El efecto Jimmy G

El 30 de octubre de 2017 puede convertirse en una fecha que marque un antes y un después para la afición minera. Ese día Jimmy Garoppolo llegó a la Bahía traspasado desde los New England Patriots a cambio únicamente de una segunda ronda del draft. En esta nota no vamos a evaluar el movimiento en sí. Ya escribí en su día que me pareció un negocio mucho más favorable para los 49ers que para los Pats. Un nuevo ejemplo de que el Bill Belichick general manager se equivoca más de lo parece.

Sea como fuere, el caso es que Jimmy G aterrizó en la franquicia californiana con la misión de hacerla resurgir de las cenizas. Los niners llevan varios años dando tumbos por la liga. Años en los que han sido numerosos los quarterbacks y entrenadores que han pasado sin cosechar ni un mínimo éxito. Pero ya en la pasada off-season se empieza a enderezar el rumbo. Un lavado de cara total tras la llegada de la la nueva dupla GM-HC. Y la llegada de Garappolo es un paso más que lo asienta.


Los Niners de Lynch-Shanahan

John Lynch ha demostrado que, a pesar de ser novato en los despachos, se desenvuelve como pez en el agua. El pasado draft y el trade por Garoppolo le avalan. Bien podría ser considerado como el ejecutivo del año. Por su parte Kyle Shanahan traía consigo la vitola de ser una de las mentes más privilegiadas a la hora de armar ofensivas. Pero claro, para ello es imprescindible contar con un quarterback que te ofrezca un mínimo de garantías. Porque esta posición, por más que a muchos le pese, es de largo la más importante de cuantas hay en un equipo de football.

 

Inicios de temporada

Los dos primeros meses de competición no fueron nada fácil para el nuevo entrenador. Nueve derrotas consecutivas y la sensación de dirigir un ataque totalmente inoperante hicieron aparecer en la Bahía viejos fantasmas. La afición empezaba a preguntarse si habrían acertado con el pequeño de los Shanahan. ¿Sería un caso más en los que a un gran coordinador le queda muy grande el puesto de head coach?

En su defensa, más allá de que la línea ofensiva dejaba mucho que desear y que el cuerpo de receptores estaba exento de un mínimo de talento, debemos tener en cuenta los quarterbacks con los que contó durante esos dos primeros meses de competición: Brian Hoyer y C.J.Beathard. El primero, un trotamundos de la liga cuya etiqueta es la de ser QB suplente. El segundo, un rookie cuya máxima aspiración es ser como el propio Hoyer: un backup de garantías.

Entonces se produjo la llegada de Garoppolo. Y, con ella, la ilusión empezó a revivir en San Francisco. Desde el equipo, se vendía la idea de que muy posiblemente el estreno de su flamante fichaje no se produciría hasta la temporada que viene. Pero el corte de Hoyer y los problemas físicos de Beathard precipitarían su debut.

 

Garoppolo es especial

El 26 de noviembre Garoppolo saltaría al campo para jugar el último drive del partido frente a Seahawks (el cual terminó en touchdown). Pero lo más importante es que, durante la semana posterior al encuentro, fue confirmado por Shanahan como el QB titular hasta final de temporada. Empezaba la era Garoppolo.

Resulta imposible evaluar a un jugador (menos a un QB) cuando sólo ha disputado dos partidos oficiales como titular y un puñado más de encuentros de pretemporada. Ésta era la situación de Jimmy G en New England, después de pasar cuatro años a la sombra de un tal Tom Brady.

Si el propio Belichick creyera o supiera que Garoppolo iba a marcar una época como jugador, es evidente que jamás se habría desprendido de él. Ahora bien, de la misma forma que no se puede evaluar a un QB con tan pocos minutos de juego, es cierto que Garoppolo había mostrado tener algo especial. De todos los suplentes que han estado cubriendo la espalda de Brady, es el que sin lugar a dudas había demostrado estar más preparado para dar el salto.

 

Esperanza en la bahía

Después de los primeros cuatro encuentros como titular en los 49ers, el hype que envuelve al jugador se ha desatado por completo. La locura invade a la afición minera. Afición deseosa que llegue ya el inicio del siguiente curso footballistico. Curso en el que, a buen seguro, comenzarán con las aspiraciones disparadas por las nubes.

Los californianos han ganado estos cuatro partidos con Garoppolo a los mandos mostrando un ataque más que eficiente. Atrás ha quedado eso de que la OL es un desastre. Que los wide receivers no están ni para jugar en la liga canadiense. Ahora, todo funciona como la seda. Al fin estamos viendo detalles de la ofensiva típica de Shanahan. Ofensivia dirigida de manera magistral por un quarterback que puede adaptarse como anillo al dedo a sus esquemas.

 

Analizando a Jimmy G

A continuación vamos a ver algunas jugadas que nos ha dejado Garoppolo en estas primeras actuaciones con su nuevo equipo. Nos van a permitir entender las cualidades que atesora.

He seleccionado cinco acciones que, sin ser muy espectaculares, reflejan claramente el tipo de quarterback que es. He de decir que no ha sido fácil elegir sólo estas cinco jugadas. En casi todos los snaps deja destellos de su calidad.

 

El ball placement

En esta primera secuencia podemos observar una de las características que mejor domina Garoppolo: el ball placement. Esto se puede definir como la ayuda que brinda el QB al WR para que éste pueda conseguir yardas después de la recepción. Es decir, va más allá de la precisión en el pase. El pase debe ser lanzado de manera que, una vez sea atrapado por el receptor, éste pueda seguir corriendo con el ovoide.

Además, en esta jugada veremos también la velocidad del quarterback para ejecutar el release. Y la buena lectura que tiene del blitz en la situación pre-snap.

El estudio del juego

En estas lecturas pre-snap es donde Garoppolo nos demuestra que ha aprendido muy bien del más grande. Brady es un maestro descifrando defensas y algo de ello se le ha pegado a Jimmy G. Cuentan que es un estudioso del juego: tanto analizando rivales y encontrando sus debilidades, como a la hora de preparar un juego y aprenderse el playbook. Viendo como se está desenvolviendo con el poco tiempo que ha tenido para adaptarse al libro de jugadas de Shanahan, no parece que estos rumores sean infundados.

En la siguiente acción tenemos otro ejemplo del ball placement que presenta el quarterback. Además, podemos comprobar la buena lectura que tiene del juego una vez iniciada la jugada. Jimmy comprueba que el centro se queda totalmente libre y realiza la progresión de las rutas para lanzar hacia el compañero que corre hacia esa zona. Nuevamente una gran ganancia de yardas tras la recepción.

Estadísticas

Para los amantes de las estadísticas, indicarles que Garoppolo sale también victorioso en este apartado. A parte del 4-0 de su equipo desde que fue nombrado QB1, todos los apartados numéricos de mayor importancia en un quarterback están a su favor. Promedia 253,6 yardas por encuentro. Un 69% de pases completados. QB rating de 98,9. Y, lo que más llama la atención, 8,7 yardas por intento de pase. Número muy por encima de lo normal, ya que el líder de la liga en este apartado es el mismo Brady con 8,1.

El footwork

En la secuencia de arriba de nuevo podemos comprobar como realiza la progresión en la lectura de las rutas. Esto es algo que, por lo general, les cuesta mucho a los quarterbacks sin experiencia. También demuestra la velocidad del release y como arma el brazo en un instante justo antes de colapsar el pocket. A todo ello se le une un buen juego de pies, en constante movimiento, que facilita el hitch step: ese paso necesario para adaptar su cuerpo hacia una nueva lectura.

El footwork que posee es algo que también ha mamado de Brady: otro especialista en el trabajo con sus pies y en el movimiento dentro del pocket. Es algo a lo que normalmente no hacemos mucho caso. Cuando veáis jugar a Garoppolo, os invito a que os fijéis, más allá de ese movimiento constante de pies, cómo va adecuando la posición de los mismos. Lo hace para poder lanzar de la mejor manera posible en el momento que decida soltar el brazo.

Saliendo del pocket

Una nueva acción, la de arriba, en la que podemos ver más de lo mismo. Progresión y lecturas a distintas zonas del campo y un buen footwork. Esta vez acompañado con una salida del pocket y un lanzamiento en movimiento, algo a lo que no tiene miedo.

Si bien Brady se encuentra mucha más cómodo en el pocket y prefiere no salir de él, a Garoppolo no le importa tener que abandonarlo. Siempre mantiene la cabeza levantada y tiene la capacidad de mantener la precisión en sus pases a pesar de lanzar en carrera.

 

Química con receptores

Jimmy G, además, ha encontrado buena química de manera rápida con algunos de sus compañeros, principalmente con Goodwin o Juszczyk. Eso es algo que sus predecesores no habían conseguido ni con una preseason completa de trabajo. Parece que lleve  meses con el equipo. Ésa es la mejor noticia de todas: lo ha conseguido en apenas unas semanas. No quiero pensar lo que puede mostrar después de toda una off-season de duro trabajo y preparación.

Otra secuencia en la que vemos como Garoppolo pasa de una lectura a otra con facilidad ayudado por su buen juego de pies. Nuevamente tiene que salir del pocket, en esta ocasión creo que podría haber aguantado un poco más. A pesar de terminar recibiendo el golpe, logra conectar con un compañero en la endzone. Para ello podemos ver como ajusta cuerpo y brazo. Lo ajusta de tal forma que evita que el defensor pueda bloquear el pase. Completando así un reléase poco ortodoxo pero efectivo.


Más allá de todas estas notas positivas que nos está mostrando el “10”, lo que más me ha llamado la atención es la facilidad con la que realiza todo. Su presencia en el pocket es enorme. Transmite muchísima tranquilidad. Se muestra preparado para estar por encima de cualquier situación.

Todo esto le hace parecer un quarterback curtido en mil batallas. Pero apenas estamos viendo sus primeros pasos dentro de un emparrillado. La transformación que ha pegado el ataque de 49ers con él en el campo es abrumadora. Por lo que tanto Shanahan, como Lynch, como como los aficionados del equipo, están de enhorabuena. Todo hace indicar que San Francisco tendrá quarterback para muchos años. Bienvenidos al efecto Jimmy G.

Por Stéfano Prieto (@Stefano_USA)