Atribulada, la Reina Regente ensilló el caballo, preparó el petate y se largó a Breda. Hacía ya unos cuantos años que Spínola había pasado por allí (y el Conde Duque estaba más que muerto) pero hay guerras que resultan infinitas -pregunten por Joe Halden, si no con otra cosa quédense con ese nombre, una de las joyas mayores de la Ciencia ficción-. Las fronteras europeas cambiaban más de mano que Alsacia y Lorena, así que el Rey William III iba de aquí para allá declarando la guerra a cualquiera que tuviera dos manos y un crucifijo y haciendo pactos en la sombra con validos y gusanos. Grant Grant Grant Grant
Se cuenta que la visita de la Reina le sorprendió y le agradó, a partes iguales. Hubo fiesta, confeti y embarazo. La pareja tenía a favor la opinión del pueblo así que un sucesor estaba en el orden del día. Desafortunadamente Su Majestad sufrió un aborto, el primero de una serie agónica y dramática que la mantuvo trastornada e infeliz durante años, tal vez hasta su prematura muerte. Quizá el hecho de que los reyes fueran primos no ayudaba, genéticamente. Así que, descartados los hijos, se dedicaron a fundar Universidades y Museos a golpe de Decreto Real. Su reinado, corto, se conoció como la etapa William y Mary.
La Maldición de Breda en Hollywood
Recordaba yo la historia de Guillermo y María durante la noche de los Oscar, mientras veía a Diane Warren perder otro año más. El decimosexto, los últimos ocho de manera consecutiva. Toda una tradición. Autora de temazos como I don`t wanna miss a thing, cantada por Aerosmith, Nothing`s gonna stop us now o Because you loved me, su biografía musical es como una tarde escuchando Los 40 Classic. Ostenta, Warren, el récord (compartido) de mayor número de nominaciones sin premio, pese a que no es ni de lejos la que más veces ha perdido. Es tan bestia que los académicos ya le dieron un honorífico, en 2022, por si acaso se empeña en seguir perdiendo para siempre.
Una de tantas injusticias, pensé, como la de Glenn Close: ocho veces nominada, 8 vencida. Alguien debería ofrecerle un papelón postrero de esos que redimen, al estilo de Mickey Rourke. Mientras tanto y no, debemos conformarnos con revisitar su extensa filmografía y gozar de una de las mejores actrices de la segunda mitad del siglo pasado. Y ella con el cariño del público, que la adora, tal y como quedó patente en la última visita a su alma mater, la Universidad de William y Mary, donde se licenció en Teatro y Antropología.
La William & Mary University
Pese a ser una gran desconocida para el público español, esta Universidad es la segunda más antigua de los Estados Unidos. Y apenas la novena más antigua de todos los territorios anglófonos. Fue inaugurada en 1693 en Williamsburg, Virginia. Hasta 3 presidentes americanos (Jefferson, Tyler, Monroe) estudiaron en sus aulas, algún actor además de Close y varios miembros ilustres de la familia del football americano. Dos de los treinta y dos actuales entrenadores en jefe de la NFL son antiguos alumnos de W&M.
Mike Tomlin, coach de los Steelers y licenciado en Sociología en 1995 y Sean McDermott, que dirige a los Bills y se licenció en Económicas en 1998. También salió de allí el Coordinador Ofensivo de McDermott en Buffalo, Joe Brady, que fue además jugador en ese mismo College entre 2009 y 2012 y entrenador de Linebackers los dos años siguientes. La lista de alumnos que, saliendo de sus aulas, llegaron a debutar en la NFL es larga. Nosotros queremos pararnos en alguien que aún no ha debutado pero va camino de conseguirlo.

La Maldición de Breda Charles Grant
El último producto de esta Universidad Colonial es el Tackle Ofensivo Charles Grant. Jugador tardío, sustituyó la lucha por el football en sus últimos años de High School. Como jugador de W&M ayudó a su universidad a ranquear en el top 4 de la nación en ataque terrestre permitiendo solo un sack en su año Senior y 2 en sus 3 años de College. Tanto impacto tuvo que fue nominado al Walter Peyton Award, premio que se otorga al mejor jugador ofensivo de la NCAA I-Division Football Championship Subdivision, honor infrecuente para un línea ofensivo. Fue el primer jugador en recibir -y aceptar- la invitación a la Senior Bowl, aunque una lesión de la que está recuperándose le impidió participar.

Tampoco ha podido mostrar sus habilidades en la Combine en Indiana. No creemos que esto vaya a restar credibilidad o posibilidades a un prospecto que está muy bien valorado por los ojeadores y los equipos. Es evidente que su juego necesita aún mejorar en varios aspectos. No es el típico línea NFL-ready, pero su juego de pies y su manera de moverse con ese tamaño (más de 140 kilos y 1.98 de altura) producen unos magníficos bloqueos, precisos y poderosos. Ya se le ha visto en algún Mock Draft elegido el 32 por los Philadelphia Eagles. Vimos en la Super Bowl la importancia que le da Howie Rosman a las líneas.
Tiene mucho sentido si, como parece, Lane Johnson está al borde del retiro, que Eagles vaya drafteando un sucesor para el Right Tackle. Al igual que hicieron con Kelce: eligieron a su sucesor antes de que se retirara para que el novato, bien sentado en el banquillo, fuera aprendiendo poco a poco del mejor. Sin prisa, sin pausa. Lo que funcionó podría funcionar de nuevo. Cualquiera que seleccione a Grant, en fin, tiene un proyecto fantástico de OT entre las manos. Quizá no para ser titular el primer día pero con una capacidad y un futuro inmejorables.
La Maldición de Breda, el Barroco y la NFL
La NFL es muchas veces como la Europa del Barroco: las fronteras son las líneas, son permeables, son duras, hace frío y se combate a muerte por un puñado de pulgadas. Sobre el verde se puede perder pero jamás rendirse. Como la Reina Mary II. Tener hijos era más que una obsesión, era su trabajo y su deber para con sus súbditos. No se rindió jamás aunque ello le costara al fin la vida.
Pablo López | @Jucort365
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