Sabes que los Titans deben dar un paso adelante cuando una temporada de 9-7 te empieza a saber a poco. Durante 3 años consecutivos, nuestro equipo ha enlazado tres temporadas con récord ganador. El único equipo de la AFC Sur en lograrlo… Pero nos empieza a saber a poco. De esas 3 temporadas, solamente en 2017 se alcanzaron los Play Offs y en ninguna de ellas se ganó la división. Este año, el roster de 53 de Mike Vrabel deben lograr ese objetivo.
Temporada previa y off-season
2018 era el año en el que el siguiente paso debería haberse dado y, sin embargo, no se dio. En los primeros meses del año, la ilusión no podía ser mayor. Mularkey había sentado las bases de un equipo sólido y habíamos llegado a Play Offs por primera vez desde 2006. Pero su juego anticuado y conservador había alcanzado techo. Los Titans deciden entonces moverse en otra dirección y Mularkey es despedido.
A los pocos días se hace oficial la contratación de Mike Vrabel como nuestro nuevo HC. Su fichaje sorprende a muchos al ser de perfil defensivo cuando lo que los Titans necesitaban era un gurú ofensivo. Sin embargo, los Titans optaron por una vía bastante en desuso en los últimos años. El HC iba a ser más un CEO. Un organizador, una persona capaz de liderar, motivar y gestionar un grupo de 53 jugadores más entrenadores en todo momento y no centrarse sólo en la mitad ofensiva o defensiva.
Vrabel despidió a la práctica totalidad del staff de Mularkey. En defensa, la línea sería similar a la de Mularkey, contratando a Dean Pees. Pero en ataque se buscaba la modernidad. Y para ello vino Matt LaFleur. Fichábamos a una de las mentes ofensivas más interesantes de la NFL. Todos salivábamos con lo que sería capaz de hacer con Mariota y el ataque…
Pero las cosas pronto se torcerían, concretamente en la Week 1, cuando perdimos a Delanie Walker, Taylor Lewan y Marcus Mariota de una sentada. Condicionados por las lesiones, los Titans cayeron en la inconsistencia. Partidos muy buenos se encadenaban con otros desastrosos. Partidos muy bien planteados eran seguidos de actuaciones donde nadie sabía lo que hacía. Acabamos 9-7, sí, pero la temporada fue demasiado extraña como para sacar conclusiones. Al final, LaFleur, sin triunfar, aunque dejando destellos, se marchó a Green Bay. Arthur Smith, uno de los pocos supervivientes de la etapa de Mularkey, tomó las riendas del ataque. ¿El objetivo? Seguir trabajando en los conceptos de LaFleur.
Y para ello es importante que el ataque fuera reforzado. Un cuestionado cuerpo de WR recibía las incorporaciones de Adam Humphries en FA y AJ Brown vía Draft. Una OL que se había resentido, especialmente en el interior, era apuntalada con dos Guards: Rodger Saffold en FA y Nate Davis a través del Draft. Y ante la eventual lesión de Mariota, se tradeaba por un QB suplente de quilates a precio de saldo: Ryan Tannehill.
Pero tampoco descuidamos la defensa. Dean Pees continúa, pero tenía dos asignaturas pendientes: pass rush y defensa contra la carrera. Para el primer punto nos hacíamos con los servicios del veterano Cameron Wake en FA y del joven D’Andre Walker en el Draft. Para el segundo punto, confiaremos en que Jeffery Simmons, nuestra primera ronda, pueda volver al campo cuanto antes.
Las piezas empiezan a llegar. La pregunta es si, de una vez, encajarán y el equipo será capaz de dar el siguiente paso.
Repaso al roster de 53 hombres de Mike Vrabel
Ataque
Durante años, el ataque de Titans lleva sumido en la mediocridad. Ni el “gurú” Whisenhunt, ni la vieja escuela de Mularkey&Robiskie, ni la joven estrella LaFleur fueron capaces de entender y hacer funcionar este ataque. ¿Logrará Arthur Smith dar con la tecla y construir un ataque del siglo XXI?
Quarterback
El crédito se le acaba a Marcus Mariota. Y las excusas también. Entra en el último año de su contrato y no puede fallar. A diferencia de años anteriores, Mariota cuenta con un grupo de WR muy mejorado. La OL debería mejorar su rendimiento de 2018, pero sigue estando entre las mejores de la NFL. El backfield acabó 2018 en muy buena forma. Solamente falta una cosa: que Mariota de él paso. En un sistema ofensivo continuista (LaFleur y Smith presentan pocas diferencias), el QB hawaiano debe lograr, al fin, rendir de manera constante al nivel que se espera de él.
Detrás de él, como QB suplente, los Titans se hicieron con los servicios de Ryan Tannehill. El ex-QB de Miami Dolphins ha seguido un camino similar al de Mariota: ilusión y destellos combinados con lesiones y altibajos de rendimiento que le acabaron costando el puesto de titular en Miami. Al menos esta vez, en caso de que Mariota se lesione, el QB suplente sabemos que tiene calidad.
Ninguno de los dos tiene contrato para 2020, así que deberán demostrar sobre el campo que se merecen continuar en el equipo.
Running back
En 2018 nos prometieron un 1-2-punch en el backfield con Derrick Henry y Dion Lewis que nunca llegó. LaFleur, incapaz de saber usar a los RB correctamente, fracasó en su promesa. Este año, con Smith a los mandos, la promesa se mantiene. Esperemos, que con diferente resultado.
Derrick Henry entra esta nueva temporada con el gusto de haber terminado 2018 en un estado de forma sensacional y tener los galones de RB#1 de manera indiscutible. Sin embargo, también carga con el peso de acabar contrato y de no haber rendido nunca de manera consistente. Si es capaz de jugar con la potencia que le caracteriza durante toda una temporada, los Titans se beneficiarían mucho. Tras él está Dion Lewis. El año pasado se habló de RB#1a y RB#1b, pero este año Lewis es, claramente, RB#2. Su rendimiento, condicionado por las malas decisiones de LaFleur, no fue muy bueno en 2018. Sin embargo, sigue aportando en el juego de pase, tanto bloqueando rushers como saliendo a recibir, algo que Henry le cuesta mucho. Si Smith, de verdad, logra conjugarles bien, en 2019 podríamos ver el backfield que nunca llegó en 2018.
Para dar profundidad a la posición, los Titans contarán con David Fluellen, un veterano en el equipo que esta off season ha ganado peso para actuar como FB/RB, una doble amenaza para jugar aún más con las posibilidades ofensivas del backfield. Dalyn Dawkins será nuestro pequeño pero potente RB#3.
Wide receiver
No es ningún misterio que los Titans llevan años teniendo uno de los cuerpos de WR más pobres de la NFL. El último WR que alcanzó las 1000yds de recepción fue Kendall Wright en 2013. Desde entonces, todos los equipos han tenido un WR que alcanzara esa cifra salvo nosotros. Pero despacito, y con buena letra, los Titans han ido construyendo, al fin, un cuerpo de WR competente.
Corey Davis está a la cabeza del grupo como WR#1. Por su físico y capacidades no debería haber duda alguna. Sin embargo, su progresión, aunque buena, es lenta. Frenado en parte por el esquema ofensivo, en 2018 dejó flashes de dominación que este 2019 ha estado mejorando. Quizás rompa por fin la maldición de los WR y se establezca como un arma total. Para jugar al lado opuesto de Davis, los Titans draftearon a AJ Brown siguiendo el “modelo Robinson”: producción en College y mentalidad team-first. Se espera que tenga un impacto inmediato en el ataque. Con el paso a un ataque base con 3 WR, el puesto del slot se vuelve crucial. Ahí tenemos a Adam Humphries, un receptor con unas manos poderosas para atrapar balones complicados. Con Brown y Humphries, los Titans esperan estirar horizontalmente el campo, mientras que Davis deberá hacerlo verticalmente.
Tras el trío titular y casi indiscutible, tenemos a Tajaé Sharpe. En 2018 tuvo más bajos que altos, pero en este 2019 ha entrado dispuesto a pelear por más tiempo de juego. Para los otros dos puestos, la palabra clave es: Polivalencia, tanto en ataque como en equipos especiales. Darius Jennings brilla como retornador, pero deberá aportar más en ataque. Mientras, el rookie Kalif Raymond se ha hecho con el sexto puesto tras el traspaso de Taywan Taylor a Brown. A pesar de ser pequeño, juega fuerte, sin miedo y tiene buenas manos. Su velocidad es un plus, tanto en ataque como en ST.
Tight End
Una de las cosas que más daño nos hizo en 2018 fue perder a Delanie Walker, nuestra mejor arma ofensiva, en la Week 1 para toda la temporada. Pero un año después, Delanie regresa al equipo y piensa seguir siendo el objetivo fiable y seguro para Mariota en el centro del campo que lleva años siendo. Tras él encontramos a Jonnu Smith, que lleva 3 años intentando llenar sus zapatos. Con la pronta lesión de Walker, Jonnu tuvo una carga sobre sus hombros demasiado grande. Pero justo cuando estaba empezando a hacerse con ella llegó su lesión. De momento es un TE#2, pero si logra dar ese paso que en 2018 empezó a dar, podrá (intentar) sustituir a Delanie Walker.
Aunque este año está previsto ver más formaciones con 3 WR, no nos olvidaremos de las formaciones con 2 TE… aun cuando sólo uno actúe como TE propiamente dicho. Además de Walker y Smith, Anthony Firkser ha demostrado ser un receptor de (muchas) garantías y ver a cualquiera de los tres alineados en el slot y no junto a la OL es algo que veremos mucho en 2019. Quien sí estará junto a la OL bloqueando será MyCole Pruitt, que cumple un rol poco sexy pero que llevamos años echando de menos.
Offensive Line
Si de algo pudimos presumir con Mike Mularkey es que la OL de Titans se había convertido, sin dudas, en una de las más dominantes de la NFL. Sin embargo, en 2017 empezamos a ver signos de declive que se confirmaron en 2018. El interior de la línea hacía aguas y las lesiones y continuos cambios no ayudaron. Tocamos fondo con los 11 sacks permitidos ante los Ravens. A partir de ahí, la OL remontó, pero estaba claro que necesitaba una buena reforma. Y eso es lo que hicimos.
Por fuera no hay novedades. Taylor Lewan seguirá siendo, de manera indiscutible, nuestro LT. Renovado y asegurado para bastantes años, la confianza del equipo en él es total, a pesar de su sanción por 4 partidos que debe cumplir. Para suplirle en este tiempo, tenemos a Dennis Kelly, un auténtico seguro en caso de emergencias. Ha sido nuestro 6º OL estos últimos años y siempre que ha tenido que jugar, ha cumplido, tanto de LT como de RT. Precisamente en el RT tendremos a Jack Conklin de vuelta. Una mala lesión al final de la temporada 2017 le hizo forzar la máquina para regresar en 2018. Y se vio que no estaba bien. En 2019, con más tiempo, esperamos que la pareja Lewan-Conklin retome el nivel de 2017 y vuelva a ser de las más temidas de la NFL.
En el interior sí ha habido más cambios. En el LG dejábamos marchar a Quinton Spain, el descubrimiento de Mularkey. Un jugador sólido pero limitado. Una mejora era posible y para ello se trajo en FA al mejor LG disponible: Rodger Saffold. Lewan y Saffold están llamados a dominar el lado izquierdo de las trincheras. En el puesto de Center continuará Ben Jones, un jugador sólido pero sin demasiado brillo. Jamil Douglas, capaz de jugar tanto de G como de C, será el suplente. Y en el RG los Titans tienen una batalla campal abierta. Tras el corte de Josh Kline por su pobre rendimiento, Kevin Pamphile (que estuvo todo 2018 en IR) y el rookie Nate Davis se disputan el puesto. En principio, Pamphile lleva la delantera pero no se descartan ajustes a medida que avance la temporada.
MVP Ataque
Marcus Mariota. Nos guste o no, este es su equipo. Y nos guste o no, llegaremos tan lejos como llegue él. Sus flashes de calidad nos dan esperanza. Su inconsistencia nos la quita. Pero sin él, complicado hacer nada.
DEFENSA
Durante años, la defensa de Titans se ha movido entre las mejores de la NFL. Sin embargo, nunca terminaba de llegar esa evolución hacia una defensa verdaderamente dominante. Sin duda alguna, muchos partidos se han ganado gracias a ella.
Defensive Line
Una de las unidades que más decepcionó en 2018 fue la línea defensiva. Acostumbrados a una línea pesada y dominante, el año anterior se dio un paso para atrás. El pass rush era nulo y carecíamos de un ancla contra la carrera. La línea cayó en la mediocridad.
Los esfuerzos de Jurrell Casey, uno de los DL más infravalorados de la NFL, no fueron suficientes. Casey demostró su dominación con 7 sacks. El resto de la DL logró 1, poniendo de manifiesto la calidad de uno y la falta de buena compañía que tenía.
Para arreglar esa situación, los Titans escogían en el Draft a Jeffery Simmons. De no ser por su lesión, Simmons nunca habría llegado a Nashville. Aunque empieza el año en PUP, no sería raro verle jugar esta temporada, dando así los Titans a Casey un compañero de fatigas en las trincheras de mucha calidad. Hasta que eso suceda, los Titans seguirán contando con DaQuan Jones y Austin Johnson como titulares. El primero, un seguro contra la carrera en 2017, no terminó de encontrar su forma en 2018. Ha sido movido al NT, donde parece que está sacando mejor partido a su técnica. El segundo ha recorrido el camino inverso, del NT al DE. Los entrenadores esperan así ver destacar a un jugador que hasta ahora ha pasado muy desapercibido.
Las rotaciones serán una constante. Dean Pees es amigo de variar mucho el frente en función de la situación de juego. Gente como Brent Urban (un monstruo de 6’7”), Isaiah Mack (un rookie que ha brillado esta preseason) y Matt Dickerson (un bulldozer contra la carrera) tendrán seguramente su cuota de snaps.
Edge Rushers
Este puesto es, un año más, el más débil de la defensa. Tan sólo 10 sacks entre todos los jugadores en 2018. Y el retiro de Derrick Morgan y Brian Orakpo no nos deja en una buena posición.
Muchas esperanzas andan puestas en Harold Landry. El año pasado demostró flashes en las rotaciones pero en 2019 tiene la responsabilidad de jugar (casi) todo. Tras añadir peso y fuerza, pero sin perder su velocidad característica, deberá convertirse en referencia. El sorprendente Sharif Finch seguramente sea el elegido para hacerle compañía desde el lado opuesto. Con una historia de superación muy buena, Finch se ha ganado a pulso, sudor y esfuerzo su puesto.
Sin embargo, ambos jugadores son muy jóvenes. Para mentarles, los Titans trajeron como Agente Libre a Cameron Wake. El veterano rusher jugará snaps muy dosificados, pero sigue teniendo gasolina en el tanque para tumbar a más de un QB rival. El hawaiano Kamalei Correa así como el llegado vía trade Gilber también aportarán en la rotación para situaciones claras de pase.
Inside Linebacker
Al contrario que en el resto del frente defensivo, los linebackers interiores tuvieron un gran rendimiento en 2018.
A pesar de que a Dean Pees le costó encontrar la pareja ideal, una vez dio con la tecla, el resultado fue magnífico. Jayon Brown destacó por encima de todos. El atlético LB, en especial en cobertura, se destapó como pieza clave en el corazón de la defensa y como nickel-LB. Junto a él, el veterano Wesley Woodyard siguió cumpliendo con su rol, aunque poco a poco fue dejando paso al rookie Rashaan Evans. Ambos son LB grandes y físicos, destacando a la hora de frenar la carrera y entrar al blitz. Sus problemas a la hora de caer en cobertura son resueltos por la habilidad de Brown en este campo, creando así un trío sólido y de garantías.
Con semejante nivel, el resto de jugadores tiene entre muy poco y ningún tiempo de juego en la unidad. Sin embargo, destacan en equipos especiales. Daren Bates lleva un par de años siendo capitán en ST, mientras que el rookie David Long Jr querrá demostrar su instinto por el balón, primero en ST y quizás, en defensa después.
Cornerback
La premisa MMCNB (my man catch no balls) no terminó de cuajar. Al menos en la primera mitad de la temporada. El nivel alcanzado era bastante más bajo del prometido y, aunque no éramos una mala defensa contra el pase, esperábamos más. En la segunda mitad el rendimiento mejoró pero aún queda la duda, si este cuerpo de CB es realmente tan dominante como pensábamos.
Adoree’ Jackson fue uno de los más destacados. La evolución durante sus dos temporadas en la NFL es impresionante y poco a poco empieza a alcanzar su potencial. Sin embargo, sigue siendo demasiado inconsistente en su juego. Ese el siguiente paso que debe dar si quiere triunfar realmente en la NFL. Al lado opuesto jugará Malcolm Butler. Tras un inicio de 2018 horrible, que le costó muchas críticas de prensa y fans, logró reconducir su año y acabó la temporada de manera mucho más convincente. Si mantiene ese nivel de la segunda parte de 2018, los fans le darán una segunda oportunidad.
Siguiendo las premisas de los ataques “modernos”, los Titans han evolucionado en este 2019 hacia una defensa nickel como base. Ahí, Logan Ryan cobra un protagonismo clave. Aunque los tres CB se han rotado por fuera y en el slot, Ryan es, de lejos, el mejor slot-CB del equipo y, probablemente, uno de los mejores de la NFL. Dean Pees ha sabido usarle como “navaja suiza”, entrando al blitz, en cobertura, ayudando a la carrera. Sus números no serán brillantes pero su importancia en esta defensa está fuera de dudas.
Sin embargo, la profundidad del cuerpo trae algo más de dudas. LeShaun Sims es, un año más, nuestro dime-CB pero, aunque cumplidor, el salto de nivel es importante. Tye Smith, que se pasó todo el 2018 en IR, es el otro miembro del grupo.
Safety
Donde no hay duda alguna es en el puesto de Safety. Kevin Byard volvió a cuajar otro año a un nivel altísimo, ganándose una cuantiosa renovación. El joven ball-hawker se ha ganado el reconocimiento de todos, salvo Deion Sanders, convirtiéndose en una de las estrellas emergentes de la defensa de Titans y de la NFL. Como complemento a su habilidad en cobertura, los Titans cuentan con Kenny Vaccaro, un S mucho más físico, cuyo rol se encuentra más cerca de la LOS, ayudando en la carrera o entrando al blitz.
Un híbrido entre ambos es el rookie Amani Hooker. Con el gusto de Pees por variar frentes y formaciones, y con el paso a una defensa base con 5 DB, no será raro ver las llamadas formaciones star, con 3 safeties que traigan confusión al ataque. Hooker podrá ser usado en una variedad de roles, aunque seguramente cumpla con un papel más similar al de Vaccaro. Por último Dane Cruikshank y Joshua Kalu, ambos capaces de jugar tanto de CB como de S, tendrán más protagonismo en equipos especiales.
MVP Defensa
Jurrell Casey.
Negar la importancia de Casey en esta defensa es cometer blasfemia. Y de las grandes. Su talento y calidad es ampliamente superior a (casi) todos sus compañeros defensivos. Su rendimiento probado y continuado le convierten en uno de los mejores jugadores de la NFL en su posición.
Equipos especiales
Otro año más, otro año sin novedades… o casi. Brett Kern, uno de los mejores P de la NFL, seguirá despejando balones. A pesar de su calidad y su cañón, todos esperamos verle lo menos posible sobre el campo, muestra de que el ataque finaliza los drives. Ryan Succop tras operarse de la rodilla, pensábamos que iba a ser nuestro K, pero le pusimos en IR y trajimos a Cairo Santos, que esperemos vuelva a su nivel y sigua siendo un seguro en FG de menos de 40 yds. Como LS tendremos de vuelta a Beau Brinkley.
En el puesto de retornadores, los Titans abrieron la competición en el TC, y Adam Humphries empezará como PR y Darius Jennings será el KR en 2019. No descartamos que Kalif Raymond pueda entrar en alguna que otra situación.
Adrian de Blas representando a @Titans_Esp