Kansas City Chiefs: Lo que está bien, ¿no se toca?

Existe una máxima en el deporte, así como en la vida, que dice que lo que está bien no debe arreglarse. Pues tocar algo que funciona “solo” por ser un pelín mas detallista, puede estropear algo que ya funciona correctamente, y que con el desarrollo natural de los acontecimientos acabara por darte las alegrías esperadas. Y como en casi toda la sabiduría popular, no es cierto, o por lo menos, no necesariamente cierto.

En el año 2017 tuve que hacer un viaje por trabajo a San Pertersburgo, Rusia. En pleno mes de febrero… vaya, que de placer poco. Pero en una tarde libre, paseando por el centro histórico de la ciudad, por cierto uno de los más hermosos de Europa, encontré un souvenir que no pude evitar comprar. Se trataba de unas muñecas matrioskas de éstas típicas rusas, pero pintadas a mano como jugadores de football de la mejor liga del mundo, la NFL.

 

Autor de la foto: Luis Pérez

 

No solo resultaba paradójico comprar en Rusia algo tan americano que no podría encontrar en mi país, si no que además, tenían de todos los equipos, incluidos mis Kansas City Chiefs. Así que rápidamente hago la conversión de rublos a euros, compruebo que el precio es una estafa para turistas y acepto con ganas, igualmente, ser estafado comprando mis muñecos de chiefs.

Ese mismo año, 2017, hacía apenas un mes, habíamos podido vivir, como cada año, un playoff de la NFL apasionante. Para mí más aún, teniendo a mis Chiefs en ronda de wildcard por segundo año consecutivo. Esta vez contra Titans. Es cierto que el partido fue una debacle, pues se ganaba al descanso con solvencia, y todos recordaréis aquella remontada de Titans, con auto pase incluido de Mariota, que tras la zar y golpear el pase en el casco de un compañero, le cae encima a él mismo y corre para anotar el touchdown que a la postre certificaría nuestra eliminación.

Aquel playoff lo recordaréis también por el excelente paso de unos increíbles Jacksonville Jaguars que se quedaron a una mala decisión arbitral de acceder a una super bowl. Y quizás no recordaréis tanto otros casos como el tan sorprendente como efímero paso a playoff de unos Buffalo Bills que accedieron a wildcard tras una carambola rocambolesca en la que Ravens se quedaron fuera por muy poquito en el último segundo.

En Abril de ese mismo 2017 los Kansas City Chiefs draftearon por sorpresa, además haciendo un cambio con los propios Bills por una ronda más alta, a Patrick Mahomes. En cuatro escasos meses habían pasado muchas cosas, aunque en aquel momento no fuéramos del todo conscientes de lo que estaba aconteciendo.

 

Autor de la foto: Luis Pérez

 

Aquellas Matrioskas que compré en Leningrado se componían de 5 muñecas, como manda la tradición cada una más pequeña que la anterior. La más grande era Alex Smith. En las otras vemos a Travis Kelce, Jeremy McClin, Jamaal Charles y Marcus Peters. Vaya, lo que era la columna vertebral de aquel gran equipo.

Tan solo unos meses después, allá por el verano de ése mismo 2017 en los Chiefs había habido una pequeña revolución silenciosa. Aquel mismo verano, el gran Jamaal Charles se despedía de su franquicia, Marcus Peters la liaba hasta ser traspasado,  y Jeremy MacClin se iba tan silenciosamente como había estado. Y Alex Smith veía como detrás tenía un grandísimo chaval que iba a ser su sustituto inminentemente. Además la franquicia acabaría despidiendo a su General Manager John Dorsey después de hipotecar las finanzas del equipo.

Una franquicia NFL que cambia el general manager, draftea un QB en primera ronda, y se deshace de sus principales estrellas es, al uso, una franquicia en reconstrucción. Pero en Kansas se hizo de una forma tan silenciosa que prácticamente pasó desapercibida. Lo que nos compete hoy aquí habla de aquel 2017. Y de los diferentes escenarios que encontramos allí.

Aquellos Jaguars, a tocar del éxito, renovaron a Blake Borttles y gran parte de su plantilla y staff, y se hundieron rápidamente hasta donde hoy están. Y es que no fueron capaces de ser conscientes de la circunstancialidad de su éxito.

 

¡Corre! / arrowheadpride.com

Los Buffalo Bills, si lo fueron. Fueron conscientes que pese a un buen récord de 9-7, su clasificación para playoff había sido tan solo una anécdota, y debían de cambiar muchas cosas en la plantilla para establecerse como un rival serio y temible. La construcción ha sido lenta pero implacable y prácticamente no se les conoce un paso en falso o sin sentido en estos años. La fortuna puede sonreírte o no, pero un aficionado debe de “exigirle” a su club que jamás se conforme.

Seguro que encontramos cientos de proyectos que fracasaron tratando de dar un paso adelante, pero no se les podrá reclamar autocomplacencias. Todo esto me hace pensar también en aquellos Bengals felices por llegar cada año a playoff que esperaban que algún año se les diese cuatro casualidades a la vez, para conseguir avanzar alguna ronda. Y no se dieron. Y no sólo no se dieron, si no que el mundo de la NFL jamás les tomó en serio.

El próximo fin de semana se disputará La Ronda Divisional. Chiefs y Bills parten como favoritos en la AFC, y aunque es cierto que un mal field goal o un pick six te pueden dejar fuera antes que pestañees, lo que también es verdad es que se trata de dos proyectos totalmente afianzados después de no conformarse con techos menores. 

Chiefs está a sólo un partido de disputar su tercera final de conferencia. Consecutiva! Cualquier franquicia firmaría eso, cualquiera. Pero no es fácil darle una vuelta de tuerca a un equipo que “funciona” y te lleva a playoff. Por el miedo a desmontar algo que sabes que no irá más lejos, pero que si lo mantienes, te alejará de la lista del paro. Y eso, amigos, en la NFL es desafortunadamente un sable esgrimido en demasiadas ocasiones.

Muchos de nosotros apostamos sin titubear que Bills y Chiefs disputarán la próxima final de conferencia de la AFC. Y un número aún más elevado de aficionados creemos que lo merecen. Por juego y por proyecto. Y es que esas franquicias fueron inconformistas en su momento, inteligentes y moldearon sus proyectos sin traumas pero con el pulso firme.

Si hacemos éste artículo la semana que viene y se han cumplido las previsiones, sería ventajista, por eso sale hoy, porque por una vez, el resultado deportivo puntual no lo es todo, lo verdaderamente importante es el proyecto.

Romper tu propio techo de cristal es en el deporte, como en la vida, el más difícil y más duro de nuestros retos. No siempre se consigue, pero yo me alegro que los dioses del football recompensen las actitudes valientes, que no alocadas, no “solo” con resultados puntuales, si no con una posición envidiable en la liga.

Si mañana viajáis a San Petersburgo, buscad en la Plaza del Palacio, una paradita de souvenirs y si encontráis vuestro equipo en formato matrioska, mirad los nombres de las figuritas, y pensad que, quizás, para ser un grande, eso que parece inamovible, quizás no lo es tanto.

 

 

Luis Pérez Pla

2 comentarios sobre “Kansas City Chiefs: Lo que está bien, ¿no se toca?

  1. Como siempre una gran reflexión a nivel deportivo y cada vez más literario! En verdad que no se le puede pedir más a un equipo, esto es como el mundial donde tienes que estar al máximo nivel y dentro de grupo de seis u ocho aspirantes máximos y ya luego ganarlo o no son detalles, suerte o a saber qué pero debes estar ahí y si te toca pues perfecto y si no al siguiente año otra vez estar ahí porque al final en el deporte sólo gana uno .

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