Estoy 100% seguro de que muy pocos aficionados de Baltimore Ravens se esperaban una temporada como la que está cuajando el equipo de John Harbaugh. Una temporada histórica ya que se están batiendo récords de la franquicia como el mayor número de puntos anotados en una temporada regular o el mayor número de victorias consecutivas.
Después de unos años donde nuestras aspiraciones de playoffs se esfumaban en el último segundo del último partido de la temporada regular, el año pasado los Ravens volvieron a playoffs y, aunque perdieron en el primer partido de la ronda de wildcard frente a los Chargers, el espíritu del equipo cambió y se quitaron un gran peso de encima.
Pero… ¿Cuáles han sido las claves del éxito de estos Baltimore Ravens?
La perfecta transición de Ozzie Newsome a Eric DeCosta
Nunca en la NFL es fácil enfrentarte a un cambio de general manager. Más aún si tenemos en cuenta que en Baltimore nunca antes se habían enfrentado a esta situación ya que Ozzie Newsome había sido GM de Ravens durante los casi 25 años de historia de la franquicia. Antes de irse, Ozzie dejó un regalito a DeCosta llamado Lamar Jackson.
No voy a entrar en detalles, pues ya he hablado más de una vez de este tema pero Eric DeCosta parece haber acertado de momento con los movimientos que ha hecho, como por ejemplo traer a Earl Thomas III o tradear por Marcus Peters. Ahora la cuestión es ver si es capaz de mantener el bloque con tantos jugadores en último año de contrato.
El conservadurismo de John Harbaugh se esfumó
John Harbaugh. Grandísimo entrenador de la NFL y aún mejor gestor de vestuario. ¿Cuántas veces hemos visto como un vestuario en la NFL se le ha ido de las manos al HC y el rendimiento del equipo ha bajado drásticamente? Tan sólo hay que fijarse en los vecinos de Cleveland o Pittsburgh.
Eso con Harbaugh no ha pasado nunca (toquemos madera). Lo que si se criticaba de Harbaugh era su conservadurismo a la hora de tomar decisiones. El año pasado apostó por Lamar Jackson y la apuesta le salió bien. Ahí Harbaugh empezó a darse cuenta de que era momento de renovarse o morir. Una vez finalizada la temporada despidió a Marty Morninwheg, su OC y el mayor lastre del equipo hasta ahora. Ascendió a Greg Roman, del que hablaremos más tarde, a coordinador ofensivo y la apuesta también la salió bien.
Pero sin duda alguna, donde más se nota que Harbaugh ya no es tan conservador es en la toma de decisiones en los partidos. Ahora ya no tiene miedo a jugarse cuartos downs. Pueden salir bien o mal, pero la declaración de intenciones por parte del Head Coach es bastante clara.
Bravo Harb, bravo.
Greg Roman, un maestro
Todo el mundo se llevó las manos a la cabeza cuando vio en lo que se habían convertido los Baltimore Ravens tras las etapas de Morninwheg y Marc Trestman. Un equipo que históricamente se había caracterizado por tener uno de los juegos de carrera más potentes de repente pasó a lanzar más de 50 pases por partido. El equipo no estaba preparado para ello. No teníamos un tight end fiable, no teníamos buenos receptores, no teníamos una gran OL y por supuesto no teníamos un quarterback para ello.
Llegó Greg Roman, el cual ideó un plan perfecto para volver a dotar a los Baltimore Ravens de su seña de identidad: Un grandísimo juego de carrera. Un playbook muy amplio con jugadas de option para Lamar Jackson, power run para Mark Ingram y Gus Edwards. Si los Ravens tienen uno de los mejores cuerpos de Tight Ends de la liga… ¿Por qué no usar paquetes de formaciones con sus tres tight ends a la vez en el campo?
En fin, podría hacer un artículo únicamente hablando de la incidencia de Roman en el juego ofensivo de los Ravens pero eso lo dejaremos para otro día. Sin duda alguna, Roman también ha sido parte fundamental de este cambio.
Lamar Jackson – Belee dat
Muchos de vosotros me habréis visto twittear la expresión ‘Belee dat‘ y habréis pensado que estoy chalado. Pero no, es una expresión que hace referencia a lo que es Lamar Jackson y lo que significa para este equipo. Cuando Lamar fue drafteado por los Ravens, Deion Sanders le entrevistó y Lamar Jackson dijo que iba a llevar a los Ravens a la Superbowl. ‘Belee dat, belee dat’ (Believe that) decía el joven quarterback.
Ese vídeo resume a la perfección lo que significa Lamar Jackson para este equipo. Su humilde actitud ha contagiado a todo el equipo. Está claro que él lo que desea a toda costa es ganar y le dan igual los premios individuales. No es fácil seguir concentrado como lo está haciendo él a pesar de que en todos los campos a los que vayas escuches como corean ‘MVP, MVP’. Su temporada está siendo espectacular y se ve una gran mejoría respecto al año pasado, donde se convirtió en el quarterback más joven de la historia en ser titular en partido de playoffs.
Un partido donde se colapsó, pero que este año tendrá la oportunidad de desquitarse de aquello puesto que los Ravens ya se han clasificado de nuevo para la postemporada.
Lamar Jackson, eres un maldito genio.
Wink Martindale, volvió a dar con la tecla
¿Quién narices iba a pensar que la defensa volvería a rendir a este nivel tras la marcha de Weddle, CJ Mosley, Suggs y Zadarius Smith? Wink Martindale. Él tenía un plan. Él sabía perfectamente lo que le faltaba a la defensa. Cuando los de arriba le trajeron a Josh Bynes y LJ Fort su plan empezó a funcionar. Todo plan tiene una pieza indispensable, en esta ocasión esa persona es Chuck Clark, un jugador que para muchos no era más que un simple jugador de Special Teams y que hoy en día juega prácticamente todos los snaps de la defensa de Baltimore y es el encargado de la comunicación de la defensa con la banda.
Martindale ha dado con la tecla justo a tiempo y la defensa ha sido capaz de parar a equipos como los Patriots, los Seahawks, los Texans o los todopoderosos 49ers.
Como siempre, hay un montón de variables que influyen en el rendimiento de un equipo. Podríamos hacer un montón de artículos hablando y analizando cualquiera de ellas pero a grosso modo este es un resumen de los factores que han hecho que los Ravens cambien tan drásticamente de una temporada a otra.
Ahora a ver hasta donde llega esta aventura.
Nacho Pinilla @Nayonssen