El Capologist recomienda: Partidos para el confinamiento

En esta época de confinamiento que estamos viviendo en gran parte del planeta, todo el deporte se halla paralizado, por lo que es gran momento para echar la vista atrás y recordar grandes momentos pasados.

En cuando al football, el abanico para ver partidos históricos y momentos para el recuerdo es muy amplio. Los recursos para poderlos ver, también. Pero no es tan fácil hacer una selección de estos partidos.

Por eso, desde el podcast ‘El Capologist’ se han propuesto que Rafa Cervera, uno de los mayores expertos en historia de la NFL del mundo, dé una recomendación diaria de un partido histórico de NFL o NCAA para poder pasar mejor este confinamiento. Se puede seguir en su perfil de Twitter, y ahora también en Spanish Bowl, a diario.

Os vamos a traer la recomendación que Rafa Cervera y ‘El Capologist’ hagan para poder ver el mejor football de la historia en estos días, siempre con los enlaces para que os sea muy simple el acceso al contenido. Todo esto va a tener lugar cada martes, cada jueves y cada domingo.

Hoy comenzamos con dos de esas recomendaciones.

Orange Bowl 1984: Nebraska vs Miami

Nebraska (12 victorias – 0 derrotas), considerado por muchos el mejor equipo NCAA de todos los tiempos y liderado por el RB ganador del Heisman Mike Rozier, se enfrentaba a la Universidad de Miami (10-1) como amplio favorito. Los Miami Hurricanes eran liderado por el QB Bernie Kosar, que seguía una gran distaría de quarterbacks iniciada en esa universidad por Jim Kelly.

En aquel entonces no había playoffs, pero el ganador de este partido sería proclamado campeón de la temporada 1983 de la NCAA.

Boston College vs Miami 1983: El mejor partido de College de la historia

Tras conquistar el título en 1983, Bernie Kosar y los Miami Hurricanes recibían, hacia el final de la temporada 1984, el día siguiente de Thanksgiving, a los Boston College Eagles, equipo sorpresa de esa campaña.

Los Eagles estaban dirigidos en el campo por el diminuto pero genial quarterback Doug Flutie y, desde el banquillo, por Jack Bicknell, quien después fuera entrenador de los Barcelona Dragons.

Un duelo de quarterbacks sin precedentes culminó en un partido que es considerado, por muchos, como el mejor de la historia de la NCAA.