Primera salida de New England Patriots. Primer partido de entidad de este nuevo equipo, del nuevo proyecto de Bill Belichick. Aun sin el público, lugar difícil donde ir a probar nuevas defensas y/o nuevos ataques. Contra un Russell Wilson en modo MVP, ya ensalzado por Belichick en la rueda de prensa durante la semana, la situación se antojaba complicada con un equipo aún por engrasar varias partes de su maquinaria. Y aun con las dudas a priori de un ataque, liderado por Cam Newton, que se enfrentaba a una de las mejores defensas contra la carrera. Y este equipo había corrido y bien en esa primera jornada contra Miami en casa.
Primero, la noticia mala
Se ha perdido. Primera derrota y más importante cuando tu rival divisional acababa de ganar unas horas antes. No solo por la derrota sino que por momentos la defensa no encontraba las soluciones para llegar a Russell Wilson y embolsarle en el pocket, ni limitar sus escapadas ni ya hacerle un sack si meterle presión. Russell Wilson está en uno de los mejores momentos de su carrera, por lo tanto debes llegarle y debes hacerlo muy rápido. Cuatro segundos para Wilson son demasiado. Y la secundaria pagó el pato en partes del partido.
Cambios y más cambios. Dos linebackers para parar la carrera que parecían jugar con patines al intentar frenar a Russell Wilson. Metiendo mas safeties se resentía la carrera. Demasiado preocupados por la carrera, las rutas cruzadas de Tyler Lockett nos volvieron loco. Sin olvidar las jugadas en las que nos confundieron y equivocamos asignaciones.
Cinco Touchdowns nos inflingió Russell Wilson, que solo fallo por error de sus receptores o acierto de nuestra secundaria. Partido perfecto que no supimos/pudimos limitar. 35 puntos que hacen muy complicada una victoria. Muchas cosas que arreglar, corregir y mejorar para hacer de este, un equipo mucho mejor.
Y perdimos además, el poder del juego de carrera. Nos hizo perder el control del tiempo de partido, de alargar los drives y nos limito muy mucho el play action y las option de carrera. Seattle defendió tremendamente bien nuestro juego terrestre y nuestra línea ofensiva en ningún momento pudimos imponer nuestra superioridad en las trincheras igual que lo hicimos contra Miami Dolphins.
… Y ahora la noticia buena
A pesar de todo lo anterior, lo más importante es que el equipo dispuso de la oportunidad de llevarse el partido en el último segundo y en la línea de gol. Y aún más sencillo habría sido, de no haber errado el field goal de 51 yardas. Con solo dos puntos de ventaja el drive final habría sido más sencillo en su finalización. Habría valido un field goal desde la 1.
Pero por encima de los … y si, New England consiguió sobreponerse a cada golpe en el marcador, a cada touchdown de Seattle y nunca le perdió la cara al partido. Cam Newton demostró con casi 400 yardas de pase que puede sostener el partido también desde el juego aéreo. Además encontramos a un Edelman estelar, en uno de los mejores partidos de su carrera. Un N´Keal Harry en continuo crecimiento con tres recepciones de mérito en el drive definitivo y a un Damiere Byrd que aportó aunque fuera en un papel secundario. De nada sirve acordarse de la triste perdida de James White del partido, por una situación tan triste como la que él tuvo que vivir ayer o de esa recepción de Edelman en la red zone que pasa entre sus manos. Debemos quedarnos con que hay juego de pase también.
Debemos quedarnos cómo el equipo, defensívamente hablando, se repone en el último cuarto para conseguir darle al ataque ese drive final. Y como en ese drive, faltando 1:48 en el reloj, nos recorremos el campo, aunque fuera para morir en la orilla.
Queda camino por delante
Mucho nos queda por recorrer. Mucho por crecer, piezas por ajustar y trabajo por hacer. Pero ahora, hoy, no pienso que sea justo poner este equipo en el lugar que algunos otorgaban. Se deben ajustar aún problemas como el opt-out de Hightower que ha dejado un gran hueco en la defensa, se debe compensar el juego de ataque entre la carrera y el pase, entre el juego corto y en profundo. Mucho mas balance tanto en ataque como en defensa. Pero esto es parte del ajuste de tanto joven en una jornada tan atípica.
Sin embargo no duden que este equipo, es un equipo más de New England, de Bill Belichick. Que va a competir, que tiene más victorias en sus manos de las que muchos piensan y que por encima de cualquier adversidad se adaptará, se retorcerá y revolverá, siempre con un único objetivo, conseguir la victoria.
Derrota si, ante un gran equipo, pero lecciones para aprender también.