“Con el primer pick del draft de 2020, los Cincinnati Bengals seleccionan a Joe Burrow”. El mes y medio que falta para que el comisionado Goodell pronuncie esta frase se nos va a hacer eterno a los seguidores bengalíes. Es lo que todos ansiamos escuchar. Sin embargo, el reverso de la adquisición del quarterback de LSU nos deja la incógnita de qué pasará con nuestro titular actual, Andy Dalton.
Es ley de vida en el deporte la sustitución de jugadores por otros más jóvenes. En este caso, no es la edad de Dalton la causante de su caída en desgracia, sino lo limitado de su proyección ante las mayores perspectivas que brinda Burrow. Está claro que seleccionar un quarterback con el primer pick del draft supone que más pronto que tarde, la titularidad será suya. Por esta razón, el horizonte para el pelirrojo se prevé incierto. No obstante, tampoco debe significar automáticamente el final de su carrera.
Ante todo, debemos recordar que Dalton es un veterano de 9 temporadas como titular. En muchas ocasiones, se fijó la “línea Dalton” como frontera entre quarterbacks válidos para la NFL y los que no alcanzaban el nivel. No va a ser factor determinante para ganar partidos, pero difícilmente se le podrán achacar las culpas de una derrota. Este tipo de “game-managers” pueden todavía tener cierto mercado en la NFL. El primero de todos, por qué no, permaneciendo en Cincinnati como mentor del novato.
Dalton se queda en Bengals
Antes de nada, recordemos que Dalton todavía tiene contrato en vigor en Cincinnati. Es decir, no es un agente libre que pueda decidir su destino. Es por lo tanto la directiva de Bengals quien debe decidir si le traspasan o le mantienen en plantilla. Exploremos en este capítulo esta última posibilidad.
El año 2003, Cincinnati se encontraba en idéntica situación a la actual. Con su primera elección seleccionó al ganador del Heisman Trophy de aquella temporada, Carson Palmer. No obstante, aquella campaña la pasó en el banquillo, adaptándose a la competición, mientras el equipo era guiado por Kitna. El resultado no fue malo: Palmer acabó convertido en uno de los mejores quarterbacks de la competición. Por su parte, tampoco le fue tan mal a Kitna, quien prolongó su carrera con cierta relevancia en Detroit y Dallas.
¿Podrían repetir los Bengals su estrategia de 2003, siguiendo el ejemplo de Alex Smith y Mahomes en Kansas City? Sinceramente, lo dudo mucho. Dejando a un lado el ahorro económico de liberarse del contrato de Dalton, lo cierto es que sería complicado para Burrow hacerse con el liderazgo de un vestuario sobre el que el pelirrojo tiene un gran ascendente. Lo más sensato sería darle todos los galones desde el primer día.
Dalton traspasado a Bears
Así pues, con los días contados en Cincinnati, lo mejor que puede hacer la directiva para agradecerle los servicios prestados es buscarle un buen acomodo. En los últimos días está sonando con fuerza la opción de Chicago. Los Bears están buscando añadir competencia a la posición para “incitar” a que mejore Trubisky; o en todo caso, contar con un QB2 de mayores garantías, dada la cada vez mayor importancia de esta figura en la NFL actual. Por supuesto, habría que arreglar los flecos económicos de la transacción (17,5 millones por un suplente es inviable), pero se podría renegociar el contrato.
Antes que nuestros amigos seguidores de Bears se echen las manos a la cabeza, me gustaría exponer un par de hechos. El primero, referido al propio Dalton. El “rifle rojo” ha disputado 133 partidos, de los que ha ganado 70. Antes de su lesión de 2015, estuvo en la conversación para MVP de la temporada. Es el quarterback con más yardas por partido y touchdowns en la historia de la franquicia atigrada. Su carrera viene lastrada por un club con escaso éxito en postemporada, y de ahí la sensación de ser un quarterback peor de lo que realmente es.
El otro es la presencia de Lazor como nuevo coordinador ofensivo de Chicago. Dalton estuvo bajo sus órdenes, primero como entrenador de quarterbacks y después como coordinador del ataque bengalí. Ya existe una relación entre ambos que favorecería su reencuentro, y facilitaría la adaptación del nuevo sistema ofensivo.
Chicago no tiene primera ronda, pero tiene dos de segunda. Quizá alguna de ellas podría resultar excesiva, pero el acuerdo podría incluir jugadores cuyo futuro en sus actuales plantillas no parece muy seguro. Sería el caso de Kirkpatrick (CB) o Price (C) por parte bengalí, o Floyd (OLB) y Daniels (OG) por la de los osos.
Dalton transferido a Patriots
Existe un extenso historial de jugadores bengalíes que han revitalizado su carrera a manos de Belichick. Desde el RB Dillon a los actuales Burkhead (RB), Sanu (WR) o Develin (FB), pasando también por proyectos fallidos como Ochocinco (WR) o Hill (RB). Parece por tanto evidente que a Nueva Inglaterra no le importan tanto los resultados colectivos como la calidad individual. Bajo este prisma, Dalton siempre ha estado muy bien considerado como lector de defensas.
Por supuesto, todo pasa porque Brady decida romper sus vínculos con la franquicia de Massachusetts. En el improbable caso de que esto ocurra, y teniendo en cuenta que la posición de draft en que elije Patriots no le permitirá acceder a un quarterback “Premium”, la opción de Dalton cobraría sentido.
Los mayores problemas para Dalton han surgido cuando debió convertirse en protagonista para ganar el partido. Pero bien rodeado de talento, y con una buena defensa que no le exija tomar riesgo, ha demostrado ser un quarterback muy válido. Su falta de potencia de brazo tampoco sería un problema insalvable, ya que el juego de pase de Patriots suele moverse en rangos cortos y rápidos, donde sí que destaca.
New England no va a darnos por él su primera ronda, pero tiene tres terceras. Alguna de ellas no sería tan descabellado. Aunque ya sabemos lo duro que es Mike Brown negociando…
Dalton fichado por Colts
No obstante, en la liga se sabe que la llegada de Burrow provocará la marcha de Dalton. ¿Para qué gastar un pick de draft en un jugador pudiendo esperar a que sea cortado? A Cincinnati no le supondría un descalabro económico, porque si no encuentra clientela a quien colocarle, cortarle no le generaría “dinero muerto” contra el salary cap.
Esta tesitura abriría un abanico de posibilidades, con todos los equipos interesados teniendo como único valor a invertir la oferta económica al jugador. Difícilmente igualaría lo que ganaría de quedarse en Bengals, pero podría generarse una puja donde no resultase tan mal parado. En este sentido, Indianápolis tiene el segundo mayor espacio salarial disponible (sólo por detrás de Dolphins, a quienes no veo en esta pugna), y la necesidad imperiosa de mejorar el puesto de quarterback. Su proposición podría alcanzar unas cifras inasumibles para otros competidores.
Igualmente, en esta situación, sería el jugador quien tendría la última palabra para decidirse por un destino u otro. Indianápolis queda a poco más de un par de horas por carretera de Cincinnati. Podría incluso plantearse no tener que modificar su estilo de vida, y recordemos lo extremadamente familiar que es el jugador tejano. Bajo el prisma deportivo, tampoco sería mala elección. Buen entrenador, interesantes figuras jóvenes, y sobre todo, una línea ofensiva mucho más sólida de la que ha sufrido en Cincinnati, y que le permitiría desplegar mejor su juego.
Otras opciones razonables
Como decía anteriormente, si Dalton es cortado y dueño de su destino; y los clubes interesados no deben ceder elecciones o jugadores, ni cargar con un contrato desorbitado que encajar en sus cuentas, el número de posibles franquicias donde sería bien recibido aumentaría.
Raiders: Es bien conocida la admiración que desde el proceso pre-draft ha sentido Jon Gruden por Dalton. También que Carr no es precisamente el quarterback de sus sueños. Dalton encajaría perfectamente en la WCO tan característica de “Chucky”. Quizá no como titular inminente, pero sí como una amenazadora sombra para que no se confíe Carr.
Jaguars: Dalton se formó en la NFL de la mano de Jay Gruden, quien fue durante 3 años su coordinador ofensivo en Bengals y en todas sus temporadas alcanzó playoffs. Ahora que ocupa este trabajo en Jacksonville, podría reclamarle para asentar una posición que no está nada definida. Por supuesto, primero deberían encontrar salida a Foles y su desorbitado salario. Pero tampoco Minshew ni su mediático bigote tiene asegurada la titularidad para la exigente NFL.
Texans: Los tejanos tienen a sus dos quarterbacks suplentes McCarron y Webb como agentes libres. Es decir, necesitan un suplente para Watson, y Dalton es claramente mejor que los anteriormente citados. Pero más importante es el hecho de que Dalton creció a muy pocas millas de Houston, y desde pequeño fue seguidor primero de los Oilers, y después de los propios Texans. Estoy convencido que con tal de volver a su tierra, y jugar en el equipo al que animaba de joven, sus exigencias económicas se reducirían al mínimo.
¡Buena suerte, Andy!
En todo caso, lo que parece inevitable es que en 2020, nuestro pelirrojo vista una camiseta diferente a la atigrada. Si podemos sacar algo a cambio, bienvenido sea; pero en todo caso, creo que por su trayectoria a lo largo de su carrera y sobre todo, por su ejemplar comportamiento con sus declaraciones, su exquisita relación con los compañeros, su profesionalismo sobre el césped, y la conexión que su fundación caritativa ha desarrollado con los habitantes más necesitados de Cincinnati, sólo podemos desearle lo mejor en su nueva aventura.