Los Cardinals llegaron al primer día del draft con un amplio abanico de necesidades. Era evidente que no todas iban a poder ser cubiertas, aunque algunas eran más prioritarias que otras. Por ejemplo, un quarterback o un cornerback. O al menos, la afición las creía más prioritarias. Porque llegada la hora de la verdad, Steve Keim decidió coger otra dirección. Y el resultado, aunque deja abiertos un par de frentes, no ha sido malo. El día del draft, el runrún entre beat reporters y otras fuentes cercanas era que el equipo estaba muy interesado en Patrick Mahomes. El ruido estaba más que justificado, ya que la retirada de Palmer es inminente. Además, la situación para traer a un joven y moldearlo bajo su tutela era ideal. No obstante, cuando Andy Reid y sus Chiefs decidieron subir a por el quarterback de Texas Tech, todas las predicciones se hicieron trizas.
A partir de este momento, entran en juego dos narrativas. La que quiere imponer el entorno del equipo: que no había planes de elegir a un quarterback en primera ronda. Que tan solo crearon ruido para allanar el camino hacia el jugador que realmente querían. La que cuentan otras fuentes: que Steve Keim no se atrevió a apretar el gatillo y subir a por su quarterback, pese a tener la munición necesaria con elecciones del año que viene (que luego recuperará en compensatorias).
Sea como sea, en esta tesitura llega el turno #13 y los de Arizona eligieron a Haason Reddick. Eligieron versatilidad, velocidad, flexibilidad. El linebacker de Temple puede ayudar en el rush, pero sobre todo, tendrá que ayudar al interior de una línea que presenta múltiples interrogantes. Karlos Dansby viene de vuelta, Daryl Washington no ha llegado a reunirse con el equipo aún y Deone Buccanon no cumple un rol tradicional. Reddick, que se abrió camino en su carrera colegial como un edge rusher pequeño para la posición, tendrá que hacer valer las características que se le atribuyen para convertir su posición. La velocidad y explosividad que tanto le valen como rusher deberán ayudarle a jugar off the ball. A jugar de lado a lado y cubrir a los TE y corredores que salgan desde el backfield. Siempre existe cierto riesgo en elegir a un jugador para que desempeñe un rol diferente al que le ha llevado hasta aquí. Pero el equipo confía en una transición suave. Rara vez se encuentra a un jugador con un skillset tan dominante y la ética de trabajo incansable para imponerlo en el campo.
Llega el segundo día y los Cardinals decidieron subir del #45 al #36. No sabemos si Steve Keim se vio espoleado por el varapalo del primer día, pero no dudó en intercambiar con Chicago el pick de segunda y arrojar dos cuartas rondas (2017 y 2018) y una sexta. Y en esa posición, en la que durante minutos se rumoreó el nombre de Deshone Kizer, la franquicia eligió a Tyrann Mathieu Budda Baker. Presuntamente, el safety de Washington estaba en el top 20 del big board. Y en ese contexto, Keim no se lo pensó y añadió más versatilidad a la secundaria.
La elección no vino exenta de polémica. ¿No salió demasiado caro? ¿Realmente se necesitaba a otro jugador como Mathieu? ¿No había necesidades más imperiosas? Baker no viene a sustituir a Tony Jefferson, no nos engañemos. Y lo cierto es que, sin un segundo cornerback claro, los Cardinals van a seguir sufriendo contra segundos receptores. Baker puede causar estragos en el nickel o como box safety. Va a permitir mover a jugadores por los últimos niveles. Pero, repito, sin un segundo cornerback claro, la secundaria va a seguir sufriendo. Es un luxury pick. Y aun así, es difícil no emocionarse con la elección. Es un jugador especial. Posee una serie de rasgos que no se pueden enseñar: la velocidad, la agilidad, el liderazgo, los instintos. La capacidad de flotar por toda la secundaria y tener un impacto inmediato desde el primer día. Budda Baker va a ser puro entretenimiento.
El segundo día acabó con la elección de Chad Williams en el #98. Los Cardinals bajaron hasta la elección compensatoria de los Panthers para recuperar la cuarta ronda que habían perdido en el intercambio por Baker. Y ahí volvieron a elegir a un receptor desconocido de Grambling State. Una elección que, si bien será calificada de reach por muchos, pocos se atreverán a criticar visto el historial de Arians con receptores (Hilton, Brown, Sanders, Wallace) y de Keim en tercera ronda (Mathieu, Brown, Johnson).
Williams no fue invitado a la combine y tuvo problemas legales por posesión de armas y marihuana. Probablemente, esto provocó que se cayera del board de muchos equipos. Es un receptor largo que corrió un 4,40 en su Pro Day y con buenas manos. Un jugador con mucho desarrollo por delante y un perfil distinto pero necesario al de los demás receptores del roster.
En el tercer y último día, los Cardinals reforzaron la línea ofensiva a lo grande. Con la cuarta ronda de los Panthers, eligieron a Dorian Johnson. Un problema hepático crónico provocó la caída de un liniero con talento de segunda ronda. Si no fuera por el estilo de Arians, podría competir de inmediato por el puesto titular de RG con Evan Boehm. Tiene el marco, el atleticismo, la inteligencia, la experiencia en un esquema de power run.
Y por si la elección de Johnson fuera poco, con el primer pick de quinta ronda llegó Will Holden. El tackle de Vandervilt tiene un gran valor en esa posición y aporta más profundidad a la unidad. Tanta profundidad, que incluso se duda de si logrará entrar en el roster final. Holden es un jugador gigante capaz de jugar bajo, anclarse y abrir auténticos agujeros. Una auténtica fuerza en carrera que aún debe pulirse en pass pro. Estos dos picks ponen en perspectiva el gran trabajo que han hecho Arians y Keim con una unidad que Ken Whisenhunt y Russ Grimm llevaron a lo más bajo. Echemos un vistazo a la unidad que dejó Whisenhunt frente a la que va a desplegar Arians:
D’Antony Batiste – Daryn Colledge – Lyle Sendlein – Adam Snyder – Bobbie Massie
Jared Veldheer – Mike Iupati – AQ Shipley – Evan Boehm – DJ Humphries
Cuesta imaginar que ninguno de los titulares de 2012 consiguiera romper este roster como suplentes frente a Johnson, Holden, Toner o Wetzel.
Y por último, con las dos últimas elecciones del día los Cardinals consiguieron a TJ Logan y Rudy Ford. El corredor de North Carolina vendrá a ayudar como retornador de patadas. En esta elección, se criticó que los Cardinals no pensaran en Xavier Woods (que salió 12 picks más tarde) para ayudar a reponer la posición de safety. Pero lo cierto es que necesitan ayuda en equipos especiales. Y ahí entra también el último pick, Rudy Ford. Un safety que los Cardinals quieren emplear como cornerback y que vendrá a contribuir de inmediato en la cobertura de kickoffs.
Después de este breve repaso a las elecciones, se pueden sacar algunas conclusiones superficiales e inmediatas:
- Steve Keim ha ignorado dos necesidades vitales. Si bien la posición de quarterback está temporalmente cubierta, no la podrá seguir ignorando más tiempo si no quiera seguir la senda de Rod Graves. El puesto de cornerback, no obstante, es un quebradero de cabeza. Ronda tras ronda fue pasando de la posición hasta llegar a Rudy Ford. Quizá tenga una fe desconocida en Justin Bethel o Brandon Williams. Quizá tenga en mente algún veterano (Revis, Shields, Flowers, McCourty, Williams, Verner, etc). No cabe duda de que la realidad de la posición no se corresponde con la tranquilidad con la que la ha afrontado.
- El pick de Rudy Ford, en efecto, es como cornerback. Los Cardinals quieren que vuelva a la posición con la que empezó en Auburn y ya se está formando con el entrenador posicional. Su calidad como tal ya es una discusión que tendremos que tener otro día. De momento no es más que un jugador de equipos especiales.
- Hablando de equipos especiales, la cobertura en kickoffs fue una auténtica pesadilla la última temporada. Reddick, Baker, Williams, Logan y Ford pueden ayudar a la unidad desde el primer día.
- Una necesidad más desapercibida era la de DL. Jonathan Allen hubiera sido un pick curioso en primera ronda. Se da por hecho que Nkemdiche dará el salto esta temporada, pero es muy arriesgado confiar en un jugador tan volátil para cubrir el hueco que deja Calais Campbell.
- A diferencia de las dos últimas temporadas, el pick de primera ronda debería tener un impacto inmediato. Tanto Humphries como Nkemdiche recibieron el tratamiento redshirt de Arians. Pero Reddick viene mucho más preparado y debería contribuir de inmediato, aunque tan solo fuera como rusher en terceros downs.
- Han llegado algunos UDFA interesantes, como el cornerback Sojourn Shelton (que ha recibido 25.000 USD para venir a Arizona, la máxima cantidad de la clase) o Trevor Knight, el QB de Texas A&M. Hablando de QB, se ha vinculado el nombre de Blaine Gabbert a los Cardinals. Pese a toda la chanza que viene con él, los Cardinals quieren reducir la carga a Palmer en los entrenamientos, y cualquier brazo veterano serviría.
- En definitiva, los Cardinals han completado un buen draft. Es fácil enfadarse por la falta de un quarterback un año más. Servidor fue el primero en rabiar el viernes por la mañana. Pero lo cierto es que Steve Keim ha impuesto su carácter y ha arriesgado con jugadores versátiles y que encajan con la mentalidad del equipo. Como contrapartida, ha ignorado necesidades apremiantes en la línea defensiva o en el lado opuesto a Patrick Peterson. Pero ha apostado por jugadores con una pasión extrema por el deporte. De grandes intangibles y rasgos físicos excepcionales. Y eso es difícil de criticar, porque siempre acaban triunfando.