Seattle, tenemos un problema. Y de los gordos.

Lunes después del primer fin de semana de la NFL. El famoso “overrection day”. Ese día en que todo se exagera tras los primeros partidos de la temporada. Todo. Lo bueno y lo malo. Ese día en que hay que ser cauto y darse cuenta que todavía quedan 15 partidos de  temporada regular y que lo del domingo es sólo un partido más.

Vale. Sí. Cierto. Todo eso está muy bien y es como realmente se tiene que digerir e interiorizar la primera jornada del año. Sin embargo, como seguidor de los Seattle Seahawks, la indignación, cabreo, mala leche y vergüenza ajena tras la lamentable imagen del juego de ataque del pasado domingo en Green Bay, hace que sobrerreaccione  y que, me vais a perdonar, me pase por el “Arco del Triunfo” todas las teorías y consejos de prudencia y calma aconsejables para el inicio de temporada.

Vamos por partes.

La línea ofensiva. Ése dolor de cabeza continuo y permanente que dura ya unos cuantos años y que en lugar de curarse va a más. Una unidad con una gran carencia de calidad que se viene abajo en pass protection a las primeras de cambio y que tampoco ayuda al juego de carrera. Sin lugar a dudas, la causa principal de todos nuestros problemas en ataque. Desde el primer snap se vio que la tarde iba a ser dura y que íbamos a tener el “deja vu” de todos los domingos. Ya en el primer drive, Rusell Wilson sufrió su primer sack de la tarde y empezó el calvario de siempre. Por el extremo izquierdo, Odhiambo sufría lo que no está escrito.  Joeckel hundiéndose también y demostrando ser el bust que todo el mundo conoce (menos nuestra gerencia),  Britt dando la cara por el centro y Glowinski e Ifedi sin aportar nada por la derecha. Insisto, lo de siempre. Lo esperado. El front seven de los Packers hacía lo que quería y se pasaba más tiempo en nuestro backfield que delante de nuestra línea ofensiva. Un escándalo. Pero un escándalo que, por desgracia, todos esperábamos. Bueno, todos menos Tom Cable (coordinador de la línea). El Cable de siempre que intenta convencernos que esta línea progresa, madura, mejora, tiene talento, bla, bla, bla. Que no. Que no cuela, Tom. Que son muchos años con el mismo cuento y la cosa va a peor. ¿Que Cable no tiene la culpa?. ¿Que son jugadores que le han fichado y más no se puede hacer?. Pues, si… pero no. La baja calidad de los jugadores en general es evidente. Pero lo que no se puede hacer es conformarse con eso, apoltronarse en el sitio, vender la moto de que aquí hay potencial, mover a los jugadores sin ton ni son buscando un sitio donde se supone que van a rendir, marear la perdiz y comerles la oreja tanto a Carroll como a Schneider de que esto tiene solución. No. Un coordinador de línea debe ser consciente de lo que tiene, detectar las carencias (que en este caso son muchas), intentar mejorar (Cable de eso, nada de nada) y exigir dentro de sus posibilidades que el staff y la gerencia busquen soluciones en el mercado. Naturalmente no conozco al detalle lo que pasa en las entrañas de la franquicia, pero por todo lo que se ve soy de los que opinan que Cable no tiene ni capacidad ni conocimiento para sacar algo de estos jugadores y que escurre el bulto y no tiene lo que hay que tener para cambiar el rumbo de su unidad. No me creo que Cable les haya dicho ni a Carroll ni a Schneider que la gestión a la hora de buscar y fichar jugadores no es la correcta. Y tampoco entiendo cómo ni nuestro entrenador ni nuestro general manager siguen emperrados en no invertir en una buena línea. No lo entiendo. Y así nos va, dentro de una división donde las líneas defensivas son de las que meten presión como si no hubiera mañana. Hasta que se nos rompa Wilson. Y ahí vendrán las lamentaciones y estaremos jodidos. Realmente jodidos.

Vamos por la segunda parte. El playbook de ataque. Un tema del que, a mi entender, se está hablando muy poco ya que nos excusamos en la línea. Y hay mucha tela que cortar. Y muchos palos a repartir. La línea ofensiva es lo que es. Ya lo hemos hablado. Hay que partir de esa base. La primera alternativa debería ser establecer el juego de carrera. Ahí hay otro problema. El backfield, con muchos problemas de lesiones y continuidad, no es capaz de dar esa alternativa. No podemos sustentar el juego terrestre de potencia de la época de Marsahwn Lynch y la línea ofensiva (sí, otra vez la maldita línea) tampoco ayuda a los corredores abriendo huecos. Entonces, ¿qué hacemos?. ¿Hay alguna solución?. Pues yo creo que sí. O por lo menos un plan B de ciertas garantías.  Bevell (coordinador ofensivo) se encabezona en un playbook de ataque plano y conservador, basado en mantener a Wilson en el pocket lo que claramente es un error ya que simplemente es imposible. Wilson no puede aguantar ni un segundo en su zona de confort y tiene que salir por patas para que no se lo carguen. Y así no hay manera. No podemos vivir de esos bigplays y jugadas rotas y de la magia de Wilson una vez tras otra. Así no hay consistencia ninguna. Milagros a Lourdes.

Vamos a ver, querido Bevell. ¿Y si hacemos que Wilson suelte rápido el balón conectando con sus receptores o tight ends por detrás de los linebackers  e ir ganando yardas poco a poco?. Alguna vez lo has hecho y ha funcionado, pero luego te emperras en volver a lo de siempre. ¿Y si hacemos que Wilson se mueva fuera del pocket pero a base de jugadas diseñadas, y no para salvar su vida?. ¿Qué tal un poquito de bootleg?.¿Sabes qué es el play action?. ¿Sabes que Wilson es top en esos aspectos? ¿Conoces a Jimmy Graham, sí el número 88 que lo petaba en los Saints? ¿Sabes que puede ser el mejor amigo de Wilson en distancias medias, que es muy bueno after catch y que si se le usa más puede fijar a las defensas?. ¿Qué tal si jugamos más la screen?. ¿Qué tal si hacemos más jugadas end-around? ¿Qué tal si usamos más el uptempo?. ¿Qué tal si intentamos no ser planos y previsibles? ¿Qué tal si aprovechamos que las líneas defensivas rivales sólo piensan en el sack y las mareamos aunque sea un poquito?¿Qué tal si arriesgamos?. ¿Qué tal si no dejamos el buen juego para cuando nos vemos con el agua al cuello?.¿Qué tal si cogemos ritmo y alegría en el juego y hacemos descansar a esa defensa que estamos machacando y desaprovechando?. ¿Qué tal si espabilas, Bevell?. ¿Qué tal si dejas de desquiciarme, Bevell?.

Tom Cable (derecha) y Darell Bevell. Tanto monta, monta tanto. Fuente: seahawks.com

Ay, tito Carroll, tito Carroll. Tenemos un gran problema y en tu rueda de prensa post partido ya has vuelto con tu habitual tono paternalista. Las mismas palabras de siempre: que si somos mejores que todo esto, que si seguimos trabajando, que si tenemos claro lo que tenemos que hacer, etc, etc.. Como decís por las américas… bullshit. Coge por la pechera de una vez a Cable y a Bewell y dales un ultimátum. Que se pongan las pilas de una vez. Se acabaron las excusas baratas. Wilson no hay más que uno y es un lujo que estamos desaprovechando. No podemos dar esta imagen en ataque.

Al final va a ser que el bocazas de Sherman tiene razón y estamos tirando por tierra la mejor defensa en años con este ataque sin rumbo. Y de paso ponerme a mí y a muchos seguidores de los Seahawks de los nervios. Y uno ya no está para estos disgustos.

 

GO HAWKS!!!

Pablo Miralles (@seattlefspain)

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