En esto de la NFL te cuelgan un sambenito rápido, y es más difícil de quitar que una mancha de chocolate. En este sentido, hace ya unos cuantos años que la Oeste de la AFC se le consideró la Wild West. Y seguramente con motivos. El año pasado se clasificaron dos de sus equipos para la post-temporada. En el anterior, dos. Antes de ése, tres. Y hace cinco otra vez tres equipos fueron a playoffs. Los Broncos reinaban ahí, Chiefs entraban como equipo rocoso y Chargers siempre peleando con más magia que oficio.
El Oeste no es lo que era
Este año, por esa misma inercia se volvía a colocar a la división como un infierno. Y no lo es. El cruce con la Este de la NFC lo ponía aún más difícil. Pero en el Oeste los bandidos sólo mueren en el duelo. Antes toca fanfarronear ante la dama. ¡Quiero aclarar de entrada que la división no es un hazmerreír! Que luego te acusan de haber matado a Kennedy… Pero resulta evidente que el nivel ha caído de forma sustancial.
Broncos: los potros no corren
Antes de iniciar la temporada era obvio que Denver tiene un serio problema en ataque. Tras la lesión de Anderson se quedaron sin carrera, y se cayó casi toda la aportación ofensiva de élite que poseían. Lynch no es un tipo que aterrorice, precisamente. Por lo menos no al nivel del mito de Billy el Niño.
Chiefs: engañando desde la cantina
Antes de iniciar se continuaba con la verborrea que Chiefs tenía una defensa capaz de parar a quien sea. Pero no se tenía en cuenta que ya el año anterior la defensa fue una de las peores en yardas permitidas. Sin embargo, su número de turnovers (un factor que ayuda mucho pero en el cual jamás puedes basar tu éxito) y el ataque pausado (consumiendo mucho reloj) maquillaba las sensaciones. El ataque continuaba sin salir de la cantina.
Chargers: un pistolero en el desierto
Por otro lado, y antes de la primera jornada, se especulaba con el talento oculto de los Chargers de Philip Rivers. El pistolero por excelencia tiene un año más en su revólver, y sin llegar a tener la pólvora mojada sí que juega con la muerte. Tanto, que suele llevarse alguna herida crucial. Eso sin contar con la falta de constancia y consistencia de un equipo abandonado a su suerte en el estadio desértico de Los Angeles.
Raiders: la dependencia en el sheriff
Y por supuesto, el sheriff. Todos situaron a Raiders como la octava maravilla. Más aún tras firmar un contrato astronómico a un quarterback joven, sin el cual el equipo hizo un ridículo estrepitoso en el partido de Wild Card. Ello habla perfectamente de la falta de consistencia de un bloque. Sin contar que cuando el sheriff siente la presión cerca, es uno de los peores tiradores del condado. Además, llegaron a playoffs ganando 10 partidos en el último suspiro. Y por menos de un touchdown…
Emoción en la mediocridad
El resultado es una división cargada de promesas sin fundamento. Un montón de equipos capaces de ganar a cualquiera, sí. De ejecutar partidos cargados de emoción e incluso buen football. Pero sin la enjundia y consistencia suficiente como para ser ese equipo completo en todas las líneas capaz de apabullar a sus rivales. Pistoleros de grillete reluciente y espectacular sombrero, pero que jamás han cruzado El Valle. Y que cuando encuentran al malvado bandido que atracó la diligencia suelen salir de la cantina a patadas por la puerta giratoria…
En fin, que de el pasado glorioso no se vive. Y que seguiremos viendo una división igualada y emocionante. Pero esta vez será por la mediocridad y poca consistencia de los cuatro. Y veremos bonitos duelos. Pero ya os adelanto ahora que en la batalla habrá caídos. Y por supuesto no entrarán de nuevo tres equipos en post-temporada. Es probable que ni siquiera dos. Los calendarios y las hostias que se van a dar entre ellos les harán marcar muchas derrotas en su casillero. Cowboys, Redskins, Eagles, Giants, Patriots… Demasiado rival duro para salir airoso. Por lo menos para estos equipos majetes, pero no temibles.
Aún queda mucho, y puede voltearse la situación. Pero da la sensación que a medida que pasan las semanas el tiempo juega en su contra. Tanto a Chiefs como (sobre todo) a Broncos les van leyendo la matrícula. Da la sensación que estuvieron a su máximo nivel en el momento equivocado. Chargers se ocupará él solo de autodestruirse. Quizás el sheriff tenga aún un punto de mejora en esa ruleta en la que vive instalado, pero no parece que así sea según avanzan las semanas.
Lo dicho, el Wild West. Pero no el de antaño…
Luis Pérez
La verdad que totalmente de acuerdo. El que no sigue a un equipo de la división puede llevarse a equívocos pero en líneas generales muy de acuerdo. En cuanto a Chiefs, que es al que sigo, lo has calcado perfectamente aunque quizás falte decir que el ataque sí ha dado un paso adelante y que Alex Smith dentro de sus limitaciones está jugando por encima de sus posibilidades por lo que a futuro, y con la inclusión de Mahomes si llega a ser el qb estrella por el que subieron en el draft, el futuro puede pintar más brillante si tapamos la sangría de la carrera con buenos linieros,probable, encontramos un córner que acompañe a Marcus Peters y este se dedica a jugar y no a pensar en problemas sociales ,menos probable, y por último encontramos a alguien que nos dé pass rush como Justin Houston hace 3 o 4 años y por supuesto reestructuran su contrato, algo nada probable….muchos “if” no?
Perfectamente analizado Pepesito!!
Que bueno ver chiefs por aquí! Un abrazo!