¿Qué es el College Football? – Parte 1

¿QUÉ ES EL COLLEGE FOOTBALL? 

Cuando mucha gente intenta acercarse al College Football, normalmente desde una previa posición como aficionado NFL, se encuentra ante una competición completamente nueva a la misma NFL, a la NBA, a la MLB, a las competiciones europeas… El sistema de competición del College Football no es un sistema que se pueda abreviar en pocas frases, es por ello que este artículo será largo y estará divido en varias partes, intentando que cualquiera que se atreva a leer todo el contenido tenga un conocimiento medianamente amplio de cómo va este magnífico deporte.


En este artículo hablamos de la División I Football Bowl Subdivision (FBS), considerada la máxima categoría del College Football y la que acapara (casi) toda la atención del fútbol americano universitario. Por detrás quedan la División I Football Championship Subdivision (FCS), la División II y la División III. Al igual que en las ligas americanas más conocidas, no hay un sistema directo de ascensos y descensos, pero sí que encontramos algunos equipos que pasan de FCS a FBS. Esto no se debe directamente al nivel deportivo del equipo, sino a las re-estructuraciones de las conferencias, ya que, en ocasiones, hay equipos que dejan una conferencia y firman por otra. Me explico, si un equipo deja de pertenecer a una conferencia de football asociada al nivel FCS por otra conferencia FBS de alguna manera podemos decir que ese equipo “ha ascendido”, aunque no sea un término 100% correcto.

Y, por si alguno se lo plantea, sí, tengan o no alguna “facilidad extraoficial”, los jugadores deben mantener cierta nota media y asistir a las clases. De hecho, muchos jugadores han tenido disgustos e incluso expulsiones por no dar el nivel académico necesario o por incumplir otro tipo de normativas internas de las universidades. Recordamos que en FBS encontramos algunas universidades académicamente reconocidas a nivel mundial como lo son Stanford, Duke, UCLA o California (Berkeley).

NORMAS DEL JUEGO

Las reglas de un partido de College Football son en su gran parte las mismas de las que ya conocemos de la NFL. Pero existen algunas excepciones que pueden llegar a tener mucha importancia en el juego. Las más importantes son:

– Las denominadas hash marks, líneas que marcan cada yarda a ambos lados del eje central del campo, están algo más separadas que en la NFL, por lo que un snap tras una jugada que haya acabado a los lados del campo dejará un lado del campo más estrecho y otro bastante más amplio. Esto no solo afecta a la hora de plantear la siguiente jugada de pase o de carrera, sino que también puede afectar a los Field Goals, que en ocasiones son lanzados más ladeados de lo que vemos en la NFL, añadiendo así cierta dificultad.

Fuente: Quora

– Los partidos tienden a hacerse mucho más largos ya que, entre otros motivos, el reloj del partido se para tras cada first down hasta que los árbitros puedan mover las cadenas y colocar el balón. Algo que repercute en que pueda haber mayor cantidad de jugadas y, en consecuencia, de puntos. Por otra parte, no existe el two-minute warning

– Tras un touchdown, el extra point o la conversión de 2 se jugará desde la yarda 3 rival.

– Aunque esta no es una norma que afecte al juego, sí lo hace con las estadísticas, y es que cada sack rival se contará estadísticamente como si de una jugada de carrera para pérdida de yardas se tratase del QB que ha recibido el sack.

– Una de las faltas más habituales, el pass interference, siempre conlleva una penalización de 15 yardas en vez de llevar el balón al lugar donde se cumple la infracción. Sigue conllevando siempre un primer down automático. Además, en el College Football no existe pass interference en los pases no sobrepasen la línea de scrimmage.

– El jugador que recibe el balón debe, además de tener posesión, poner un solo pie sobre el campo en vez de los dos para que la jugada se considere completa.

– Se considera down by contact cuando el jugador con la posesión del balón toca el suelo con alguna parte de su cuerpo que no sean los pies o las manos, no hace falta que le toque un rival.

– En caso de empate tras finalizar el tiempo regular del partido, la prórroga es completamente diferente a la de la NFL. Ambos equipos jugarán como mínimo un drive ofensivo iniciado en la yarda 25 rival (sin kickoff) y el equipo que más puntos anote (ya sea de Field Goal o vía touchdown) ganará el partido. En caso de empate tras dichos drives de cada uno se realizará una nueva prórroga, teniendo siempre ambos equipos un drive cada uno (salvo que una de las defensas retorne para touchdown un fumble o un pase interceptado). Se jugarán prórrogas hasta que por fin haya desempate y, a partir de la 3ª prórroga, cada equipo debe ir a por la conversión de 2 tras los touchdowns.

– Cada equipo cuenta con un único challenge por partido, aunque los árbitros pueden revisar las todas jugadas que estimen oportunas durante todo el encuentro.

No existe comunicación por radio entre el staff y los jugadores de campo a la hora de marcar jugadas. Los entrenadores deberán indicar la jugada a sus jugadores de campo con señales y carteles.

Fuente: CDN

– A partir de la temporada 2018, los equipos que reciban el balón en un kickoff y pidan un fair catch dentro de su yarda 25 se tratará como si fuese un touchback y el siguiente drive comenzará en su yarda 25.

 

Néstor Con Tilde (@NestorConTilde)

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