El pasado domingo el equipo de Jacksonville consiguió su segunda victoria de la temporada ante los Buffalo Bills que llegaban como claros favoritos al partido. Los Bills que llegaban siendo la ofensiva número 1 de la liga en anotación, pero no fue capaz de anotar más de 6 puntos ante una de las peores defensivas de toda la liga hasta el momento. Un partido trabado marcado por las defensas y las lesiones.
Antes de empezar, el partido a los Jaguars se les complicaba todavía más ya que su RB estrella James Robinson y su LT titular Cam Robinson no podrían jugar el partido debido a sendas lesiones, la de este último de manera inesperada ya que había podido entrenar con normalidad a lo largo de la semana, pero en el calentamiento para el partido empezó a sentir molestias en la espalda que le impidieron jugar, en su lugar entró Walker Little quien fue seleccionado en segunda ronda en el draft del año pasado y tuvo una buena actuación en su debut.
Todo esto sumado a las numerosas lesiones que lleva acumulando el equipo a lo largo de la temporada entre las más destacadas el rookie Travis Etienne, el receptor D.J Chark, el Center Brandon Linder y el guardia A.J. Cann dejaban una ofensiva con parches para el partido. Con esta retahíla de lesiones y tal y como venían las apuestas, la mano se antojaba complicada, todo apuntaba a que los Jaguars se llevarían un severo correctivo y que los Bills avanzarían con paso firme hacia su sexta victoria de la temporada.
El partido empezó de manera trabada y lenta como de costumbre para Jacksonville, los que sigáis sus partidos con frecuencia sabéis de lo que hablo, penalties estúpidos que lastran los drives de manera absurda, algo que bajo mi punto de vista es culpa de Urban Meyer, pero hoy no estamos aquí para atizar a Meyer. Jacksonville se ponía por delante anotando un field goal, a lo que los Bills contestaron seguidamente con otro. A partir de estos primeros drives el partido reduciría el ritmo y las defensas serían las dominantes.
Unos Buffalo Bills que también llegaban con lesiones importantes en la línea sufrieron ante la presión de Jacksonville y comenzó el curioso duelo entre Josh Allen (QB de los Bills) frente a Josh Allen (DE de los Jaguars). La situación de que un quarterback reciba un sack por parte de un jugador con su mismo nombre, que es la primera vez que tiene lugar en la liga desde que se tienen registros.
El DE Josh Allen fue el jugador más dominante sobre el terreno de juego el domingo, consiguió 8 placajes, 1 sack y 1 intercepción, firmando así una de sus mejores actuaciones, si no la mejor de su carrera en la NFL, pero no fue el único que tuvo una aparición destacada, Rudy Ford sumó 7 placajes y una intercepción y Taven Bryan sumó dos sacks.
En el costado ofensivo el partido estuvo marcado por lo sucedido a falta de 3 minutos para llegar al descanso. El quarterback rookie Trevor Lawrence sufrió un pisotón por parte de uno de sus líneas ofensivos, quedó tendido en el campo y tuvo que ser ayudado por parte de los médicos del club para salir, algo que heló el ambiente en el estadio y dio un susto a más de un aficionado de Jacksonville. Por suerte tras ir al vestuario y descartar mediante a Rayos X que hubiese alguna lesión importante el jugador pudo volver a los emparrillados, donde la defensa llevaría el peso del equipo consiguiendo la victoria final por 6-9.
Este partido debe de ser un punto sólido sobre el que Jacksonville debe construir, la defensa que hasta ahora estaba dando un rendimiento bastante pobre dio un claro paso adelante, ejerció presión continua sobre el mariscal rival y aprovechó su falta de carrera. La defensa debería tratar de cargar la caja para los partidos rivales ayudando a meter más presión y reducir la carrera de los equipos rivales y el ataque debería seguir enfocándose en establecer el juego de carrera mediante Robinson quien parece que estará de vuelta para la semana y ayudar a Lawrence mientras recupera efectivos.