Ser la defensa número 1 de la liga es muy gratificante. Como aficionado te encanta ver a tus jugadores lograr bigplays en defensa. ¿Quién no se emociona cada vez que tus jugadores hacen un sack o una intercepción? Pero también conlleva una serie de riesgos a los que, los Baltimore Ravens se han enfrentado esta offseason.
Y es que, al igual que ser la mejor defensa del país es muy gratificante, también es arriesgado. Sobre todo si la mayor parte de los líderes de esa defensa están en último año de contrato. Los general managers del resto de las franquicias están como locos tachando los días del calendario para que llegue el inicio del tampering. ¿Qué significa esto? Que legalmente, las franquicias ya pueden negociar con los agentes de los jugadores sus nuevos contratos. Y claro, es aquí donde entran en juego las emociones, las ambiciones y sobre todo, el dinero. Porque amigos, no lo olviden, esto es la NFL y esta es la liga deportiva más importante del mundo y se mueve mucho, mucho dinero.
Grandes pérdidas
CJ Mosley, Zadarius Smith y el gran Terrell Suggs eran los jugadores defensivos que podían negociar con otros equipos su posible fichaje. En Baltimore se daba por hecho que Zadarius no iba a renovar con la franquicia córvida, al igual que también se esperaba que Terrell Suggs se retirara vestido de púrpura y negro. Las mayores incógnitas estaban relacionadas con CJ Mosley. El linebacker, al que muchos catalogaban como sucesor de Ray Lewis en Baltimore, llegaba a la agencia libre como uno de los jugadores más cotizados del mercado y desde el staff de Baltimore anunciaron que poner el Franchise Tag al jugador no estaba entre sus planes. Así que, ¿Pagaría Eric DeCosta el excesivo precio de mercado por la renovación del linebacker de Alabama? ¿Dejaría irse a uno de los pesos pesados del vestuario en general y de la defensa en particular?
La historia ya la conocemos. Terrell Suggs volvió a Arizona, tierra a la que está muy arraigado debido a su paso por la Universidad de Arizona State, con un gran contrato bajo el brazo. Cobrará en un año lo mismo que ha cobrado en Baltimore sus dos últimas temporadas. Zadarius iba a tener mercado, su última temporada fue bastante buena pero Eric DeCosta no podía permitirse gastarse una millonada en un jugador de terceros downs. Y CJ Mosley se marchó rumbo a los Jets, que le convirtieron en el linebacker mejor pagado de la historia. Además, a todas estas salidas hay que añadir la de Eric Weddle, un auténtico líder de la defensa y que cambió el rumbo de la secundaria desde que llegó a Baltimore.
Pasaban los días y los nervios y la inquietud empezaba a incrementar entre los aficionados de los Ravens. Todos nuestros jugadores se marchaban y no conseguíamos retener a nadie. Además, llegaban a nuestra división playmakers como OBJ. Y de repente, llegó el bombazo. Los Ravens fichaban a Earl Thomas, procedente de los Seattle Seahawks, uno de los miembros más conocidos de la famosa ‘Legion of Boom’.
Un contrato de cuatro años por 55 millones de euros, de los cuales 22 cobrará en una temporada. Eric DeCosta conseguía su gran primer fichaje en un playmaker que espera mantener a la defensa de Ravens al mismo nivel que el año pasado.
Pero… ¿Cómo queda la defensa de Ravens ahora tras todos estos vaivenes?
Semana 1 de la nueva defensa de los Baltimore Ravens
No es fácil, en un vestuario de la NFL donde hay tantísimo ego, perder a tus tres líderes. El papel de los capitanes juega un papel fundamental en el devenir de los equipos. La decisión que ha adoptado Eric DeCosta no es fácil y supondrá, entre otras cosas, una verdadera vara de medir si John Harbaugh es tan buen gestor del vestuario como parece.
Ahora bien, unos se van y otros vienen. Esto es ley de vida, y más en la NFL, donde los jugadores no son más que cifras y estadísticas. Es hora de que jugadores como Tony Jefferson o Brandon Williams den un paso al frente y se conviertan en los nuevos ‘sherrifs’ de esta defensa. Su veteranía y actitud en el campo demuestran que son ampliamente válidos para liderar esta unidad. Además hay que sumarle la llegada, como hemos dicho antes, de Earl Thomas, un jugador muy respetado en la liga por otros jugadores.
Por lo que, extradeportivamente hablando, espero que estos tres jugadores sean los que realmente lleven la voz cantante de la defensa.
También espero cambios en el campo. Obviamente ahora tenemos más agujeros que al inicio de la agencia libre. Y recordemos, no es la primera vez que los Ravens se enfrentan a este tipo de situaciones. Están preparados para ello y saben lo que tienen. Los aficionados también lo sabemos porque vimos algunos destellos de Kenny Young la temporada pasada que nos dejó intuir que es el favorito para ocupar esa posición de MLB junto a Patrick Onwuasor, el que por cierto cuajó una grandísimo final de temporada el año pasado. En la secundaria no hay mucho misterio, Earl Thomas sustituirá a Eric Weddle. Su versatilidad es muy parecida al del nuevo jugador de Los Ángeles Rams.
Ambos son dos safeties que pueden jugar tanto en la caja como en la zona profunda del campo sin ningún tipo de problemas. A favor de Earl Thomas hay que decir que tiene muchísimos mejores instintos que Weddle, cosa que nos ayudará mucho a paliar uno de nuestros grandes problemas: Parar a los malditos tight ends. Y que va a ser un excelente mentor para DeShon Elliott, un jugador que, si muchos me leéis en Twitter, es una de mis debilidades. Precisamente compartieron universidad y me recuerdan mucho el uno al otro. Es importante que Elliott juegue snaps, ya que en su temporada rookie una inoportuna lesión en el brazo le impidió jugar ni un solo snap.
El gran problema viene a la hora de hablar del pass rush. Hemos perdido a dos jugadores que el año pasado jugaron la mayor parte de snaps por el lado derecho de la línea. En un lado tenemos a Matt Judon, al que espero que los Ravens no dejen escapar, pero en el lado en el que normalmente se alineaban Suggs o Zadarius tenemos un problema. Parece ser que Tim Williams y Tyus Bowser no se han adaptado tan bien a la NFL como se esperaba. Además no han tenido continuidad por lo que su desarrollo se ha visto totalmente estancado.
En el mercado no quedan muchos nombres, por lo que podremos esperar que los Ravens drafteen a un edge rusher en su primer pick del draft. Hay un gran número de jugadores que vendrían de maravilla a una unidad que ha perdido a dos jugadores importantes. ¿Nombres? De momento no toca, pero más adelante prometo un artículo hablando de los mejores rushers disponibles.
Así que, que no cunda el pánico. La defensa cambió mucho con Wink Martindale, y aunque hayamos perdido a jugadores importantes, tenemos una mezcla muy buena de veteranía y juventud con jugadores que están llamados a ser los mejores en su posición en el futuro. Crucemos los dedos y no hagamos caso a lo que intentan vender aficionados de otros equipos sobre nuestra situación.
#Defense #RavensFlock