Antes de nada me gustaría felicitar a los Atlanta Falcons por esta espectacular temporada y su clasificación para la Superbowl 51. También desearles mucha suerte en esta.
En este artículo voy a comentar un poco el NFC Championship tal y como mis amigos queseros y yo la vivimos, pero antes hay que recapitular un poquito la temporada de los Packers para llegar a la conclusión a la que hemos llegado un día después de ser eliminados de Playoffs.
Este año teníamos muchas esperanzas: nuevo TE, Jordy estaba de vuelta, la defensa recuperada, etc. De repente cortan a Josh Sitton y nos quedamos de piedra ya que no nos imaginábamos que esta OL sin él iba a jugar tan bien como lo ha hecho y más después de ver como acabo la temporada pasada… Con este movimiento empezamos ya a criticar nuevamente a Ted Thompson (GM de Packers). Que si podía haberlo cortado más tarde si era por ahorrarse Salary Cap, que si podíamos haber conseguido alguna ronda del Draft, etc.
Después de rajar de TT, seguíamos ilusionados algunos más que otros ya que teníamos el calendario más fácil de la NFL (luego no fue así). Jugamos contra Jaguars, unos Jaguars que prometían mucho incluso algún experto lo metía en los Divisionales, sufrimos pero no le dimos importancia. Íbamos ciegos por la vida. Nos encontramos a nuestros rivales y su inauguración de estadio y nos la clavaron. Bueno vale, la defensa de Vikings era muy buena, los Vikings prometen este año… Así siempre halagando a mi tan querido equipo. Alguno ya me avisaba de que no los tuviera en un pedestal que luego me arrepentiría pero así trato a mis equipos.
Por fin llego Dallas, Falcons, Colts, Titans y Redskins. En el grupo habíamos tirado todos y cada uno las esperanzas de llegar incluso a Playoffs y pensando ya en si iban a echar a nuestro Staff o íbamos a pringar otro año más hasta que acaben contrato (menos mal que queda un año, sí), también pensábamos en el Draft pero ya sabemos que las primeras rondas salvo excepciones las tiramos a la basura y nuestro punto fuerte son las cuartas rondas…
Nada cuando ya asimilamos la derrota aparece Rodgers diciendo «I feel like we can run the table».
Jugamos contra Eagles un buen partido en ataque y defensa y pensábamos que tontos vamos a luchar por entrar en Playoffs y nos quedaremos a las puertas y con mala posición en el Draft. Ganamos a Texans en la nieve pero bueno eran los Texans ya no asustaban. Después llego Seattle y vaya partidazo hicimos. Ahí en ese partido fue cuando otra vez volvimos a creer de verdad que podíamos hacer algo esta temporada, aun había algún pesimista. Sufrimos contra Bears, que partido pero ganamos, luego la revancha contra Vikings y ya teníamos a tiro ganar la División. Todo era posible.
Ganamos la División contra Lions cómodamente en su casa y nos preparamos para recibir a Giants en el Lambeau. Yo tenía claro que por muy buena que fuera la defensa podíamos con ella. Que primer cuarto, 0 puntos. ¿Estaba equivocado? En ese momento si pero luego el bueno de Rodgers me dio la razón y pasamos al Divisional.
Contra Dallas me preocupaba ya más porque tenían un muy buen ataque. Nuestra clave en defensa era presionar al QB y ellos tenían una OL perfecta. Ahí nos salvo nuestro Dios Rodgers y también su buen amigo Cook rematando el partido por el señor Crosby.
¡Lo teníamos! Ibamos a ir a Atlanta a jugar el NFC Championship y a quitarnos la espina que aun teníamos y tenemos contra Seattle en 2015. Todos sabíamos que Atlanta era el peor rival que nos podía tocar de toda la NFL. ¿Por qué? Muy fácil, su ofensiva es brutal. Es imposible pararles y más con nuestra defensa que tiene mil agujeros… Si le paras la carrera te sacan un pase, si cubres bien el pase te meten carrera y páralos… Sabíamos que debíamos anotar en cada drive que teníamos y no empezamos bien.
Nos pararon y fallamos el FG. Seguíamos sin lograr defender y cada vez Atlanta se distanciaba. Otra vez en Red Zone y nuestro querido Ripkowski hizo Fumble en una carrera espectacular. ¡QUÉ RABIA! Quitando si Atlanta recupero en la yarda 1 o era Touchback nos daba igual ya poco a poco veíamos el adios a estos Playoffs. Mis amigos queseros diciendo que ya nada y yo en mi interior pensando que si anotábamos antes del descanso y anotábamos al comenzar la segunda mitad estábamos ahí. Sería 14-17 pero no… fue 24-0.
Nos desesperaba las casi intercepciones y los Fumbles que tenían al sacar el balón y recuperaban, los múltiples terceros downs largos y el espectacular Touchdown milimétrico de Julio Jones.
Capers no se daba cuenta de que ocho hombres defendiendo y solo 3 presionando no daba solución. Al descanso eso cambio pero ya Atlanta no atacaba como en la primera parte y el Touchdown de Julio Jones ya nos dio 0 esperanzas. No se vosotros pero eche mucho de menos a Clay Matthews y como decís muchos «Que vuelva a jugar de ILB que ya esta mayor para ser OLB»
Había gente que me decía que no se como estaba tranquilo y que como no estaba enfadado. Es simple, cuando llevas perdiendo tanto tiempo en Playoffs por la mínima, una derrota así lo agradeces porque no se te queda cara de tonto. Además si esto sirve para echar a nuestro Staff en vez de cara tonto tendré una buena sonrisa que muchos envidiarán.
Esperamos que próximamente en futuros artículos podamos hablar de que tenemos nuevo Staff porque creanme, eso a mis amigos queseros y a mi nos haría muchísima ilusión.
En este momento escribiendo este artículo tengo una paz inmensa. Vuelve la esperanza de la Offseason.
Tras todo esto decir que muchas gracias por estar ahí amigos queseros y esperamos veros por aquí mucho tiempo y celebrar alguna Superbowl y que esta no se resista mucho.
¡ANIMO A TODOS LOS CHEESEHEADS Y GRACIAS!
#GOPACKGO