Hay lugares donde llegar a dieciséis temporadas en activo está al alcance de muy pocos. Si a este argumento le agregamos “en un mismo equipo” es más difícil todavía. En Green Bay solo tres jugadores han alcanzado esta cifra. Bart Starr, Brett Favre y Aaron Rodgers. Si bien este último encara ya su decimoséptima (y quizás su última) temporada en la ribera del río Fox, algo que no ha logrado jugador alguno que haya vestido el verde y dorado de los Packers, en este club se preparan para recibir a otro socio más como podría ser el Kicker Mason Crosby, el cual está en su decimoquinta temporada. Ray Nitschke se quedó a una sola temporada de pertenecer a este selecto club.
Sirva este artículo como homenaje a una maravillosa santísima trinidad de quarterbacks que aún están presentes de una manera u otra todos los partidos en el Lambeau Field
HASTA LA ULTIMA GOTA DE SANGRE
Si te dijera que Bart Starr era un QB Clutch… ¿Te lo creerías? Si no es así, deberías. Si bien aquellos Packers siempre fueron, son y serán los Packers de Lombardi… los Packers del Power Sweep… quizás no habrían sido lo mismo sin este gran caballero sureño que manejaba la ofensiva en el emparrillado. El prototipo perfecto de Mister Nice Guy no lo tuvo nada fácil.
A su llegada, tras haber sido elegido por los Packers tras la recomendación que recibió Jack Vainisi (pionero en el sistema de ojeo de jugadores y leyenda en el front office de los Packers) por parte Johnny Dee, amigo de Vainisi y entrenador de baloncesto de Alabama, tuvo que ser el backup de Tobin Rote en 1956.
A la llegada de Lombardi, este no las tenía todas consigo. Pensaba que Bart no tenía lo que hay que tener para que fuera su líder en el campo y por ello Lamar McHan fue su apuesta… pero una lesión de este abrió las puertas de la titularidad a Bart y fue ahí donde demostró que era el idóneo para el puesto.
Tras ganar la segunda Super Bowl, tenía pensado el retiro… pero la marcha de Vince Lombardi, nuevo entrenador… decidió seguir, y eso casi le cuesta la vida. Pero eso, es otra historia que algún día desgranaremos. En 1971 y tras 6 temporadas en los Packers, Starr se retiraba como jugador para pasar a la temporada siguiente como integrante del cuerpo técnico de Dan Devine (no nos olvidamos del Hadl trade) y en 1975, tomar las riendas como Head Coach tras la marcha de Devine a Notre Dame.
Pero el caso es el siguiente; Bart Starr, empezó como backup y sin muchas esperanzas y al final, su trabajo, su desempeño… ese Mr. Nice Guy, se transformaba en el emparrillado en un QB Clutch.
Los cuartos downs que se jugaba hablan por sí solos. Zeke Bratkowski, su backup de 1963 a 1968 en Green Bay lo dijo en su día: “He probably completed more fourth down in one pass in pro football. People don’t remember him as that but I have because I was on the sideline and listened to the discussion and coach Lombardi said what’s he gonna call, he’s gonna run it on forth and I said coach i bet he’s gonna throw». Pero no solo pasaba en esos cuartos down. Para muestra, el QB Sneak de la Ice Bowl. “Run it and let’s get the hell out of here”
OJEADORES, CARRETERAS Y ARKANSAS
Bill Bergey es el principal valedor del fichaje de Brett Favre por los Packers. Así es. Unos cuantos Cheesehead y no tan Cheesehead seguro que me han oído contar esta batallita muchas veces. Contaba Ron Wolf que cuando era un scout para los Oakland Raiders, cansado del viaje para ver a Bill Bergey jugar con Arkansas State, hizo un informe nada exacto y poco inteligible. Al final el informe estaba completamente errado, puesto que fue cinco veces Pro Bowl y acabó tanto en el salón de la fama de los Eagles como en el de deportes de Philadelphia (donde están Rich Gannon o Dick Vermeil por nombrar dos habitantes de dicho salón).
Contaba que se juró que nunca más le volvería a pasar. Por eso, cuando Bob Harlan le fichó para que fuera el GM de los Packers, él lo tenía claro. Lo tenía claro estando en los Jets. Si no lo hubieran elegido los Falcons, se lo habrían llevado los Jets (ironías del destino, Brett acabó jugando en los Jets tras aquel verano tumultuoso).
“Si su brazo es tan fuerte como lo fue saliendo de college, iremos tras el”. Esta fue la frase lapidaria que Ron Wolf dijo. Al final, Brett Favre acabó en Green Bay a cambio de una primera ronda… como backup nuevamente. Aunque esta vez de Dan Majkowski y bajo el mando de un entrenador diferente, Mike Holmgrem.
Ya no iba a escuchar a su entrenador en Falcons, Jerry Glanville, decirle aquello de: “Mississippi, ¿vas a jugar hoy?.
Un 20 de septiembre de 1992, en un partido contra Bengals, Majik Man resultó lesionado en una acción y su backup, Brett Favre salió… para dejar de ser un backup y cimentar una gran leyenda.
WHO LET TED THOMPSON DRAFT!?!?!?!?!
Mike Mayock pronóstico contra viento y marea, que Aaron Rodgers iba a ser la elección de los Green Bay Packers. Consternación. Rich Eisen anonadado. Compañeros de NFL Network igual. Y un terremoto se programaba rumbo a Wisconsin.
Equipos que no necesitaban QB, equipos que no tenían space cap para QB, equipos cuyos entrenadores estaban con la soga al cuello en sus trabajos que no estaban dispuestos a jugársela en un QB rookie… Había muchas razones por las que Aaron Rodgers fue bajando en aquel draft. Hasta el número 24. Ted Thompson lo tenía claro. Y lo pensaba días antes del draft. Trust the board. Era el mejor jugador disponible en ese momento en el board de los Packers.
Tres años después, este backup proveniente de California Golden Bears, se hacía con la titularidad de los Packers. Lo que tuvo que soportar durante ese verano antes de estrenarse como titular fue mucho. Y lo que pasó aquel verano, es digno de película. El retiro, el retorno, el training camp, el divorcio… Pero ahí estaba, aguantando estoicamente e intentando convencer a una hinchada que quería tener a Brett Favre de vuelta (se llegó a hacer una página web incluso, bringbackbrettfavre.com). Aun costó convencerles, pero al final, lo consiguió.
MENUDOS TRES BACKUP…
Llegó el momento de la despedida para la santísima trinidad, para los que conforman hasta el momento el sixteen club.
Bart Starr lo dejó todo en el campo… y en la banda. Se hizo respetar por sus compañeros y más importante aún, por Vince Lombardi. No hay ningún pero que ponerle como jugador y mucho menos como persona. La última vez que se le vio en el Lambeau Field fue cuando donó el anillo de la segunda Super Bowl que ganaron, amén de otros objetos para que se conservaran en el museo del Hall of Fame de los Packers. Ese sería la última vez que estaría de cuerpo presente en Green Bay
Brett Favre fue traspasado a los Jets. Casualidades de la vida, hubiera sido el equipo que lo hubiera elegido en el puesto número 34 del draft de 1991. Después de jugar en los Jets un año, se retiró (nuevamente). Pero volvió, nuevamente…
Cuando se marchó de Atlanta, se juró que Jerry Glanville se arrepentiría de no haberle dejado jugar. Llega el momento, esa mentalidad fue la que le hizo volver a jugar… pero volver a jugar con los Vikings. Él quería jugar contra Green Bay y cuantas más veces mejor… Al final, volvió para jugar, pero en Minnesota. ¿Os imagináis que lo hubiera hecho para Chicago? A él y acorde a su biografía, no le hubiera importado.
Al final, todo quedó olvidado tal y como se demostró en su discurso del Hall of Fame de Canton: “Make no mistake about it, i will be remembered as a Packer”.
Aaron Rodgers sigue como titular a día de hoy. Se da por supuesto que solo estará esta temporada. Pero muchas veces, en este maravilloso deporte, no hay que dar nada por supuesto, ya que aún le quedan años de contrato. Nadie sabe lo que pasará en 2022, pero lo que sí se sabe es que hará todo lo posible por mantenerse al mismo nivel que le ha llevado a ser el MVP. En 2008, la presión la aguantó de una manera encomiable. Y como ya dijimos anteriormente, se acabó ganando a la hinchada cheesehead. Para muestra de ese 2008, un botón.
Corría la jornada cuatro. Green Bay contra Tampa. Aaron Rodgers cae lesionado durante el partido y a pesar de que vuelve para una última serie, la derrota es un hecho y Aaron Rodgers sale de Tampa con un esguince en el hombro. Lógicamente, todo vuelve a estar alrededor de Brett Favre. ¿Por qué?. En una palabra, Ironman. Brett Favre no faltó a la titularidad ningún día desde que sustituyó a Majik Man. Llega la jornada cinco y los Falcons visitan Lambeau Field. Por la mañana, Rodgers, Tom Clements (QB Coach de Green Bay de 2006 a 2011) y los médicos de la franquicia se encuentran reunidos en el Don Hutson Center haciendo un entrenamiento privado para ver si está capacitado para jugar ese día.
Al final, no solo jugó ese día, sino que jugó bien. Demostró de la pasta de la cual estaba hecho. Por cosas así, fue por la cual Aaron Rodgers, fue despejando dudas y convenciendo Cheeseheads.
Nadie duda que el aura de misticismo que muchas veces se nota en estadios míticos, se acentúa más si cabe en uno como el Lambeau Field. Dos de sus tres integrantes tienen sus números retirados, y el tercero, va camino de ello. Y aunque ya Bart no esté entre nosotros y Brett esté viviendo en Hattiesburg, ambos dos, están siempre presentes viendo como Aaron Rodgers engrandece su leyenda.