Es posible que la mayoría de vosotros conozcáis a los lemmings (o leminos, en español) por un famoso videojuego que hubo hace años. Son unos pequeños roedores norteños, del ártico, sobre los que circula una leyenda urbana que afirma que llevan a cabo suicidios masivos lanzándose por acantilados. Pero, aún siendo esto una falacia, y dado además que son animales del Norte, no he podido evitar ver similitudes entre este sacrificio grupal y algunos momentos de la offseason de los Minnesota Vikings. Y es lo que voy a repasar en este artículo. Porque, sinceramente, bien podría parecer que nos estamos acercando poco a poco a ese acantilado.
— La limpieza
Antes que nada hay que analizar los jugadores que no volverán, claro. Y a veces nos olvidamos de lo importante que es esto. Siempre pensamos que, para mejorar al equipo, hay que traer; pero no consideramos el «hueco» necesario para ficharlos (ya sea espacio físico en la plantilla o espacio salarial).
Los «sacrificados» son los siguientes:
De la lista se pueden sacar varias conclusiones. Como la purga que se ha hecho en la OL, quedando claro el desastre que era. O la despedida de jugadores «históricos» (Chad Greenway o Adrian Peterson), marcando el fin de una era. O el «caso Patterson», tras varios años sin aprovecharle ni hacerle explotar.
Sin embargo, me detengo en otro dato: se han ido 13 jugadores. Es decir, casi la cuarta parte del total de una plantilla «activa» (53 componentes). Y aunque eso, a priori, podría indicar algo bueno (dejar sitio para traer jugadores mejores), en la NFL (y el deporte en general) las grandes renovaciones relámpago ni se buscan ni suelen funcionar. Lo que ha pasado aquí, más bien, es que no hemos podido retener a varios jugadores que sí interesaba renovar. Y de repente, por falta de dinero o por falta de previsión, aparecen más agujeros que cubrir. Sin mucho espacio salarial. Y sin primera ronda de Draft.
Suficiente para que los aficionados viésemos al equipo al borde de un precipicio… ¿pero es así?
— Los repetidores
De acuerdo, se nos han ido muchos jugadores. Pero afortunadamente no todos ellos, y hemos podido mantener alguno en Minnesota. ¿Habrán sido suficientes para calmar el dramatismo de la afición vikinga?:
La verdad es que no mucho. Como habíamos visto fueron muchos los jugadores que se nos habían escapado, y poco quedaba ya que pudiésemos retener. Sin duda el gran nombre aquí es Adam Thielen, el jugador local que se ha convertido en un fijo a pesar de no haber sido drafteado por ningún equipo en su momento. Y que no os engañen las cifras: el contrato desglosado es muy favorable para los intereses del equipo. Quizás la mejor noticia de la offseason.
Por lo demás poco más. Renovar por lo mínimo a los dos chavales que cumplieron en la OL desde el banquillo, prolongar el mito de Terence Newman y su vino de la eterna juventud, y reestructurar el contrato de Brian Robison, que amablemente ha aceptado tal gestión para poder ganar un poco de espacio salarial.
Es decir: seguimos caminando, pasito a pasito, hacia el acantilado. ¿Podrán los agentes libres adquiridos rescatar la situación?
— Los nuevos
Todos sabemos cómo va esto. Llega la Agencia Libre y nos volvemos locos. Qué leñe, ¡la propia NFL se vuelve loca! Pagando burradas de dinero por desesperación a jugadores que no lo valen. Pero lo de los aficionados es aún más agónico. Todos con nuestra «lista de los deseos», y tirándonos de los pelos cuando otros equipos se llevan a nuestros pretendidos. Y en el caso de los Vikings la cosa estaba clara: necesitábamos fichajes en la línea ofensiva. Varios. Y buenos. No nos íbamos a conformar con menos, por supuesto. ¿Lo conseguimos?:
Aquí Twitter ardió, pasto de las llamas del caos y la desesperación. Sólo seis incorporaciones, pese a las bajas que tuvimos. Y ninguno de los «grandes» que queríamos (Zeitler, Whitworth, Wagner,…). Decepción absoluta. Se acabó. Nos vamos de cabeza al abismo, juntitos, de la mano, que igual así hace menos daño…
… pues no. Calma. No conseguimos ninguno de ellos, pero creo que nos hemos llevado un puñado de buenos jugadores que mejoran el grupo. Empezando por Riley Reiff y Mike Remmers, nuestros nuevos tackles. ¿Sobrepagados? Posiblemente, pero como os decía ésa es la norma en la Agencia Libre. Y ambos mejoran, ¡mucho!, lo que tuvimos el año pasado (como ese lemming llamado Clemmings, ejem…). Además, Latavius Murray es un jugador que me gusta por su eficiencia al correr y sus buenas manos, también en el bloqueo. Formará un buen combo con Jerik McKinnon a falta del running back que drafteemos este año (uno cae fijo). Y ojo con Datone Jones, que puede explotar bajo Zimmer tras no ajustarse bien al sistema defensivo de Packers. Case Keenum es un seguro hasta recuperar a Teddy Bridgewater, y Ryan Quigley competirá con el joven punter que firmamos a final de temporada, Taylor Symmank.
Conclusión:
Vale, es evidente; tras esta offseason no hemos arreglado al equipo. Sigue habiendo algún agujero importante en la línea ofensiva (right guard, en concreto), y nos falta cierta profundidad en determinadas posiciones. Pero eso no quiere decir que estemos peor, o que ya estemos abocados al fracaso. Eso sí, el draft va a ser vital para que este proyecto se mantenga con posibilidades. El alto número de bajas, más las necesidades evidentes del equipo, dan importancia a cada uno de los picks que hagamos.
Pero eso ya será tema para el próximo artículo, que publicaré justo antes del Draft (¡la semana que viene!). Mientras tanto quedémonos aquí, sentados al borde del acantilado. Disfrutando del paisaje y del sonido de las olas del mar rompiendo contra las rocas. Que al final para esto estamos, para disfrutar.
Os espero en los comentarios y en Twitter. Y, como siempre, muchísimas gracias por leer.
Skol Vikings!
Álvaro Fernández Fernández (@CDMinnesota)
A día de hoy me parece que Spielman ha tomado decisiones muy sensatas y se ha adelantado a los problemas como un buen profesional. Ha cubierto las principales necesidades con buenos jugadores y ha dejado para el draft aquellas posiciones que se pueden cubrir con picks de 2a ronda en adelante.
Creo que Spielman ha tenido más aciertos que fracasos como GM de los Vikings. El último, por ejemplo, el trade por Bradford; no tenemos 1ª ronda del Draft, pero estaríamos desesperados ahora por un QB cuando los que hay disponibles no son muy convincentes. Sin embargo, el Draft del año pasado no parece haber sido muy exitoso, por lo que la sensación es que se la juega en éste.
Me parece que le ha faltado algo de previsión en el apartado de renovaciones (perder a Ellison, Patterson o Munnerlyn deja huecos con los que no contábamos) y ha fallado al atar algún agente libre (como Alshon Jeffery, que se nos escapó de las manos), pero coincido contigo en que todo está dispuesto para que el Draft cierra una buena offseason. Sólo falta tener suerte con los jugadores que vaya cayendo, ¡y que hagamos las elecciones correctas!
¡Gracias por comentar!