Llegaba Baltimore a un draft sin excesivas necesidades. Obviamente las tiene. Esta liga te obliga a un esfuerzo prácticamente sobrehumano si quieres seguir siendo competitivo. Pero, en esencia, la columna vertebral del equipo es lo suficientemente robusta como para seguir siendo un candidato real a todo.
La FA dejaba a Baltimore sin algunas piezas otrora fundamentales. La parcela defensiva fue la que sufrió las bajas más notables. Matt Judon viajaba a Massachusetts para firmar por los Patriots y Ngakoue buscaba casa en Las Vegas.
En ataque Orlando Brown, en un trueque que favorece a ambos equipos, era traspasado a Kansas (Baltimore obtenía, entre otras, una primera ronda de 2021) y el cuerpo de receptores se veía limitado tras la marcha de Willie Snead, entre otros.
Previo al draft, los especialistas estimaban el Edge, el cuerpo de receptores y la línea ofensiva (algo menos tras la firma de Alejandro Villanueva) como los principales refuerzos que el equipo debía plantear.
Pick 27. Rashod Bateman, WR, Minnesota.
De un plumazo solventaban una de sus principales necesidades. Un WR que es un upgrade inmediato en el roster. Bateman, Brown y Watkins; 3 receptores que han sido seleccionados en primera ronda en sus respectivos drafts. Algunos medios han comparado a Bateman con Keenan Allen y realmente talento no le falta al receptor de los “Gophers”.
Pick 31. Jason Oweh, LB, Penn State.
De nuevo Eric DeCosta volvía a hacer lo que mejor sabe. Armar un equipo ganador. Micah Parsons ya había salido, Zaven Collins también. Oweh debía estar en esa lista, junto con JOK.
Bien era sabido que la profundidad de la clase de LB’S en este draft no era del todo extensa en cuanto a la élite en dicha posición se refiere, de ahí que ser rápidos en adquirir uno de ellos podía resultar clave en el futuro cercano de la franquicia. Oweh, por derecho, debía estar muy arriba en muchos big boards de la mayoría de los GM’s de la NFL.
Pick 94. Ben Cleveland, OG, Georgia.
“Big Country”, así era denominado el bueno de Ben. Sus habilidades lo hacen perfectamente apto para competir en muy poco tiempo por ser el left guard titular del equipo. Especialmente efectivo como pass-blocker, es otro refuerzo claro a mejorar las opciones de pase del jugador franquicia de Baltimore, Lamar Jackson.
Pick 104. Brandon Stephens, DB, SMU.
Un ex running back reconvertido a free safety y que, según DeCosta, iba a generar un impacto inmediato en los equipos especiales.
Pick 131. Tylan Wallace, WR, Oklahoma.
Otra apuesta para favorecer la explosión de Jackson como el QB de futuro de la franquicia. Un receptor explosivo, buen route runner y con muy buenas manos (apenas un 1.1% de drops en 2020). Las lesiones del pasado marcarán su futuro.
Pick 160. Shaun Wade, CB, Ohio State.
Pese a que inició su andadura como slot corner (donde incluso muchos lo pronosticaban como primera ronda) finalizó su juego como CB exterior. Es muy posible que Harbaugh tenga bien presente cómo utilizarlo y sacarle el máximo partido.
Pick 171. Dalein Hayes, DE, Notre Dame.
Tras la elección de Oweh, Baltimore se decantó por otro Edge. En este caso un líder nato como Hayes. Otro posible gran acierto de la franquicia de los Ravens.
Pick 184. Ben Mason, TE/FB, Michigan.
Un gran bloqueador y otro upgrade inmediato, al menos, para los Special Teams.
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