Bill Belichick ha planteado esta temporada 2020 como una nueva fundación del equipo, que a su imagen y semejanza, continúe con los éxitos que se ha conseguido en este final de la década. El equipo, ganador 3 Super Bowls, se formó entre el 2010 y el 2013, en sus jugadores más principales. Su tiempo llega a su fin pero el futuro ya está aquí.
Una dinastía ganadora enfrentándose al final
La salida de Tom Brady puede ser el desencadenante que nos haga pensar en esa renovación que debe tener el equipo. A pesar del quaterbackcentrismo que mueve los sentimientos en la NFL, no es menos cierto que la renovación es aún más clara con la llegada del final de los contratos de jugadores claves de esta última generación ganadora en New England. Esta segunda fase de la dinastía. Devin McCourty, Patrick Chung, Dont’a Hightower o Julian Edelman terminan o terminaban sus contratos en este 2020 o 2021. Es también cierto que la vigencia de contratos más allá de ese 2021 era de una muy pequeña parte del equipo. Belichick sabía que el final de esta dinastía estaba llegando al final de su recorrido y que había que poner los cimientos a un futuro pero que siempre, y al mismo tiempo fueran presente.
Belichick había apostado algún año por el “ganar ahora”, entregando rondas de draft. En cambio en los dos últimos drafts se ha aprovisionado de picks del draft, contrataciones de undrafted… La mitad de la plantilla actual, antes del training camp, tienen un año de experiencia en la liga o son rookies. Una plantilla con una de las mayores edades medias de la liga se ha rejuvenecido con dos años de draft. Más de 40 jugadores jóvenes en 2 drafts únicamente. Y aunque podamos pensar que muchos de ellos no harán el roster allá por agosto, sí que tenemos que sacar la conclusión que la apuesta por savia nueva es evidente.
El futuro. Una nueva generación
Una vez aceptada la premisa que el equipo está mutando y preparándose para el futuro, debemos racionalizar cuales de ellos pueden o deben ser los cimientos de una nueva fundación de franquicia ganadora, una nueva generación sobre la que ganar, una nueva dinastía.
Belichick toma las decisiones en el draft al menos a dos años por adelantado. Por esto y aunque los primeros nombres que se nos vengan a la cabeza sean los jugadores de este draft, sin embargo los jugadores de segundo y tercer año son los que deben dar el paso al frente para convertirse en líderes de este equipo y estrellas de este deporte.
Hablemos de algunos de los candidatos, entre estos jugadores, a dar el salto de calidad que les convierta en lo que el equipo necesita:
Chase Winovich, seleccionado en tercera ronda en 2019, #77. Su dorsal, el número #50, es una institución en este equipo. Mike Bravel o Rob Ninkovich son algunos de los grandes líderes de este equipo que han llevado este dorsal. Winovich tendrá muchos ojos este año fijándose en él. Sus oportunidades crecerán este año, tras las salidas de agencia libre. Tendrá muchos más snaps. Es una de las esperanzas más claras de los aficionados como Pass Rusher que no ceja nunca en la pelea y la lucha que es un candidato a convertirse en uno de los líderes de la defensa que tome el testigo de veteranos consagrados.
Jarret Stidham, QB seleccionado en cuarta ronda, #133. El jugador que vino como tercer QB del equipo y que en preseason consiguió la posición de segundo QB, desplazando a Brian Hoyer, ha debido demostrar algo más a Bill Belichick. Un jugador que claramente tiene la confianza del staff técnico. Staff técnico que ha dejado ir a Tom Brady, ha pasado de QB veteranos disponibles en la agencia libre y además no ha seleccionado otro QB en el draft. Está en el foco de todas las miradas, punto de atención de la prensa. El heredero de Tom Brady será injustamente juzgado contra el mejor de todos los tiempos. Difícil reto para un QB que ha jugado 4 snaps en partidos oficiales. Está trabajando con los receptores del equipo y aclimatándose con ellos, liderando los trabajos de esta complicada offseason. Uno de los puntos claves de este nuevo proyecto.
N’Keal Harry, WR seleccionado en primera ronda, #32. El primero desde hace más de 15 años seleccionado como receptor por New England. Sin mucha suerte acertando con sus selecciones de draft en esta posición. Harry tendría que crecer sobre lo demostrado en el primer año. Entró tras estar 8 partidos fuera, en IR, pero aunque demostró ciertas cosas de porque fue primera ronda, sin embargo debe dar un gran paso adelante y convertirse en ese receptor número #1 de un equipo que se quedó sin el hace dos años cuando Rob Gronkowski se retiró. El equipo ha confiado mucho en él y los veteranos ya en el equipo no apostando por grandes nombres en la agencia libre ni en el draft. Todos confiamos en que N’Keal Harry sea un WR estrella de este equipo.
Línea Ofensiva, aquí podemos incluir a los tres seleccionados entre 2018 y 2019. Isaiah Wynn, Hjalte Froholdt y Yodny Cajuste. El futuro de la línea. Isaiah Wynn ya demostró el año pasado que es y que será un gran Left Tackle. Y con Froholdt y Cajuste se está buscando el futuro. Renovar una línea que tiene incógnitas por el desempeño de Marcus Cannon o las lesiones de David Andrews. Seguros de vida que además tienen en la retaguardia todos los picks de este 2020. El mejor amigo de un QB es su línea ofensiva que le proteja y le de tiempo. Y estos jugadores deben ser la fundación del futuro de esta línea.
Luego Bill Belichick puede que encuentre alguna gema escondida pero los jugadores arriba mencionados son los mejores y más claros candidatos a convertirse en muy importantes y no solo para el equipo sino para el futuro de la franquicia.
Renovación también en el cuerpo técnico
No podemos obviar tampoco los cambios que se han ido produciendo en el equipo que rodea a Belichick. Las salidas de Matt Patricia y Brian Flores para ser head coaches de Detroit y Miami respectivamente han traído consigo el ascenso del hijo de Belichick, Steve Belichick además de la incorporación de Jerod Mayo. Pero en el apartado ofensivo no es menos cierto que se han producidos cambios muy importantes también. A salida del gran Dante Scarneccia o de Chad O’Shea han traído consigo nuevas incorporaciones y crecimiento en sus responsabilidades de hasta ahora entrenadores que estaban en un segundo plano: Cole Popovich, Mick Lombardi.
Y no podemos dejar de lado la tercera pata del sistema. Los equipos especiales. Joe Judge, el coordinador de equipos especiales era contratado para dirigir a los New York Giants y con su salida el siguiente da el paso al frente: Cameron Achord.
Una camada de jóvenes entrenadores, que han crecido a la sombra de grandes coordinadores que han llegado a lo más alto. Y que gozan de la confianza de Bill Belichick puesto que no ha realizado tampoco grandes cambios esta offseason en este apartado.
Estamos de renovación, pero cuando la temporada abra, allá por septiembre, estaremos al máximo nivel competitivo y preparados para dar lo mejor. Depende, en gran medida, de estos jóvenes pero yo nunca apuesto contra New England Patriots.
Javier Almendros, @almendros_NFL
Como dices almendros ,yo nunca voy en contra de los gloriosos PATS. Muy buen análisis de cara al futuro de la organización. Sólo esperar el inicio de la temporada y ver dar lo mejor este año , siendo realistas de lo que pueda hacer nuestro equipo. Saludos.
Desde luego siempre hay que renovarse y seguir en el plano competitivo como son los para buena suerte.
Estoy de acuerdo. as ganas que tengo de ver a este equipo son probablemente las mayores desde que veo la NFL.
El equipo es muy bueno,pero tengo dudas en el puesto más importante,el QB: Stidham es una incógnita y Hoyer es malo de verdad.Espero algún refuerzo antes de la temporada.Si no,el equipo no llegará muy lejos