Llegó el momento más esperado del año en nuestra amada ciudad de Nueva Orleans, llegó el momento del Mardi Gras.
Es la época del año para sacar a relucir los collares de colores, los mejores disfraces y disfrutar de los desfiles que se suceden durante los días de celebración, siempre acompañados por la música jazz, seña de identidad de la ciudad. Y en la Spanish Bowl vamos a celebrarlo también, pero a nuestra manera: un Mardi Gras en clave Saints.
¿Qué es el Mardi Gras?
Ya en el mes de enero, la noche de reyes, se celebra la Epifanía en la que se pueden ver ya carrozas desfilando por las calles y bailes de máscaras, además de ser el momento de comer el famoso king cake. Mardi Gras es el nombre por el que se conoce al carnaval, es una expresión francesa que significa “martes de grasa”, aludiendo a que es el último día para disfrutar de los placeres culinarios y carnales antes del inicio de la Cuaresma. También se le conoce como el “martes de carnaval” y se celebra el día antes del miércoles de ceniza.
Dos semanas antes del Mardi Gras, se puede disfrutar de un desfile diario por las calles más grandes de la ciudad.Por otras, aún siendo de las más famosas de Nueva Orleans, es imposible que pasen las carrozas debido a lo estrechas que son. Con todo, esto no impide que esas calles sean de las más frecuentadas por los turistas y lugareños y algunas, incluso, suelen estar bastante subidas de tono, con gente capaz de enseñar sus vergüenzas con tal de conseguir algún collar de colores. Esta es una práctica cada vez más perseguida por las autoridades ya que está muy mal vista por los habitantes de la ciudad.

El origen de los collares de colores
Los collares de colores, tan característicos de esta celebración, son siempre morados, verdes y dorados. Su significado data de 1892, cuando una de las peñas llamada Rex uso esos tres colores para la decoración de sus carrozas para simbolizar los siguientes conceptos:
- Morado: Justicia
- Verde: Fe
- Dorado: Poder
A parte de la peña Rex, algunas de las más conocidas son la Mistick Krewe of Comus (la más antigua de Mardi Gras), Zulú, Krewe of Orpheus o Krewe of Proteus.
Las celebraciones acaban con un escuadrón de policías, montados a caballo, que despejan la Bourbon Street, acto que pone fin a el Mardi Gras e inicia la Cuaresma. Así, desaparecen los collares ya que la tradición considera irrespetuoso llevarlos puestos durante la Cuaresma.
¿Jugamos a un juego?
Seguramente, estáis pensando que vaya rollo os estoy soltando, sobre todo los que solo leéis esto por ser contenido NFL, y en cuanto a los que sois fans de los Saints estaréis buscando la relación con la franquicia. Pues no os preocupéis, porque es tiempo de carnaval y vamos a hacer un homenaje al Mardi Gras de Nueva Orleans jugando a algo divertido. ¿Os apetece un Mardi Gras en clave Saints?
¿Qué os parece si pensamos un disfraz para cada jugador, técnico o directivo de la franquicia? ¡Vamos allá!
Los que mandan en este Mardi Gras
Gayle Benson: a la dueña de la franquicia le elegiría un disfraz de monja o algo así, debido a su alma caritativa. Y por qué no con un poco de ironía, por los líos con la iglesia que ha tenido la franquicia.
Mickey Loomis: el general manager de los Saints no podría ir disfrazado de otra manera que no fuese de Toni Soprano, de la serie Los Soprano… o si no del Joker. Alguien que tiene la autoridad más absoluta sobre la franquicia y al que no hay quien le tosa, no puede ir vestido de otra manera.
Kellen Moore: nuestro nuevo entrenador creo que no podría tener mejor disfraz que el de Harry Potter, puesto que todos esperamos que haga magia. Además, tiene un poco cara de niño.
Los más veteranos
Derek Carr: el que parece que seguirá siendo nuestro quarterback en 2025 podría ir caracterizado del protagonista de la película El Ilusionista, ya que siempre está jugando con nuestras ilusiones, haciéndonos creer que es un crack en unos partidos y en otros desquiciándonos y acabando con nuestra paciencia.

Demario Davis: uno de nuestros buques insignia, un portento de la naturaleza, se me ocurre que le quedaría genial acudir al desfile como Black Panther porque, además de todo lo que es en el campo, también es un referente en el activismo social.
Cameron Jordan: otro de nuestros mejores jugadores y de los más queridos, le quedaría bien disfrazarse de aizcolari tras su paso por Euskadi hace unos años. Aunque, he de decir que el sillón customizado y con motor que llevó a uno de los desfiles es insuperable.
Tyrann Mathieu: uno de mis jugadores favoritos, iría ataviado con un disfraz de tejón, en honor a su apodo. Pero como esto sería ir a lo fácil, se podría cambiar por uno de ladrón, ya que es experto en robar balones a los ataques contrarios.
Los que molan
Taliese Fuaga: nuestro offensive tackle rookie estaría perfecto como Maui de la película de Disney Vaiana.
Isaiah Foskey: este es fácil, de Phoskito, como el mítico bollo de chocolate debido a su apellido.
Taysom Hill: el hombre de las mil posiciones, se me ocurren varios disfraces para él, como el de Macgyver o el de navaja suiza, algo que, como él, valga para todo y te saque de las peores situaciones.
Erick McCoy: a pesar de ser nuestro center titular y una auténtica mole, le pongo el disfraz de osito de peluche, porque siempre me ha dado la sensación de ser muy buena persona.
Alvin Kamara: el hombre récord de nuestros Saints se podría vestir de muchas formas: de Flash por su velocidad, de Will Kane (el personaje de Gary Cooper en Solo ante el peligro) o de boxeador mismamente por lo que se rumorea de él en Las Vegas en relación a un buen derechazo.
Los ni fu ni fa ni todo lo contrario
Kendre Miller: a nuestro running back de segundo año lo pondría de momia y es que las vendas ya las tiene… que ganas de ver a este jugador sano algún día.
Foster Moreau: al tight end de 27 años le quedaría de lujo cualquier disfraz de superhéroe tras su victoria contra el cáncer.
Chris Olave: el wide receiver estrella del equipo, lo veo como Spiderman con esas atrapadas que hace a veces, donde el balón parece que se le pega a las manos como si fueran las del mítico superhéroe que colgaba de los edificios de Nueva York.
Trevor Penning: si nos fijamos solo en sus primeros partidos con el equipo, lo que mejor le vendría sería un disfraz de cono, porque eso parecía en el campo. Un cono al que todo el mundo esquivaba sin complicaciones.
Ryan Ramczyk: tras 8 temporadas a gran nivel a sus 30 años y la grave lesión que ha sufrido, le otorgo el atuendo de jubilado, se lo ha ganado.
Juwan Johnson: no es seguro que el tight end siga en el equipo o pase a ser agente libre. Lo que si tengo claro es que, si le invitáramos a la fiesta, iría con su disfraz de hombre invisible, porque después de 5 años, seguimos esperando a que aparezca.
Los de su primera vez
Spencer Rattler: nuestro quarterback rookie quedaría perfecto en un traje de trilero; uno, porque es algo típico de Nueva Orleans; dos, el QB ya tiene experiencia con alguna trampa y es que, en su época de college, estuvo suspendido por algún tema similar.
Chase Young: otro que quizás no siga, pero que ha sido uno de nuestros mejores defensas este curso pasado. Con su físico y por el apodo que le pusieron por sus rastas en college, sería perfecto verlo desfilar con su traje de Predator.
Lukas Patrick: el grandullón, ex de Packers y Bears, aprovechando su barba poblada, me lo imagino disfrazado de oso con un gorro de queso en la cabeza.
Dante Pettis: acaba de ser renovado y esperamos más de él esta temporada, así que le visto de linterna verde, porque el verde es el color de la esperanza.
Jamaal Williams: ha sido cortado hace poco, pero es muy guasón y no podía faltar. Los que seguís a los Saints os estaréis imaginando el disfraz: sí, de Pokemon.
Menciones especiales
Vamos a considerar jugadores insignia de la franquicia que ya están retirados, pero que no podían faltar a esta fiesta.
Don Drew Brees: a petición de alguna persona, nuestro histórico quarterback y uno de los mejores de todos los tiempos en la NFL, asistirá como Capitán América, porque eso es nuestro eterno capitán y no podía faltar en este Mardi Gras en clave Saints.
Deuce McAllister: el que fuera el mejor running back en historia de los Saints hasta ser superado por Kamara en producción de yardas, viene con su disfraz de tren de alta velocidad. ¿Habéis visto alguna vez cómo corría este hombre?
Marques Colston: no se me ocurre mejor atuendo para nuestro gran wide receiver que el de ir con cualquiera de los uniformes del Pro Bowl. Nos sigue pareciendo increíble que nunca fuera seleccionado para el evento ni para el All Pro.
Pat Swilling: el defensivo del año de 1991 acudirá vestido de muralla, ya que no dejaba pasar a nadie.
Morten Andersen: para muchos el mejor pateador de la historia de la NFL, con ese cañón de pierna, le pondría disfraz de Roberto Carlos, el exjugador de fútbol.
Archie Manning: asistirá vestido de la muerte. Aquí sobran las explicaciones, ¿verdad?
Rickey Jackson: linebacker histórico del equipo, como no puede ser de otra manera, disfraz de apisonadora. Vaya bestia era.
Steve Gleason: el safety campeón de Super Bowl con los Saints, lleva muchos años enfermo de ELA, pero eso no le impide seguir disfrutando de la vida. Es el primero en prestarse para las fiestas, en alguna ocasión se le ha visto disfrazado de Dexter.

Hasta el año que viene
Ya resuenan los cascos de los caballos por Bourbon Street, lo que significa que el Mardi Gras ha terminado, eso o que vienen a por mí después de semejante ida de olla. Pido perdón a todos los implicados y, aunque he lanzado alguna que otra puya, siempre lo he hecho desde el cariño y el humor, que para eso es el carnaval.
Quiero dar las gracias a la familia de Casa Saints, nuestro grupo de Telegram y sus sugerencias para los disfraces sin las que este Mardi Gras en clave Saints no sería posible. Si no conocéis el grupo, ya estáis tardando en uniros a él. Un Who Dat enorme y ya aviso que no será la última vez que se me vaya la cabeza de semejante manera, al fin y al cabo, hay que reírse hasta de uno mismo en esta vida.
David Rodríguez | @davissaints32