El comienzo de temporada en Cleveland, no fue tan dulce como nos hubiera gustado. El rival, los Pittsburgh Steelers, es el gran favorito de la división e hizo valer su mayor experiencia ante un equipo que pecó de novato en algunas fases del partido. Aunque hay que poner en valor que fue el partido con el marcador más ajustado de la jornada.
La defensa de Pittsburgh se merendó al QB local, llegando a realizar la friolera de 7 sacks con el novato TJ Watt como gran destacado.
Por el lado ofensivo, Antonio Brown fue la clave del partido, resultando indefendible en todo momento y realizando varias recepciones que demuestran por qué es considerado uno de los mejores receptores del campeonato.
Pero centrémonos en Cleveland:
DEFENSA
Durante la semana previa al partido, el novato número uno del draft, Myles Garret, sufrió una lesión en el tobillo y parecía que sería una baja fundamental en la joven defensa de Gregg Williams.
Nada más lejos de la realidad; la defensa fue el ancla que mantuvo al equipo en el partido hasta el final, dando una gran imagen en la puesta de largo ante su parroquia.
Y es que el cuerpo de linebackers, como conjunto, forma una unidad de calidad. Si bien Kirksay y sobre todo Collins tienen un caché dentro de esta liga, Schobbert es el complemento perfecto para cerrar el trío de linebackers.
Shelton, a su vuelta tras estar lesionado durante la pretemporada, demostró que puede ser el líder de esta joven línea. Por dentro, Coley y Ogunjobi, limitaron mucho las yardas terrestres de los Steelers. Hacía años que no arrancábamos un curso con garantías defendiendo la carrera.
En la secundaria, una de cal y una de arena. Por un lado vimos tres jugadores muy destacados: los dos safeties -Kindred y el rookie Peppers- y nuestro ídolo máximo, el cornerback Brian Body-Calhoun. Los dos primeros parecen consolidarse como titulares y el segundo es el carácter de Gregg Williams personalizado. Intenso, duro y con una gran capacidad de liderazgo.
Los otros dos corners, McCourty y Taylor, estuvieron a un nivel inferior al de sus compañeros de secundaria. Esperemos que entren en calor según avance la temporada pero por el momento, son el eslabón más débil de esta defensa.
ATAQUE
En el ataque, un nombre estaba en boca de todos: el quarterback rookie Deshawn Kizer. Y como rookie que es, tuvo muchas luces y sombras en su debut. Lo bueno: su brazo, su movilidad y su personalidad. Hizo lanzamientos muy meritorios, y se movió muy bien en el pocket. Además, no se vino abajo cuando le vinieron los sacks. La mayoría por aguantar demasiado el balón (el más rápido tuvo protección de 3,7 segundos) y se mantuvo firme cuando mandó una intercepción como regalo a las manos de Watt.
Hay que tener paciencia con el chico. Parece que puede ser nuestro QB de futuro, pero hasta que llegue ese futuro, tendremos que ver cómo aprende, a veces, con cosas como éstas.
En los receptores tenemos uno que va para arriba: Corey Coleman. Tras un primer año marcado por una lesión, parece que este año está enchufado y con ganas de ser la referencia aérea del equipo. Por el contrario a Britt, que hizo un drop flagrante en su debut, ya hay quien lo quiere matar. Señores, un poquito de paciencia. Dejemos trabajar y no tiremos piedras contra nuestro propio tejado.
Nuestro RB uno, Crowell, acaparó el juego de carrera pero no estuvo brillante. En su año de renovación ya puede espabilar si se quiere ganar el contrato que cree que se merece. Me quedé con ganas de ver a Matt Dayes en acción, aunque si la cosa no mejora, supongo que no tardaré mucho en verlo.
La línea ofensiva está acoplando tres titulares nuevos y teniendo en cuenta que esta unidad en concreto necesita conjuntarse y coger feeling, no tendré en cuenta algunas jugadas un poco meh que tuvieron. Porque la verdad es que se intuye que puede ser una línea de muchos quilates.
EQUIPOS ESPECIALES
Cuando año tras año pierdes partidos por culpa de los equipos especiales, quizá haya que empezar a pensar que el coordinador es un poco inútil. Por favor, que alguien eche a Tabor de una vez. Va pasando un cuerpo técnico tras otro y el tío sigue ahí y como siempre, liándola.
El próximo partido jugaremos contra Baltimore. Será un rival muy duro ya que su defensa es de muchas garantías, pero nosotros necesitamos ganar y estamos decididos a ello.
GO BROWNS!!!