Nick Foles no debería estar ahí. Muchos otros en su lugar habrían abandonado. Un traspaso forzoso en su primera etapa en Philly, una salida por la puerta de atrás en Los Angeles, un paso fugaz por Kansas City… Sin perspectivas de futuro, lo normal hubiera sido dejarlo y dedicarse a otra cosa que le llenase más. Probablemente, volcarse en su vocación religiosa.
Nick Foles no debería estar ahí. Pero alguien desde arriba tenía otros planes. Wentz, el chico maravilla, candidato a MVP de la liga, se dejaba la rodilla en una valiente zambullida hacia la end-zone. Le tocaba salir al campo a manejar los destinos del que era el mejor equipo de la NFC, y en quien nadie desde ese momento volvió a confiar como favorito.
Nick Foles no debería estar ahí. Eso debió pensar Matt Patricia, el coordinador defensivo de Patriots, cuando lo vio recibir totalmente sólo en la zona de marca. La jugada de engaño “Philly special” con la que anotó el touchdown, será indudablemente la imagen que nos quedará grabada de la SuperBowl LII, para escarnio patriota y regocijo filadelfiano.
Nick Foles no debería estar ahí. ¡Pero vaya si lo estuvo! A lomos de una fantástica defensa que eclipsó sus virtudes llevó a los Eagles al Gran Partido. La jugada anterior será la más recordada. Pero hubo otras, quizá a la misma altura en importancia aunque no tanto en relevancia, que merecen ser recordadas.
3ª y 4 desde la yarda 32 del campo de PHI. 1er cuarto. 13:37 del cuarto por jugar
Philadelphia había iniciado el partido ejecutando jugadas de pase. Quizá la mejor manera de templar los nervios del joven QB era una terapia de choque. Cuanto antes caliente el brazo, mejor. Primer drive y primera situación comprometida. 4 yardas por avanzar no convierten un tercer down en insalvable, pero si es el primero, y en una superbowl, la cosa cambia. A cualquiera le temblarían las piernas.
Formación en bunch a su izquierda. Jeffery queda emparejado con Rowe, sorprendente sustituto de Butler. Foles mira dos veces hacia allá. Gana tiempo moviendo lateralmente hasta que Jeffery hace un lío a Rowe y se queda solo para un cómodo primer down. El drive sigue vivo. Era fundamental para soltar tensión. Apenas un puñado de jugadores eagles tenían en experiencia en un partido de semejante trascendencia. Mantener el ataque en el campo el mayor tiempo posible era fundamental de inicio. Primer escollo superado.
3ª y 12 desde la yarda 37 del campo de PHI. 1er cuarto. 12:30 del cuarto por jugar
Ni un minuto había pasado de la anterior cuando nuevamente se ve en una situación comprometida. 3ª y 12 son palabras mayores. Los Patriots mandan presión con 5 jugadores. Foles debe retroceder para aguantar en pie hasta que Torrey Smith desarrolle su ruta. De nuevo, Rowe es la víctima propiciatoria. Se come el amago de Smith de ir profundo, y cuando éste se gira a la altura del primer down para una meritoria atrapada, no puede hacer nada por evitar que continúe el drive.
En algunos medios he leído que la pobre actuación de las defensas había deslucido el partido. ¿En qué momento los puristas nos hemos vuelto tan exquisitos? Es cierto que hubo un evidente desequilibrio en el que los ataques resultaron claramente vencedores, pero no me parece justo restarles méritos. Creo que hay que valorar como se merecen las fabulosas actuaciones de ambas líneas ofensivas, el talento de corredores y receptores, y por supuesto, dos quarterbacks en estado de gracia con sendos partidos prácticamente inmaculados.
1ª y 10 desde la yarda 34 del campo de NE. 1er cuarto. 2:41 del cuarto por jugar
Los Patriots acababan de empatar a 3. Su defensa se había mostrado efectiva en la red-zone (sólo dos veces anotaría Philly desde ahí en sus cuatro visitas, y una de ellas fue la citada jugada de engaño, ya en 4º down, resultando también estériles los intentos de conversión de dos puntos). Foles debía intentar hacer daño desde más lejos, con el riesgo que conllevaba.
Foles detecta defensa individual. Tiene a Jeffery, su mejor receptor, en uno contra uno. De nuevo muestra escasa caridad cristiana hacia Rowe. Ruta vertical de Jeffrey, movimiento de los otros receptores por el medio para mantener entretenidos a los safeties, y pase profundo a la esquina. Recepción o incompleto. Jeffery se estira y la atrapa. Touchdown que manda un claro mensaje para el resto del partido: “no hemos venido aquí de espectadores, vamos a dar guerra”. Determinante este golpe sobre la mesa.
3ª y 3 desde la yarda 37 del campo de PHI. 2º cuarto. 1:46 del cuarto por jugar
Los Patriots se acercaban a 3 puntos. Devolver el balón a Brady con tanto por jugar y 3 tiempos muertos era una invitación a, cuanto menos, irse a los vestuarios empatados. Foles venía de lanzar una intercepción. No fue culpa suya, sino consecuencia de un desafortunado rebote, pero intercepción al fin y al cabo. Un “error” que puede meterse en la cabeza de alguien que no sepa mantener la sangre fría.
Clements hace una ruta wheel. Una de tantas que ambos han ejecutado exitosamente en los últimos encuentros. Esta vez el defensor es Richards, un safety del fondo de armario patriota, a quien pillan a contrapié. El pase es impecable, permitiendo al runningback avanzar sin perder un paso. El talento del undrafted le lleva hasta la yarda 8 de Nueva Inglaterra.
3ª y 6 desde la yarda 22 del campo de NE. 3er cuarto. 7:25 del cuarto por jugar
En una fulgurante salida de vestuarios, los Patriots se habían puesto a sólo 3 puntos. Conformarse con un field-goal suponía, por los derroteros que estaba tomando el encuentro, dar la oportunidad a los de Nueva Inglaterra de ponerse por delante. El plan de Pederson era que los de Belichick fuesen siempre a remolque para forzarles a arriesgar. Había que devolver golpe por golpe, en esta particular “partida de tenis”, donde perder el servicio o la iniciativa podría significar la derrota.
Foles escanea el horizonte. Bien protegido por sus guardaespaldas de la línea ofensiva, descubre un minúsculo hueco donde conectar un pase. Busca a Clements en la end-zone entre tres rivales. Si es recepción o no, quedará para el debate, pero la calidad del pase no se puede discutir. Ni su oportunidad, en un momento del partido tan delicado.
4ª y 1 desde la yarda 45 del campo de PHI. 4º cuarto. 5:39 del cuarto por jugar
Probablemente, la jugada ofensiva de Philadelphia más decisiva que no acabó en anotación. Otra jugada que quedará marcada en el recuerdo colectivo de esta SuperBowl LII. Los cánones dictan que no te puedes jugar un 4º down en tu propio campo. Los Patriots se habían puesto por delante por primera vez en el partido. Todos comentamos en ese momento que esta película ya la habíamos visto, y al final la chica se iba con Brady. Los cánones también sentenciaban que siendo conservador no se puede ganar una SuperBowl a Nueva Inglaterra. Los Eagles no tenían otra alternativa que jugársela a todo o, lo más probable, nada.
Foles en shot-gun. Decir que la presión ambiental, mental, y sobre todo, de la línea defensiva patriota era intensa, sería quedarse muy cortos. Efectivamente, la línea se cae por su izquierda. Sin embargo, ha aguantado lo suficiente para que se ejecute a la perfección el pick–play entre Celek (enorme y oscuro trabajo el suyo) y Ertz que permite a este último quedarse sólo y conseguir el ansiado primer down. Foles termina la jugada con sus huesos en el suelo, pero el espíritu por las nubes. Aún no ha dicho su última palabra.
3ª y 7 desde la yarda 11 del campo de NE. 4º cuarto. 2:25 del cuarto por jugar
La última gran jugada de Foles, y gracias a la fenomenal actuación de su defensa, su último pase del partido. El drive se había conducido de forma magistral, pero dejar más de 2 minutos a Brady, y peor aún, valiéndoles con un field-goal, era una sentencia de muerte. Nadar un océano para morir ahogados en la orilla. Apartar de los labios la miel de un triunfo que se empezaba a saborear.
El objetivo de la jugada era, al menos, conseguir el primer down y seguir arañando segundos al reloj. Ertz se había colocado como receptor abierto, ninguna novedad. Foles mueve a Clements en motion, lo que hace arrastrar con él al safety por temor a que se la vuelva a hacer. Ertz tiene vía libre por el medio. El pase al tight-end es rápido, y éste se encuentra con el regalo de que McCourty se trastabilla y no puede seguirle. Ve la tierra prometida y se lanza a por ella, como cualquiera de nosotros haría en tal situación. Si en la zambullida pierde la posesión y se debería anular la anotación, formará parte de la polémica que siempre debe acompañar a todo buen partido, pero determinarlo no es la finalidad de esta crónica.
La finalidad es reconocer como se merecen los méritos del justo MVP. No fueron un par de lances afortunados. No fueron facilidades de la defensa patriota. Foles se encumbró por sus propios merecimientos. Y con él, un poquito también, todos aquellos que trabajamos en silencio, actores normalmente secundarios, pero que algunas veces, pocas, la gloria se digna a ser tocada por nuestros humildes dedos. Foles no debería estar allí, pero siempre permanecerá en nuestros corazones.
Escrito por ……….. Antonio Magón(@antoniomagon)
Edición de vídeo por ……….. Diego Luaces(@diego_luaces21)