Una de las mayores batallas, presentes en la última Super Bowl era la conversación sobre si Patrick Mahomes habría superado claramente a Tom Brady en caso de haber vencido y conseguir su tercera victoria consecutiva. Lo conseguido por Kansas City Chiefs con Andy Reid a la cabeza y Patrick Mahomes como su quarterback ya los ha puesto en la misma mesa que Bill Belichick, Tom Brady y New England Patriots. Pero el superar la historia a veces pide que se cueza todo a fuego lento. Legado Legado Legado
El hoy, el ya
“Vivimos en un mundo de inmediatez”. Cuántas veces habré escuchado esta frase, e incluso habré dicho, en los últimos tiempos. En realidad, es así. Ahora el tiempo es más valioso que nunca e incluso pagamos para que todo sea “ya”. Pero no por esto deberíamos querer borrar de la memoria lo que ha costado mucho tiempo fraguar y dar forma, porque todo lo hecho a fuego lento sale y sabe mejor.
Con la disputa de esta última Super Bowl, hemos entrado en un debate, para mi absurdo, de si P. Mahomes superaría a Tom Brady al conseguir el tercer anillo consecutivo. El legado de Tom Brady, o más bien de New England Patriots diría yo, no se puede medir solo en anillos consecutivos. El legado de Tom Brady ha sido más de 20 años de carrera en los que no solo ha ganado siete anillos: ha habido finales perdidas, ha habido escándalos y sanciones que ahora no es momento de debatir si fueron justas o no, ha habido varias reconstrucciones de plantillas sin dejar de competir al máximo nivel. Y, para mí, la guinda del pastel ha sido salir de su círculo de confort, de su entorno, de su hábitat natural, y volver a ganar con la inmediatez que ahora exigimos con un nuevo staff, con nuevos compañeros, y en un entorno que en nada se parecía a la severa y estricta disciplina de la que venía con Bill Belichick.
No pudo ser
Al final, no pudo ser. En esta última Super Bowl “Los Jefes” de Kansas City no solo no pudieron superar a los Philadelphia Eagles en el emparrillado del Caesars Superdome, sino que fueron, como se dice en el argot, literalmente “asfaltados” por un rival que realizó un partido perfecto. Un partido que se ajustó al plan marcado y que no tuvo fisuras en su desarrollo.
¿Podemos decir que esto es un fracaso para P. Mahomes? En un deporte en el que el más mínimo detalle cuenta, y que tan solo unas pulgadas pueden ser decisivas, sería demasiado injusto llamar “fracaso” a la temporada que ha realizado el quarterback de los Chiefs llevando a su equipo hasta una Super Bowl, con lo complicado que es el reto, y más aún después de la trayectoria de estos últimos años.
Tirando un poco de archivo, en la Super Bowl LII, Brady, después de batir el récord de yardas en una final con 505, no fue capaz de derrotar, curiosamente, a unos Eagles que consiguieron el primer anillo de su historia dirigidos por Nick Foles, quarterback que había sido suplente durante toda la temporada. Todos sabemos cómo continuó la carrera de Tom Brady después de este “fracaso”. O, simplemente, recordar el final de aquella “temporada perfecta” en la que entre Eli Manning y un tal Steve Spagnuolo dieron al traste con lo que podía haber sido otro hecho histórico en el currículum de Brady.
Pasar a la historia
Cuántos pequeños detalles pudieron haber cambiado la trayectoria de tantos jugadores, cuyas carreras fueron magistrales, pero que un field goal al palo o un simple catch que toca el suelo o no, cambió drásticamente el devenir de un partido, de una temporada o de una carrera. Se puede denominar “fracaso” la trayectoria de Jim Kelly después de jugar cuatro Super Bowls consecutivas con sus Bills y perderlas o, simplemente, se puede decir que se dieron una serie de circunstancias, como haber coincidido con grandes rivales como Troy Aikman o Steve Young, que eclipsaron su carrera. Una trayectoria se evalúa al final de su carrera, y creo que hizo méritos suficientes para estar entre los mejores.
Tom Brady, para forjar su leyenda, tuvo que derrotar y ser derrotado, en ocasiones por grandes rivales que la engrandecen, como fueron Aaron Rodgers, Drew Brees o Peyton Manning, sin duda una de las mayores rivalidades en la historia de este deporte. Mahomes también tiene sus grandes rivales que pueden marcar una era mítica, sin ir más lejos un Josh Allen al que hasta el momento mantiene a raya, pero promete volver. Eso sí, hay uno al que nunca ha derrotado y no podrá hacerlo ya en toda su carrera.
El camino para disfrutar
Las grandes historias se forjan a base de rellenar capítulos, superar dificultades, y conseguir retos que no se logran en dos días. Dejemos que las aguas corran por su cauce. Dejemos que el sensacional quarterback de los Chiefs culmine su obra y, cuando decida colgar las botas –esperemos que dentro de muchos años–, pongamos en una balanza los logros de cada uno. Y el que quiera que dicte sentencia y diga quién es el auténtico GOAT. Ya os digo que no voy a ser yo el que se atreva.
Mientras tanto, disfrutemos de este maravilloso deporte, en el que un domingo cualquiera unos cuantos guerreros, pugnan por avanzar un puñado de yardas mientras, en frente, las huestes enemigas defienden su territorio con sudor y sangre.