La temporada NFL 2017 llega a su fin con la Superbowl entre Eagles y Patriots. Nos ha dejado momentos espectaculares y surrealistas. Irrepetibles. Sirva este artículo como recuerdo y homenaje a 4 meses inolvidables. Que nadie se tome a mal su contenido. El único objetivo es conseguir arrancar una sonrisa.
Super Bowl LII – U.S. Bank Stadium – Minneapolis (Minnesota) – 4 de Febrero de 2018
Amanece un día soleado en Minneapolis. Todas las previsiones meteorológicas de que iba a hacer un frío polar se han desvanecido por efecto del consabido “cambio climático”. Son los vendedores ambulantes de refrescos, y no los de bebidas calientes, quienes están haciendo negocio. La inesperada ola de calor ha derretido las estatuas de hielo que la organización del evento había levantado como homenaje a los mejores jugadores de la NFL. Para compensar tan colosal fiasco económico, la NFL ha decidido aumentar el precio de las suscripciones del próximo año al Gamepass Europe, así como rebajar la calidad del producto.
Llama poderosamente la atención que en los alrededores del estadio sólo se observan seguidores de los Patriots. Según nos informan, docenas de hinchas de los Vikings, a resultas del resultado de la final de conferencia, se han hecho con licencias UBER para transportar pasajeros y están alejando a los aficionados de los Eagles todo lo que pueden del recinto. Para pasar desapercibidos ante las iras de la fanaticada vikinga, muchos fans de los Eagles ocultan sus rostros bajo máscaras de perros.
Prolegómenos del gran partido
Comienzan a llegar al palco de honor las celebridades invitadas. Cam Newton porta una amplia pamela que tapa la visibilidad a Eli Manning, sentado detrás. El QB de los Giants se encuentra visiblemente molesto por haber visto cortada su racha… de sentarse en primera fila en estos acontecimientos. Carr se disponía a entrar cuando justo antes de atravesar la puerta, perdía su invitación, que salía fuera del recinto. “No puedo creer que esto esté pasando otra vez”, ha declarado.
En la puerta del palco, Nathan Peterman, quarterback suplente de Bills, intenta convencer al portero de que le deje entrar. Argumenta que tenía invitación, pero que alguien ha debido interceptársela, aún no sabe cómo. Dentro, la seguridad del recinto le dice a Chris Foester, entrenador de OL de los Dolphins, que deje de tocar las narices y no se pase de la raya, o le meterán un tiro.
Finalmente, hace su entrada en el estadio el presidente Donald Trump, acompañado de su familia, escolta y resto del séquito. Como el “comandante en jefe” no cree en esas milongas del cambio climático, todos van ataviados con gruesos abrigos. Este hecho les hace sudar profusamente en tan cálido día. Trump lleva el flequillo pegado a la frente, mientras que la primera dama sufre una lipotimia. Se forma el natural revuelo, y Cam Newton se ofrece a acompañarla en la ambulancia al centro médico. De camino, Melania indica al conductor que evite la autopista que lleva al estadio porque a estas horas estará colapsada. Esto provoca la hilaridad del QB, quien afirma que siempre le hace gracia “oír hablar de rutas a una mujer”.
Después de la polémica que ha generado todo el año, se espera con ansia el himno
Tiene el honor de interpretar el himno nacional la cantante Pink, ataviada con un vaporoso vestido de redundante color. Nerviosa ante tal responsabilidad, la cantante de Pennsylvania confunde un par de estrofas del “star-spangled banner” y romper a llorar. Las cámaras enfocan a Christina Aguilera quien, con un gesto de desagrado, declara que a ella le pasó lo mismo en 2011, “y no lloré, Pink, no lloré”. Por lo visto, la relación entre ambas artistas dista mucho de haberse reconciliado.
Cuando se interpretaba el himno nacional, al vice-presidente Mike Pence se le cayó una moneda de 50 centavos y se arrodilló a recogerla. Furioso por tan despectivo acto ante semejante símbolo nacional, Trump le despide de manera fulminante. Pence abandona el estadio tras el himno, mientras murmura que esto ya se está convirtiendo en una desagradable costumbre.
Como es habitual, justo al finalizar la interpretación del himno nacional, un escuadrón de cazas de combate sobrevuela el estadio. Sin embargo, confundido por el techo de cristal del recinto, un piloto estrella su avión contra él, tal como le está pasando a centenares de aves. El estruendo es enorme y se produce el derrumbe del techo en dicha zona. Por fortuna, no hay que lamentar víctimas, ya que el pilotó se eyectó en su paracaídas.
Entrada de los protagonistas y sorteo de campo
Por fin, hacen su entrada en el campo los jugadores de ambos equipos, encabezados por sus principales figuras. En los de Philadelphia: Foles, Ertz, Cox, y tras ellos sus compañeros. En los de New England: Brady, Gronkowski, el equipo arbitral, y tras ellos el resto de jugadores patriotas.
Hay que señalar que mientras los Patriots, como “locales”, han elegido jugar de blanco por superstición, los Eagles lo harán con su uniforme negro en solidaridad con el movimiento “me too”, en la esperanza de erradicar de una vez por todas el despreciable acoso sexual tanto en el football como en el resto de la sociedad (N. del A.: esto va muy en serio).
Se produce el tradicional lanzamiento de moneda, y por deferencia a su condición de “visitantes”, Steratore pregunta qué eligen al capitán Eagle. Sin embargo, en vez de la acostumbrada alternativa “cara o cruz”, le pregunta “¿plata o plomo?” Temiéndose funestas consecuencias, declina elegir, y ofrece a los Patriots que hagan lo que quieran. New England decide recibir el balón en la segunda parte, por lo que chutará el kickoff inicial.
Gostkowski es el encargado de dar la patada que inicie el partido. Lo hace tan fuerte que el oval impacta sobre el techo del estadio, rompiendo buena parte de él. Desgraciadamente los espectadores se han perdido tan espectacular acción puesto que estaban de espaldas al campo, sacándose un selfie como tradicional fotografía del chut inicial.
Empieza lo bueno
Los primeros ataques son de tanteo. El nerviosismo de los alados se manifiesta en dos carreras infructuosas de Ajayi y un drop inexplicable de Ertz. Tras el punt, la ofensiva patriota tampoco lo hace mucho mejor. Consigue llegar hasta el medio del campo gracias a dos terceros downs salvados de milagro. Finalmente, la agresividad de la defensa wide-9 de los de Philly termina imponiéndose y deben chutar un punt.
La siguiente secuencia ofensiva de los de la ciudad del amor fraterno se muestra más agresiva y confiada. Con pases profundos, aprovechando que la defensiva patriota se encuentra centrada en parar la carrera. En una perfecta acción de Run-Pass-Option, Foles conecta con Burton, que se había quedado desmarcado. El TE avanza sin oposición hacia la línea de marca de los de Massachusetts cuando de repente, se cruza en su camino un gato negro. El felino se interpone entre las piernas del receptor, haciéndole trastabillarse y caer. FUMBLE. McCourty recupera el balón para los Patriots en su propia yarda 10.
Mientras los comentaristas conectan con Tony Romo para que comente con su habitual gracejo la jugada, Burton interpreta la acción como un mal fario y abandona el estadio. Su retorno es doubtful. Por su parte, las asistencias intentan sin éxito atrapar al minino. Cuando se acercan, éste se bufa y lanza zarpazos. Solamente cuando llega a la escena el árbitro principal Steratore, el animal se relaja y ronronea frotándose contra sus piernas. Le toma con suavidad y le saca del campo, levantando sospechas sobre la propiedad de esta mascota que irrumpió tan oportunamente para los intereses patriotas.
Turno para los Patriots
El ataque de New England regresa con nuevos bríos. Aprovechando la fogosidad de los defensores eagles, castiga la zona a la espalda de los linebackers con pases a Gronkowski, rutas cruzadas de Amendola, e incluso Burkhead saliendo del backfield. El único momento complicado se produce en un tercer down que queda corto. Entran las cadenas, y para comprobar si es primer down, Steratore introduce entre ellas y el balón no una cartulina, sino una gruesa guía telefónica. Determina primer down. Con un drive largo y sostenido, se llega al fin del primer cuarto con los Patriots rondando la red-zone.
2ª Cuarto: New England Patriots 0 – Philadelphia Eagles 0
Tratando de sorprender, Brady intenta un pase a Cooks en la end–zone, pero se adelanta Robinson, quien atrapa el lanzamiento. INTERCEPTADO. Al tratarse de un turnover, la jugada debe ser revisada. Sin embargo, en las imágenes que visionan los colegiados sólo aparecen, desde diversas tomas, un coro de jinetes cosacos bailando el kasachov. Steratore, fino observador, comprende que las imágenes reales han sido manipuladas por hackers rusos. Al no poder contrastar la decisión tomada en el campo, se valida la intercepción.
Turno para Philadelphia
Philadelphia también encadena una serie de jugadas que le hacen avanzar lenta pero segura. Pases de seguridad a Celek, rutas wheel de Clements y carreras laterales de Ajayi. La táctica conservadora en defensa de los Patriots no está resultando y se vuelven más incisivos. Enviando 5 hombres al rush, los de blanco consiguen el primer sack del partido en una perfecta pinza entre el DE Flowers y el OLB Flowers, una acción que recibe elogios y flores, valga la redundancia, de todos los enviados de prensa sobre la labor del entrenador de LBs Flores, vuelva a valer la redundancia.
Foles se levanta muy dolorido. “¡ay, ay, ay!”, exclama. La defensa patriota entiende que está llamando una carrera para Jay Ajayi y se dirigen hacia él para frenarle. El error les cuesta muy caro y Zach Ertz recibe un pase totalmente solo en la zona de anotación. TOUCHDOWN. La reglamentaria revisión de la jugada se suspende porque la central arbitral de Nueva York sólo recibe un documental de Vladimir Putin elogiando las virtudes del vodka.
Como consecuencia de la recomendación del Comisionado de evitar celebraciones de touchdowns soeces y vulgares, los Eagles empiezan a interpretar la célebre obra teatral “Hamlet”, de William Shakespeare. Tras casi una hora de representación, los árbitros deciden parar la función cuando aún no había llegado al IV acto bajo las sonoras protestas del público, que estaba expectante ante la venganza del príncipe de Dinamarca por el asesinato de su padre. El extra-point es bueno.
New England Patriots 0 – Philadelphia Eagles 7
La anotación da alas a Eagles, valga la obviedad, cuya defensa frena a Patriots antes que atraviesen el medio campo. De nuevo con la posesión en su poder, el ataque de Eagles vuela sobre el campo, vuelva a valer la obviedad. Agholor siempre aparece desmarcado. Blount apisona la trinchera. Incluso Foles se arranca en valientes scrambles. Sin embargo, ya en la red-zone, un pase es desviado por Van Noy, pega en el talón de Agholor, rebota en el casco de Chung, después en el pompón de una cheerleader, a continuación en la mascota, en un fotógrafo y en un bidón de gatorade abollado por Antonio Brown, para volver al campo donde, antes de tocar el suelo, es atrapado por Butler con el culo. Es lo que se conoce como una Butt-Interception, pero no precisamente por el inicio del apellido de su protagonista.
Las imágenes del turnover nuevamente han sido intervenidas y muestran un video promocional del próximo mundial de fútbol Rusia 2018. Steratore, fino observador, comprueba que la intención de los hackers es boicotear las jugadas donde puedan salir beneficiados los Patriots, el equipo de Trump, como represalia en la escalada de tensión diplomática Washington-Moscú. Llama a Nueva York para buscar alternativas y deciden recurrir al viejo sistema postal, con emisarios convenientemente acreditados mediante salvoconductos.
La recuperación de la posesión gira la inercia del encuentro. Brady saca a relucir su magia, y con certeros pases a Hogan y Gronkowski, más las carreras de Lewis, consumen casi todo el cuarto hasta ser parados en la yarda 6. Belichick se juega el 4º down, pero en el último momento, sale de la formación Gronkowski y se pone en posición de chutar un field-goal. Es una jugada de engaño aprovechando la similitud del nombre. En realidad, es Gostkowski quien convierte la patada.
New England Patriots 3 – Philadelphia Eagles 7
Apenas quedan unos pocos segundos, y tras el touchback en el kickoff, los Eagles se alinean en formación de arrodillarse. Pero es otro truco. En el último momento, Foles se levanta y pasa a Torrey Smith, quien se dirige solo hacia la anotación pegado a la banda. Cuando corría a la altura de la yarda 40 de NE, sale del campo, aparentemente sujetado por Belichick. Como los árbitros no se pueden fiar de las repeticiones, esperan a que llegue la evidencia por correo desde Nueva York.
Cuando por fin aparece, el sobre contiene una fotografía donde se muestra claramente a Belichick agarrando del cuello a Smith con ambas manos, y con el pie haciéndole una zancadilla. Sin embargo, Steratore, fino observador, comprueba que en la foto, Belichick está sonriendo, lo que le lleva a determinar que se trata de un “fake”, ya que el entrenador patriota es incapaz de expresar sentimientos humanos.
Se determina que el jugador salió por su propio pie cuando quedaba un segundo. Pederson opta por jugarse un largo field-goal de más de 60 yardas, mientras Foles promete a Elliot darle su sueldo de esa noche si lo convierte. El kicker, escarmentado porque ya en su día Wentz le prometió lo mismo y no lo hizo, no le cree y se lo pide por adelantado. Se produce un momento de tensión en la banda de Philly. Pese a todo, chuta la larga patada y, al hacerlo sin calentar por la discusión, se lesiona la pierna. Convierte el field–goal pero su retorno es cuestionable.
Descanso: New England Patriots 3 – Philadelphia Eagles 10
En el intermedio del partido se produce la actuación del ¿cantante? Justin Timberlake. El concierto pasa sin pena ni gloria, destacando solamente cómo las bailarinas se alejan de él y se protegen los pechos cada vez que se las acerca. El único momento de interés se produce al interpretar “Can’t stop the feeling!”, de la banda sonora de “Trolls”, auténtico himno de los twitteros impertinentes.
Mientras, hay movimiento en el palco de celebridades. Ju-Ju Smith-Schuster acaba de llegar, justificando su retraso porque le habían vuelto a robar la bicicleta. Por su parte, a Ezekiel Elliott no le dejaban entrar, luego sí, luego le han dicho que se saliese 6 minutos, luego que no, luego que sí otra vez…bueno, un lío. Como no sirven aperitivos, Jameis Winston empieza a comerse una “W” formada por sus propios dedos. En los aseos, se observa a Odell Beckham orinando… a cuatro patas como un perro.
En vista de que el partido está claramente dominado por las defensas y hay pocas anotaciones, para animar a los espectadores, los Patriots han contratado como bailarín a Marshawn Lynch, y los Eagles, a la defensa al completo de los Jets.
Al verse dominado en el marcador, Belichick decide contratar a un exjugador de Philadelphia para que le pase su gamebook. El escogido es Mark Wahlberg, quien interpretó a Vince Papale en la película “Invencible”. Con el humor que se gasta Belichick, nadie se atreve a decirle que es un actor y no un jugador.
Tercer cuarto
Por la lesión de Elliot, el kickoff lo debe efectuar Jones, el punter, pero tiene menos acierto que su colega de Chargers, quien falló al chutar contra la red de prácticas. Y erra el golpeo y en su lugar, sale disparado el zapato. Amendola retorna la bota hasta su 30, 40, cruza el medio campo, esquiva a todos los rivales, se va sólo hacia la zona de marca… Sin embargo, justo antes de entrar, suelta inexplicablemente el calzado por empezar a celebrar antes de tiempo. Como el retornador de Bears contra Steelers. Belichick le llama al vestuario para explicarle su error. Se oyen insultos y golpes. El regreso de Amendola es cuestionable.
El banquillo de Eagles está indignado. No se puede dar validez al retorno de una zapatilla. La jugada pide claramente que Philadelphia solicite el challenge, pero nadie localiza a Pederson. Por lo visto, se encontraba todavía en el palco de celebridades, llevándole el café a Andy Reid. Por fin, arrojan el pañuelo rojo, y el resultado del desafío llega en sobre cerrado. Con gran ceremonia, Steratore lo abre y anuncia que el ganador es… “La, la, land”. Tal como pasó en la pasada entrega de los Oscar, al instante corrige la decisión, dando validez al retorno.
Tras una penalización por salida falsa, los Patriots se encuentran en 1ª y goal desde la 6. Para sorpresa de todos, Brady se juega un QB-sneak que atraviesa la línea de gol. TOUCHDOWN. Hue Jackson llora de emoción en el palco de celebridades. No estaba tan loco, afirma, cuando ordené hacer lo mismo a Kizer. El grupo de animación histórica patriota dispara al aire sus arcabuces celebrando la anotación. Sin embargo, alguien los había cargado y esto provoca el derrumbe de otra importante parte del techo. El extra-point es bueno.
New England 10 – Philadelphia 10
Con el empate, el partido se hace más tenso, incluso violento. En una jugada en apariencia intrascendente, Jenkins y Gronkowski se enzarzan en una pelea. Intercambian golpes en el casco, lo que deja sus manos estúpidamente magulladas. Rápidamente son declarados OUT para lo que resta de encuentro.
Pese a que el encuentro se embarulla y no tiene dominador claro, Agholor consigue mover las cadenas gracias a que siempre se encuentra desmarcado. En un brusco movimiento, se pone de manifiesto su secreto: lleva colgado al cuello una ristra de ajos (de ahí, su nombre, “ajo-olor”). El hedor era tal que ningún defensor se le acercaba a menos de 5 yardas. Al haber quedado a la vista, Chung le arranca tan pestilente collar al más puro estilo Aqib Talib. Al igual que pasara con Crabtree, también Agholor se le enfrenta y ambos jugadores son expulsados. Afortunadamente, el tercer cuarto termina sin más incidentes.
Último y definitivo cuarto
Parece que Philadelphia tiene más claras las ideas. A trompicones, consigue avanzar profundo en territorio patriota. Un play-action sobre Ajayi permite a Foles pasar a Jeffery a la esquina de la end-zone. El lanzamiento va alto, y en el esfuerzo por atrapar el oval, cae de culo sobre la línea de fondo. No está claro si toca primero el suelo la nalga que cae dentro o la que lo hace fuera del campo.
Es necesario revisar la jugada, pero Steratore ya no se fía del servicio de correos. Para evitar la intromisión de agentes indeseados, encargan el transporte de la evidencia a A.J. McCarron, quarterback suplente de Bengals, que se encontraba en el palco de celebridades, como de costumbre, sin hacer nada. Sin embargo, vuelve con la misiva excesivamente tarde. El de Alabama se lamenta de que todo lo relacionado con él “siempre tarda demasiado”, a lo que su esposa, la escultural Miss y modelo Katherine Webb responde con un gesto de desaprobación, “no siempre, cielo, no siempre”. Desconocemos el significado de estas palabras, que sin duda deben quedar en el ámbito privado de la pareja.
Sin pruebas que corroboren una u otra determinación, Steratore opta por una decisión salomónica: otorgar el TD, pero darle sólo la mitad del valor, es decir, 3 puntos. Las protestas no se hacen esperar, y son tan airadas, que el colegiado lanza el pañuelo amarillo por conducta antideportiva. Jeffery, furioso, arroja el pañuelo a la grada, lo que le acarrea otra sanción que lo expulsa del partido. Goodell reflexiona sobre la repetición de esta acción ya realizada antes por Peters, el CB de Chiefs, y decide incluir el lanzamiento de pañuelo en las pruebas de habilidades para la próxima Pro-Bowl. Con el kicker lesionado, se juegan la conversión de dos, pero fallan el intento.
New England 10 – Philadelphia 13
Nueva Inglaterra se ve nuevamente por debajo en el marcador en el 4º cuarto de una superbowl. Entra en modo remontada. Belichick, gran motivador, le dice a Brady que Garoppolo es más guapo que él. El veterano QB salta encendido al campo. Llevado por una furia irracional, se conecta con Hogan y Cooks para avanzar con autoridad. Su ofensiva sin reunión está dejando exhausta a la defensa filadelfiana. En un alarde de ingenio de McDaniels, Brady hace el handoff a Burkhead, quien se vuelve y se la pasa en flea-flicker a Dorsett que venía corriendo un end-around. Éste a su vez la lanza a Brady que se había quedado solo, quien avanza y cuando van a caer sobre él los defensores, se saca un pase lateral nuevamente a Burkhead, olvidado por la defensa. El RB acelera y esquivando un par de contrarios, entra en la end-zone. TOUCHDOWN.
Los jugadores de Patriots celebran la anotación con tanto entusiasmo que uno de los “cebras” lanza un pañuelo amarillo por “celebración excesiva”. Al instante retira la penalización al comprobar que el sancionado es uno de sus propios compañeros del equipo arbitral. El extra-point es bueno. New England se pone por primera vez por delante 17-13.
Two minutes warning
Estamos dentro de los dos últimos minutos y el siguiente ataque es decisivo, pero Foles está muy nervioso. El primer pase lo lanza tan desviado que impacta sobre la cabina de retransmisiones de la televisión española. Concretamente en la cabeza del comentarista principal, que curiosamente tiene acento italiano. Se encontraba distraído jugando con unos elefantitos. El segundo pase va tan alto que se estrella contra el techo, rompiendo la única parte que quedaba intacta. Ahora sí, el U.S. Bank Stadium es un campo como Dios manda, y no un domo aberrante. En el siguiente snap, Foles recibe un sack de Harrison. El OLB, tras ser efusivamente felicitado por sus compañeros, vuelve a los quehaceres habituales de un señor de su edad: echar pan a las palomas del parque y criticar las obras de construcción. Pederson no se fía de jugarse un 4º down y ordena chutar un punt.
Ultimo drive para cada equipo, con Patriots ganando 17-13
La siguiente secuencia ofensiva patriota no conduce a ninguna parte, pero obliga a Philadelphia a gastar sus últimos tiempos muertos. Quedan pocos segundos cuando Philly recupera el oval tras un buen retorno de punt de Barner. Vemos que es el propio Pederson quien, rememorando sus tiempos de QB, conduce el ataque.
La inesperada sustitución sorprende a Patricia, quien observa impotente como en 2 rápidos pases a Smith y Celek, los Eagles se plantan en la yarda 15. Spike para parar el reloj. Sólo hay tiempo para una jugada más. Snap. Balón para Pederson. Otea el horizonte. Nadie desmarcado. El tiempo se agota. Lanza a la desesperada a Ertz a doble cobertura. El TE se lanza al suelo en un fantástico diving catch para hacerse con el oval. TOUCHDOWN.
La euforia se desata en la banda de Philadelphia. En previsión de que nadie robe el balón de la victoria, como pasó el año pasado con la camiseta de Brady, Ertz se lo da al utillero para que lo guarde. ¡Pero atención! En ese instante, Steratore decreta pase incompleto argumentando que el receptor debe conservar la posesión después de irse al suelo. Como consecuencia, se anula la anotación y el partido lo ganan los Patriots. El escándalo es monumental. La polémica interpretación del pase completo no puede continuar ni un día más.
Entrega de trofeos
Se procede a continuación con la entrega de premios. Belichick ha declinado recoger el trofeo. Ha sido visto saliendo del estadio, diciéndole al taxista que se diese prisa, que tiene que preparar la temporada 2018 y ya lleva varias semanas de retraso. Tampoco Kraft, el propietario de los Patriots se persona en el podio de vencedores. El tímido propietario de la cadena de mayonesas se ha cortado.
Queda Brady para recoger exultante el Lombardi. Al quitarse el guante podemos apreciar que aprovechando la operación para curarse la herida de la mano, se ha implantado un sexto dedo para poder alojar un nuevo anillo. Junto a él, su esposa Gisele lo mira pensando: “¡otro trasto más!, en cuanto lleguemos a casa, lo meto en una caja en el garaje junto a los demás”.
El ganador del trofeo al MVP del encuentro no tiene ninguna discusión. Goodell le hace entrega a quien más ha contribuido esta noche para el triunfo patriota. Gene Steratore recibe el galardón visiblemente emocionado, apenas puede articular palabra.
Los fuegos artificiales, por fin visibles desde dentro del estadio, ponen punto final a la temporada 2017 de la NFL. Desde @TheSpanishBowl esperamos que este (largo) relato os haya entretenido.