Esta ha sido la primera semana sin que jueguen nuestros Lions después de la derrota en Seattle y ha tenido un sabor amargo después de tantas semanas de ilusión. Al mismo tiempo, tengo una sensación de orgullo por la gran temporada que hemos realizado, recordemos que a principios de Septiembre las casas de apuestas nos daban como último clasificado de la NFC North. Realmente después de la retirada de Megatron esperábamos que fuera un año de transición y lo que ello conlleva, un ataque incapaz de anotar puntos, una defensa que no pararía a nadie y desde las oficinas sin saber cómo organizar la situación.
Pero después de un comienzo titubeante, de repente el equipo se encontró y semana tras semana, comenzaron a llegar las victorias y lo más importante, nos divertían y sobre todo después de muchos años nos esperanzaban, los aficionados estábamos ansiosos de volver a ver el siguiente partido porque finalmente nos veíamos capaces de todo y los jugadores habían dado ese paso al frente que les reclamábamos, Stafford era nuestro lider, Darius Slay ese Corner Back rápido y eficaz que venia prometiendo, Golden Tate ha dejado de ser un segundo receptor para comenzar a liderar nuestro ataque e incluso Matt Prater estaba haciendo el mejor año de su carrera… y asi podríamos hablar de la totalidad del Roster.
Tras muchos años, el Ford Field se envolvió de un halo mágico como nunca había tenido hasta la fecha y es que aunque parezca mentira, muchos aficionados jóvenes no recuerdan una temporada y una perspectiva como la desatada esta temporada. La consecuencia de las victorias y este aliento ha traído algo más profundo, la sensación de pasar a ser un equipo ganador y que va a competir cada partido, que finalmente toda la estructura está trabajando para cambiar la tendencia errática de los últimos años para ser un equipo triunfador.
Finalmente no se ganó la División, es una realidad y luego no ganamos el partido de Wild Card, pero a pesar de estas la derrotas finales una cosa es cierta, sentimos que estos objetivos son alcanzables y realizables a corto / medio plazo. Esto es posible porque somos un equipo en crecimiento, y por supuesto tenemos áreas con importantes mejoras, pero la realidad es que todos los equipos tienen mejoras a realizar y si analizamos nuestro Roster veremos que tenemos un QB que se ha llegado a especular que podría ser MVP y jugadores validos en todas las líneas del equipo, Ameer Abdullah, Marvin Jones, DeAndre Levy, Ezekiel Ansah y podríamos seguir, (mención aparte se merecen los Rockies que ya analizaremos) con bastantes más jugadores. Todo esto bajo la Dirección General de Mr. Bob Quinn que se ha estrenado este año y sus elecciones en el Draft y la FA han sido de notables, este año tiene que demostrar que no ha sido casualidad.
Por lo tanto, con todo lo expuesto, con los jugadores que tenemos, a poco que se acierte en los fichajes, el equipo debería de prosperar. Los aficionados de los Lions creemos firmemente que durante las próximas temporadas vamos a competir por la NFC norte. En este deporte tan maravilloso que únicamente tiene 16 jornadas, cada partido es una final, no hay ningún otro deporte que desprenda esta sensación, y cuando comience la temporada que viene y juguemos nuestras 16 finales, tenemos que estar con el equipo al 100%. Digo esto porque cuando lleguen las derrotas no es momento de volver a nuestros agujeros oscuros y decir que nunca ganaremos nada, porque este año nos han demostrado que hay que creer y tener FE. Este equipo, estos Detroit Lions no es el equipo con el que hemos crecido, este equipo está siendo construido para darnos lo que siempre hemos estado esperando en Detroit, ILUSIÓN.