Dice el refrán popular que año nuevo, vida nueva. Y aunque muchas veces sea así, hay cosas que nunca cambian… o sí.
Durante esta semana, ha salido a la luz, que el receptor Josh Gordon está intentando que la NFL le quite la sanción y le permita jugar esta temporada.
Lo primero de todo, he de decir, que siento una especial debilidad por este jugador, ya que durante el tiempo que estuvo activo en el equipo, fue ese clavo al que agarrarnos cuando nada más funcionaba. De hecho, fue capaz de ser uno de los receptores más destacados de la liga, incluso sin disponer de un buen QB que le surtiera de balones. Su superioridad física era imponente y partido tras partido demostraba que había nacido para jugar a este deporte.
También hay que recordar, que el año pasado, que también volvía de una sanción, y tras contar con la confianza del cuerpo técnico, y estar llamado a ser el jugador de referencia en el equipo, volvió por sus fueros, cuando decidió ingresar en una clínica de rehabilitación por consumo de marihuana días antes de empezar la liga. Debido a su reincidencia en este consumo, la liga le sancionó por al menos un año.
Este tipo de sanciones, siempre abren varios debates. Por un lado, se hace extraño que en un país donde hay estados donde el consumo de marihuana es legal, y teniendo en cuenta que esta sustancia no mejora el rendimiento, se castigue tan duramente su consumo. Por otro lado, el agravio comparativo entre otro tipo de sanciones, como violencia de género, con castigos menos severos que el simple hecho de consumir una droga recreativa.
Pero debates aparte, quería expresaros un poco mi punto de vista sobre Gordon y su situación actual en el equipo. Una situación, que nos genera a los aficionados sentimientos enfrentados.
Por un lado, ¿a quién no le gustaría tener un jugador así en su equipo? Gordon, si no fuera por los problemas que ha tenido, estaría a la altura de los grandes receptores de la liga, y posiblemente sería uno de los mejores pagados, si no, el mejor. Por ese lado, todos desearíamos la vuelta de Gordon, por supuesto.
Pero por otro lado, quien nos asegura, que tras tantas decepciones con Gordon, no vuelva a ocurrir y cómo puede afectar esto a un equipo, que en plena cimentación, no puede permitirse grietas estructurales.
Si a esto último, sumamos que Hue no es muy partidario de jugadores que arrastren problemas extradeportivos, nada hace indicar que esta aventura pueda llegar a buen puerto.
Sashi Brown, ha declarado esta semana, que los Browns no están en disposición de desprenderse de un jugador de la categoría de Gordon. Pero claro, decir lo contrario sería devaluar el producto de cara a un futuro traspaso.
Resumiendo, los fans de los Browns estarían encantados de contar con un Gordon centrado y con ganas de forjarse una carrera en el equipo. Pero no quieren sentirse engañados de nuevo por el #12.
Es difícil renunciar a un jugador de esta calidad, pero lo importante es el colectivo, por lo que o viene centrado al cien por cien, o tal vez este sea el momento de terminar de una vez por todas.
Y a estas alturas diréis: “este tío se contradice, no sabe lo que quiere” Efectivamente, estoy muy perdido, pero lo que realmente quiero es lo mejor para mi equipo, con o sin Gordon.
GO BROWNS!!!!