El n-ésimo descenso al abismo de los Jets

10 de Septiembre. Detroit. Los Jets han jugado un gran partido de football y han ganado 17-48 a los Lions a domicilio. Los equipos especiales anotan por primera vez en un lustro. La defensa conoce las formaciones del ataque rival provocando cinco pérdidas y el flamante quarterback rookie Sam Darnold se repone a un pick-six en el primer pase de su carrera jugando un muy buen partido y lanzando dos pases de anotación. Bowles parece haber encontrado la tecla.

3 de Diciembre. Tennessee. Los Jets llevan 6 derrotas consecutivas tras caer contra los Titans 26-22. El rendimiento de la defensa ha caído en picado. Sam Darnold se ha lesionado y pese a estar recuperado, el staff decide poner a un QB de 39 años que consigue 128 yardas en 30 intentos, resultando en 4.3 yardas por intento, mientras que el ataque terrestre acaba con 4.7 yardas por acarreo.

Cómo hemos llegado hasta aquí (otra vez).

Se pronosticaba que la temporada 2017 de los Jets acabara 0-16, y milagrosamente acabó con 5 victorias. En la pasada offseason, se invirtieron 3 segundas rondas en subir a por el quarterback del futuro, Sam Darnold, y se pronosticaba que el equipo rondaría el .500. Pero, ¿realmente había cambiado tanto el equipo como para pasar del peor de la liga a un contender a playoff?

La agencia libre no sirve para dar un salto de calidad

Cuando un equipo tiene muchas urgencias, y mucho espacio salarial disponible, se suele pagar en exceso a jugadores que no lo merecen, como el caso de Trumaine Johnson, que firmó por 5 años y 72.5 millones, y cuyo rendimiento no es el esperado de un CB1. Además, el contrato que tiene solo se puede cortar en 2021. Mención especial para el fichaje del center Spencer Long, firmado por 4 años y 27.4 millones y que está completando una temporada espantosa.

Esto no hace más que reafirmar que los equipos se tienen que construir vía draft, y complementarlos en la agencia libre y no al revés.

El game management de Bowles es mejorable

Las temporadas 2016 y 2017 acabaron con récord de 5-11, y la temporada 2018 el equipo es el último de la AFC este con un récord de 3-9. El récord total es de 13-31 y así es muy complicado que un entrenador jefe se pueda mantener en el cargo.

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A esto se añaden decisiones muy discutibles a lo largo de la temporada, tales como mantener casi todo el partido en Miami a Long lesionado con un dedo como center teniendo a Darnold en shotgun, y siendo incapaz en todo el partido en darle un snap en condiciones, acentuando la lesión de Darnold en el pie, o poner a McCown el último partido contra los titans en lugar de sacar a Darnold, que ya estaba recuperado de su lesión.

Jeremy Bates es un coordinador ofensivo flojo

Pero a mi parecer, la peor decisión que ha tomado ha sido echar a John Morton como coordinador ofensivo para contratar a Jeremy Bates. Morton había sacado petróleo de un ataque francamente limitado, aprovechando la velocidad de Anderson para lanzar en largo y las buenas manos de Kearse en rutas cortas, y utilizando a Bilal Powell como corredor, siendo complementado por el veterano Matt Forte.

Este año se opta por un plan de juego mucho más conservador, que no aprovecha las cualidades de «pistolero» de Darnold. Enunwa responde, pero no puede ser el receptor principal de ningún equipo serio. Kearse se deja llevar y Anderson más de lo mismo. Ahora mismo el mejor receptor es el tight end rookie Chris Herndon, que está siendo bastante fiable con 3 recepciones para TD. En cuanto al juego de carrera, Crowell sigue viviendo de los partidos de Lions y Broncos, donde ha conseguido 321 de las 680 yardas que lleva. En 2 partidos de 12 ha recorrido el 47% de sus yardas y la mitad de sus TDs.

Posibles soluciones

A partir de estas premisas, se abren 3 horizontes posibles.

Opción 1. Maccagnan se queda y Bowles también.

Esta opción puede darse en caso que los Jets ganen todo lo que les queda hasta final de temporada, ya que el dueño está a otras cosas (embajador en UK). Lo que sí parece imposible es que Bates conserve su puesto.

Opción 2. Maccagnan se queda y Bowles se va.

Esta opción es la que a día de hoy tiene más opciones de ser la que suceda en la realidad. La prioridad de la franquicia debe ser el desarrollo de Darnold, y el despido de Morton posterior contratación de Bates ha sido un grave error.

Bowles es un gran coordinador defensivo y está sacando un muy buen rendimiento de la defensa, pero el puesto de head coach le ha venido un poco grande, y en una liga cada vez más orientada al ataque de pase, posiblemente sea mejor opción fichar a un head coach ofensivo.

Opción 3. Maccagnan y Bowles se van.

Maccagnan ha tenido dos oportunidades de reconstrucción. La primera fue el año en el que se firmó a Revis, a Cromartie y a Skrine por un dineral que se demostró malgastado. La segunda ha sido este año, en el que se ha gastado mucho dinero para contratar a jugadores como Trumaine Johnson o Spencer Long, que han rendido por debajo de lo esperado. En la agencia libre 2019, los Jets vuelven a tener más de 90 millones para gastar. ¿Se merece Maccagnan una tercera oportunidad? Obviamente, si Maccagnan cae, el nuevo GM querrá traer a su propio head coach, por lo que Bowles estaría automáticamente fuera.

P.D. Domingo 9 de diciembre

Darnold ha completado un último cuarto brillante en Diciembre y a domicilio para remontar el partido en Buffalo. Todos sabemos que el tanking es el consuelo de los perdedores, pero de haber perdido en Buffalo, ahora los Jets tendrían el número 1 del draft 2019. Aunque, visto lo visto, nuestro Qb rookie ha conseguido su primer drive ganador en la NFL, y con eso, de momento, nos basta. Qué poco hace falta para ser felices, aunque solo sea por una semana.

 

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