todo James White era la válvula de escape desde el backfield.
Tal vez la única pega fuera una línea ofensiva que debido a las lesiones, no era capaz de dar a su QB medio segundo más. New England no tenía Tight Ends, New England tenía ciertos problemas en tener a sus receptores abiertos y tenía problemas en cuanto a tener tiempo para que la jugada se desarrollara y poder ejecutarla.
Y luego han vuelto Isaiah Wynn y N´Keal Harry, hemos traspasado a Josh Gordon y hemos adquirido a Mohamed Sanu. Me atrevo a decir que todo esto en la coctelera no ha hecho al equipo mejor. Dos partidos con problemas de lesiones en el cuerpo de receptores afectando a Sanu y Dorsett nos han puesto en la cruda realidad. Edelman puede tener dobles coberturas porque el resto son dos rookies que están aún muy verdes. N´Keal Harry tiene aún mucho que aprender y Jakoby Meyers no deja de ser un rookie no drafteado, que aun produciendo más de lo esperado, no está aún de receptor titular de este equipo.
Y esta situación provoca cortocircuitos en el ataque. Los drives llegan difícilmente al centro del campo, pero se sufre para ir más allá. Los terceros downs son un problema y la ejecución en la Red zone otro. Y con White en el campo y la falta de efectivos, Houston se ve capaz de ponerle un cornerback a cubrirle para acabar con la última de nuestras soluciones.
Los problemas del juego terrestre.
El equipo el año pasado no tenia un juego aéreo mejor que el de este año. Pero sin embargo encontró la forma, su seña de identidad: la carrera. Con una gran línea, Cannon y Trent Brown, Mason y Thuney eran un espectáculo bloqueando con Gronkowski de invitado estrella. Sony Michel corría por enormes pasillos y conseguía más de una yarda después del contacto. No era ese running back explosivo de big plays pero estaba destrozando a las defensas rivales y dándonos el control del partido de una manera inmisericorde.
Este año no es el caso. Trent Brown y David Andrews no están por diferentes motivos. Marcus Cannon no está al mismo nivel del año pasado. Y aunque con Wynn vemos mejoría al final debemos tener paciencia, sigue siendo un rookie en su cuarto o quinto partido.
La progresión sin embargo nos da esperanza. En drives sueltos contra Dallas y Houston vimos algo de lo que se desplegó en la temporada pasada. Hemos empezado a ver jugadas más elaboradas de carrera: trap blocks, wham blocks, outside zones …. Sony Michel está muy cómodo con su viejo compañero de Georgia en el left tackle y se nota más alegría corriendo por su lado. Para mi es la esperanza de este ataque. Y creo que algún progreso hemos visto. Y pienso que lo limitado en Houston se debió más a la enfermedad que a otra cosa.
¿Soluciones?
Tras perder la posición #1 para playoffs y la posible ventaja de campo en una hipotética final de conferencia. El riesgo es aún mayor con Bufallo a tan solo una victoria y con un enfrentamiento pendiente contra ellos en la semana 16, una antes de terminar la temporada regular.
Desde mi humilde punto de vista y desde el desconocimiento, creo que este ataque debe centrarse en varios puntos para recuperar un ataque suficiente para no perder los partidos que debe ganar su defensa:
- Recuperar el juego dominante de carrera. Es fundamental digan las estadísticas lo que digan. Al menos para New England le posibilita el control del reloj, posesiones largas contra equipos tan ofensivos como Baltimore o Kansas, la imperiosa necesidad de un play action creíble. Punto clave.
- Recuperar físicamente a los receptores. Edelman lleva semanas en el injury report. Mohamed Sanu arrastra una lesión de tobillo desde hace al menos tres semanas. Que ambos estén sanos ahora mismo es imprescindible para conseguir tener de vuelta algo característico de New England el juego corto de posesión, entre los números.
- McDaniels. Josh McDaniels es un gurú ofensivo. Nadie lo va a dudar. Pero en momentos de clave, con el equipo atascado, es él quien debe aportar con su sistema esa yarda de separación que no se encuentra. De la misma manera que hablábamos de la carrera hay que hacerlo con el pase. Pick plays, trick plays abandonadas tras la salida de Patterson, screens con Harry que es realmente bueno en yardas después de la recepción y un largo etc. N´Keal Harry y Mohamed Sanu pueden realizar parte del trabajo de Patterson del año pasado. Sobre todo en red zone y terceros downs.
Este fin de semana nos enfrentaremos a Kansas con la necesidad de anotar más de los 18 puntos de media que tenemos en estos últimos partidos. Fundamental que este ataque empiece a tomar responsabilidades y a mejorar para soportar a esta defensa.
Diciembre es el mes de preparación de playoffs. Es este el mes clave para encontrar nuestra identidad ofensiva, nuestro adn. Con la defensa que tenemos este año sería una pena no acompañar con un ataque más aseado.
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Lo del año pasado y la carrera fue espectacular, había una tripleta habriendo «carreteras» que mas bien eran autopistas, Trent Brown, Rob Gronkowski y James Develin, sobre todo, fueron una maquina de hacer autopistas, este año NO está ninguno de los tres y Burkhead, White, Harris y sobre todo Michel NO encuentran, ni siquiera senderos.