En las últimas semanas me ha tocado ver una serie de rankings, comentarios, reportajes y todo lo que puedan imaginar respecto del desempeño y resurgir de los Buffalo Bills. Y el sufrido fan, como este modesto servidor, debe observar desde la playa un océano de loas, felicitaciones y palabras de motivación para lo que viene. Tengo buenos anticuerpos para evitar enfermarme de un hiperhypismo que, seguramente, terminará en un océano (de lágrimas) en una puesta de sol por las costas chilenas, en un verano que se viene muy caluroso.
¿Pero, qué pasa con este equipo?
La convulsión previa
En la offseason pudimos apreciar un desfile casi interminable de cambios. Desde GM hasta el HC y el equipo técnico. El pasar de una escoba que terminó también con casi todos los draftees de los últimos 4 años, legado del desaparecido Doug Whaley. No fue fácil ver la salida de Ron Darby, ni de un Sammy Watkins quien, en verdad, se la ha pasado más hablando y estando presente en el sideline de Orchard Park que llenando de yardas la estadística de un WR.
Y la pretemporada fue una de las más malas que me ha tocado ver en años. Sabeeeeeeemos que la pretemporada no es parámetro. Creo que todos recordamos los Lions del 4-0 y 0-16. Pero es imposible no pensar en un 1-15 o 2-14 luego de tamaña exhibición de basura en un campo de football.
El primer partido con Jets
Hasta que llegó el partido contra Jets. Un partido que, en el papel (ése que aguanta de todo) debíamos ganar. Y no fue fácil sacar el partido. Miren como están los Jets ahora, parece que no estaban afanados en hacer tanking. ¡Los Jets quieren jugar! A pesar de lo mediocre de la actuación general en ese enfrentamiento de la semana 1, sí se pudo demostrar el poder que podía tener nuestra nueva defensiva. El retorno a la 4-3 que los Ryan Bros. se encargaron de hacer pedacitos en las últimas 2 temporadas. Lo que nadie se esperaba era que el juego de carrera, muy destacado en ese partido con el valor de siempre (LeSean McCoy) se iría al precipicio.
Y llegó Carolina
En Carolina dejamos a nuestro rival en 9 puntos. Si tomas el universo de todos los partidos desde 2015 donde el rival queda en 9 puntos o menos, el registro para el equipo es de 82-2-1. Uno de esos «2» fue el de los Bills en la semana 2. Claro, si Zay «Fantasma» Jones llega a atrapar ese pase algo bien lanzado de Tyrod Taylor sí estaríamos en un 4-1 y con el hype por los cielos. Es verdad.
Pero la sensación de frustración fue muy patente. La excelente defensiva de los locales limitó a un Shady a 9 yardas en 12 intentos. Nada. Tyrod Taylor en 125 yardas. Nada. 3.5 yardas netas por jugada. Nada. ¿Game Plan variado? No. TT under the center. No sé si sirve jugando de ese modo. La defensa, literalmente faenó a Cam Newton, quien estuvo lesionado un buen rato. 6 sacks.
Ya estaba claro que McDermott estaba sacando réditos con la defensa, pero la ofensiva se vino abajo casi con el mismo personal que 2016. Jerome Felton, ¿dónde estás?
Resurgiendo contra los Broncos
Denver venía invicto. Y en casa no nos va bien con los equipos «grandes». El juego de carrera no funcionó, pero fue la defensa la que le dio las oportunidades a Taylor y compañía. Ah, y gracias a Von Miller. Una penalización absurda en momentos críticos le permitió a los Bills cerrar el partido. De todas maneras, volvamos al juego de carrera. En ese momento era muy fácil de predecir cómo los Broncos nos defenderían. Ya lo habían hecho muy bien con Zeke, y obviamente se iba a repetir el plan. El juego de pase fue la solución. 20 de 26 completos para Taylor, «apenas» 213 yardas. ¡Ah! Y un Jordan Matthews haciendo un gran trabajo desde el slot, sacando primeros downs en momentos muy complicados. En defensa, muchísima presión a Siemian. Un total de 3 sacks y 2 intercepciones que terminaron por derrumbarlo. Un 26-16 que no estaba en los libros de nadie.
Cazando al halcón
El hype empezaba a crecer, pero entonces ves que tu próximo rival son los campeones de la NFC (Falcons). En su estadio nuevo, con un Julio Jones estelar y listo para derrumbar a nuestra secundaria. La derrota la vislumbras como segura. Y el partido fue apretadísimo de principio a fin, pero el equipo se vino pronto arriba en el marcador gracias a una de las mejores actuaciones que se recuerden de Tyrod Taylor. Conectó brillantemente con Charles Clay, quien aportó con 112 yardas, incluyendo una excepcional atajada de 44 yardas que precedió el TD de Jordan Matthews. La defensa nuevamente fue factor. Entre Jerry Hughes y Tre’ White sacaron un retorno de fumble, que fue tan impactante como polémico. Por otro lado, Micah Hyde siguió con su espectacular trabajo en 2017 con dos intercepciones, cuando los Falcons intentaban acercarse. Esos intercambios de balón no fueron aprovechados de buena forma por la ofensiva en la segunda mitad. Algo que vaticinaba el desastre del siguiente partido.
Pero nos colocábamos 3-1. Punteros, nombrados en los programas de previas y análisis. «Los Bills están de vuelta con el fenómeno McDermott«.
Jarro de agua fría en Cincinnati
Todo se terminó bajo la lluvia en el Paul Brown Stadium. Y caímos nuevamente en el hoyo ofensivo. La defensiva consiguió 3 intercambios de balón que no fueron aprovechados para nada. Y AJ Green se lució ganando yardas después de la recepción, en particular en la del TD donde quemó a un inocente Tre White. Éste está teniendo problemas cuando es atacado en los comienzos de los partidos, aunque es muy inteligente y sabe adaptarse a una situación adversa.
Por otro lado, TT no es bueno remontando, y el juego de carrera sencillamente no despega. Apenas 3 yardas por intento para McCoy es un número muy deficiente. Charles Clay se ha lesionado y no volverá por un tiempo, aunque Nick O’Leary puede ser un muy digno reemplazo.
Entonces, ¿es el resurgir o no?
Total, que 3-2 y no sé qué va a pasar mañana domingo contra Buccaneers. De seguro va a despertar un recuperado Jameis y va a destruir nuestra secundaria gracias a la inmensa variedad de armas de las que dispone. ¿O la defensa le presionará y le hará fallar?
Cada partido es un misterio. En la previa verán más antecedentes.
#GoBills
Claudio Jorquera (@chonet, @buffalobillsCL)