Seahawks sucumben al ataque explosivo de Shanahan

Que el ataque de los Falcons es el número uno de esta temporada en la NFL y que iba a ser un quebradero de cabeza para los Seahawks, era sabido hasta en el último rincón de Seattle. Se confiaba mucho en la defensa de Kris Richad que, a pesar de no estar al nivel de años anteriores, sigue siendo una de las más fiables, contundentes y experimentadas de la liga. Lo que se suponía que iba a ser una batalla de tú a tú entre ambas escuadras acabó saltando por los aires cuando Kyle Shanahan empezó a desplegar sus piezas por el tablero del césped del Mercedes-Benz Stadium. Y es que el nuevo coordinador ofensivo de los Falcons dio una tremenda lección de cómo desquiciar y torpedear a una defensa que nunca había encajado tantos puntos (un total de 36) en partidos de playoff desde que Pete Carroll está a los mandos.

El encuentro comenzó de forma prometedora para los Seahawks. El primer drive de ataque fue justo lo que necesitábamos. Se asentaba el juego terrestre con un Rawls que parecía continuar con su ritmo del partido anterior frente a Lions. Wilson era capaz de conectar con diversos receptores y movía las cadenas, finalizando con un touchdown de Jimmy Graham. Pero lo mejor fue que todo esto se realizó en poco más de ocho minutos, con lo que se conseguía una de las claves para llevarse el partido: que Matt Ryan y sus chicos estuvieran el máximo de tiempo en el banquillo.

Ahora tocaba defender. Y aquí es cuando comenzó la pesadilla. Los Falcons dieron el primer aviso de los que nos esperaba con un gran drive sostenido de más de ocho minutos que

Julio Jones celebrando el primer TD
Foto: Bleacherreport.com

se completó en el segundo cuarto con touchdown de Julio Jones. Se empezaron a ver ciertas cosas que no eran buenos augurio. La línea defensiva no conseguía meter presión a una línea ofensiva en la que Alex Mack dio un recital de cómo contener el empuje por el interior y en la que el pass rush no era efectivo. Freeman y Coleman conseguían establecer la carrera y Ryan, muy tranquilo, empezaba a conectar con Jones y a meter en verdaderos apuros a un Richard Sherman que ha estado muy irregular durante toda la temporada.

Tras un field goal de Hauschka que nos ponía tres puntos arriba llegó una de estas jugadas que, uno no sabe muy bien porqué, cambian el ritmo y la dinámica del partido. Un espectacular retorno de 80 yardas del veterano D. Hester fue anulado por un holding de Pierre-Louis que no sólo no nos permitía rozar la end zone rival, sino que nos metía en nuestra yarda siete. Para colmo, una jugada desgraciada de right guard suplente Rees Odhiambo propiciaba un sack a Wison en la end zone que suponía un safety y reducía la distancia a nuestro favor a un punto.

El partido llegó al descanso con un tremendo drive de los locales de 99 yardas que acabó en touchdown y continuó con otro gran drive con anotación al inicio del tercer cuarto. Shanahan había abierto definitivamente el tarro de las esencias del ataque. Jones, Sanu, Gabriel y Hardy empezaron a desplegarse y atacar en diferentes rutas y niveles volviendo loca a nuestra secundaria. Una secundaria a la que se le notó de nuevo la falta de la referencia de Earl Thomas y en la que Chancellor, Lane, Shead y más tarde Elliot eran superados una y otra vez por los receptores locales. Capítulo aparte merece la horrorosa actuación del safety Steven Terrell que ahora mismo tiene que estar en paradero desconocido o en urgencias de algún hospital de Seattle reparándole la cintura que más de una vez le rompieron. Shanahan también supo atacar muy bien las coberturas de los linebakers desplegando a Coleman y a Freeman en tareas de recepción a corta y media distancia, con lo que Wagner y Wright se vieron superados constantemente. Durante todo el partido Ryan logró conectar hasta con ocho jugadores diferentes para acabar el encuentro con un total de 338 yardas y 3 touchdowns. Casi nada al aparato.

Estando así las cosas, nuestro ataque volvió a estancarse y aparecieron todas las deficiencias mostradas durante la temporada regular. El juego de carrera se estancó y la diferencia en el marcador obligó a arriesgar y a jugar por aire. Ahí es donde la línea ofensiva volvió a demostrar que se hunde y se colapsa a la mínima de cambio y obligaba una vez más a Wilson a correr por su vida. Así no se puede. Nos

Rusell Wilson
Foto: Brett Davis

intentamos mantener en el partido a base buenas posesiones de campo  gracias a los magníficos retornos de Hester y la magia de Wilson saliendo a duras penas del pocket y conectando en profundo contra una secundaria local que demostró ser vulnerable. Como no podía ser de otra forma los de “tito Pete” no lanzaron la toalla y dieron guerra hasta el último momento dejando el marcador final en un 20-36 que nos apea de la lucha por el titulo de conferencia y nos cierra las puertas de una nueva Superbowl.

 

Se acabó lo que se daba. Empieza una nueva travesía en el desierto con muchos frentes abiertos y con muchos deberes por hacer para volver a dar guerra el año que viene. Pero eso… es otra historia. Y la leeréis aquí.

GO HAWKS!!!

Pablo Miralles , @seattlefspain