Semana 5: Lo mejor y lo peor de la XFL

La semana 5 de la XFL sirve como mitad de temporada y mientras que hay cosas ya definidas,  muchas otras faltan por ver.

La XFL llegó a su semana 5 con gran parte de las aspiraciones para playoff en juego. Con una victoria de Houston, el equipo se podía asegurar el puesto en post-temporada. A la inversa ocurría en el duelo entre Wildcats y Vipers, el perdedor se complicaba sus opciones de acabar entre los dos mejores de la conferencia. Con cada vez más igualdad por todos los lados, todo estaba preparado para una jornada que no defraudó.

 

Lo mejor:

Tampa Bay Vipers-LA Wildcats.

Posiblemente el partido de lo que llevamos de liga en cuanto a diversión y locura. Ninguno de los dos equipos es regular y eso se nota cuando entran en un correcalles donde son incapaces de parar. Tampa arrancó muy fuerte tanto en ataque como en defensa, rompiendo el partido durante casi toda la primera parte. Pero dos TDs consecutivos de Josh Johnson devolvieron la vida a LA justo cuando parecía que el QB estaba más fuera que dentro del encuentro.

La segunda parte fue la demostración de que cuando Wildcats no pasa del partido, es uno de los mejores equipos de toda la XFL. Dominación por el aire, control del reloj con la carrera y una defensa que llegaba constantemente a golpear a Taylor Cornelius hasta sacarle del partido. Y los Vipers también mostraron que su 1-4 no es tan duro como parece, con varias intentonas en el último cuarto extraordinarias para igualar el encuentro.

Que en el último minuto y con Vipers perdiendo de 7 estuvieran en la red-zone rival, da muestra del nivel parejo que había entre ambos equipos. No obstante, al final el talento se impuso y los Wildcats consiguieron aferrarse a sus opciones. Vipers ahora está dos victorias por detrás del resto de su conferencia y mucho tendrá que mejorar para remontar en tan solo 5 partidos.

Taylor Cornelius / xflboard.com

 

Conferencia Este:

La Conferencia Este esta semana ha vuelto a demostrar que ninguno de sus equipos es claramente superior al resto. Los DC Defenders han vuelto a imponerse con una defensa extraordinaria tras dos semanas desastrosas. St. Louis tiene una enorme ventaja en su Dome, pero fuera de casa se le están viendo muchísimas carencias. Y los New York Guardians han encontrado en Luis Perez una figura para unirse y empezar a ganar partidos de forma laboriosa.

Con 3 equipos con un récord de 3-2 y la sensación de que las tendencias cambian por semanas, es complicado definir quién puede o no entrar en playoff. Los Battlehawks son posiblemente la plantilla mejor equilibrada y solo han caído en dos de los campos más complicados de toda la XFL. Por el lado del hipotético segundo puesto, Defenders ha unido actuaciones patéticas con la mejor defensa de la liga e incluso un cambio de QB mientras que Guardians es indefinible.

El ataque de Nueva York no es brillante, pero con Luis Perez parece querer dejar el drama atrás. Es la defensa neoyorkina la que se ve obligada a trabajar más a fondo, pero desde que Luis está en el campo, parece también más tranquila. En general son tres equipos en trayectorias indefinibles, con capacidad para ganar a cualquiera pero también de perder contra cualquiera. Sin Vipers en la ecuación, todo debería decidirse en los encuentros que van a tener entre ellos.

 

Beer Snakes:

La XFL es curiosa para cualquier fan de la NFL. Acostumbrados a la seriedad de la liga grande, la liga de primavera ha optado por tomarse todo con mucha más calma y con más mimo hacia el espectador. La definición de este acercamiento hacía los fans de a pie es el Beer Snake que tan de moda está en Washington. El mismo se basa en juntar vasos de mini (vacios) hasta hacer una multitudinaria serpiente que estuvo a punto de llegar a cubrir todo un sector de la grada.

Con Oliver Luck (comisionado de la liga) uniéndose y las cámaras enfocando esta divertida “tradición”, la verdad es que se consigue mayor conexión con los fans. Algo similar ocurre con St. Louis, la cual ya ha confirmado que abrirá las partes superiores de su estadio para poder acoger la demanda de fans que quieren asistir a los partidos de local de los Battlehawks.

 

Lo peor:

El final del Dragons-Roughnecks:

Las repeticiones arbitrales son un acierto siempre y cuando se permita que actúen. Y en este caso la cagada fue apoteósica, de esas que se van a recordar para criticar a la liga y con razón. PJ Walker plantó rodilla con dos segundos en el reloj de juego y el balón en su yarda del 19, dando en efecto una posibilidad a los Dragons de empatar el partido. Los árbitros dieron por finalizado el partido y no se dio la oportunidad de reiniciar el encuentro a pesar de que el fallo era evidente.

Los comentaristas preguntaron al propio Dean Blandino, el cual reconoció el error pero dijo que al irse del campo los árbitros, el partido se había dado en consecuencia como finalizado. Es un error garrafal que no puede permitirse y que provoca dudas sobre el sistema, por otro lado inmaculado, de revisión. Los propios Roughnecks sabían el error y PJ Walker había sido ordenado de mandar una bomba fuera de campo para comer reloj, algo que no hizo.

¿No deberían los árbitros ser informados por la gente en la cámara de que no, el partido no había terminado? ¿En caso de que pase algo en la última jugada, no hay opción de revisarlo si los árbitros pitan el final? En una liga tan joven, veremos cómo cambia el reglamento para adaptar estos fallos pero la realidad es que este fallo empaña un maravilloso partido y sobre todo, un gran trabajo arbitral en el mismo.

 

El ataque de Dallas sin Landry Jones:

Normalmente, aquí vendría el nombre de Phillip Nelson y descargaría en él todas las culpas de la ineptitud ofensiva de los Renegades. Dos partidos con él a los mandos y 0 TDs del ataque es una estadística desastrosa pero el problema no puede ser solo de Nelson. El playbook es endémico y depende de que una jugada de cuarenta yardas funcione solo para lograr un primer down. Similar ocurre con el juego de carrera, el cual se infrautiliza a pesar del talento existente.

Phillip Nelson / Dallasnews.com

Entiendo que las ofensivas air raid tienen una gran carga de verticalidad, pero si ves que no funciona, deberías retocar cosas. Landry Jones aporta cosas que Phillip Nelson no, y no puedes intentar jugar con el mismo playbook para ambos. Mientras que Dallas no cambie esto, es poco probable que el equipo funcione y eso debería complicarle la clasificación a playoff. Todo en manos de un Mumme el cual se ha negado hasta ahora de aceptar su error y retocar partes de su ataque.

 

PJ Walker:

Sigue siendo el MVP de la liga y es innegable que su talento está ahí y que gracias a él, los Roughnecks van 5-0. No obstante, el partido de esta semana del QB de Houston fue un desastre durante 3 cuartos y él mismo lo reconoció en varias entrevistas. No solo fue perder tres balones, fue la incapacidad de hacer que un ataque con tanta velocidad como el de Houston entrase en juego.

Es cierto que el último cuarto fue una demostración de que el talento que tiene PJ es algo incomparable en la XFL. Su conexión con Cam Phillips además volvió a mostrarse letal, con dos TDs para dar la vuelta al partido. Pero la realidad es que hasta esos drives, el juego se basó en la genialidad de jugadores como Nick Holley, que transforman un pase de 10 yardas en una jugada de más de 50 para 6 puntos. 

A PJ Walker le están empezando a pillar la matrícula y en estos dos últimos partidos le hemos visto pasarlo peor que en los tres anteriores. Evidentemente PJ es una verdadera estrella y es el QB de moda, pero habrá que ver como supera estos problemas que le están provocando los coordinadores ofensivos. Su fallo en el kneel tampoco le ayuda, pudiendo haber provocado que su equipo perdiese el partido.

 

Y solo queda media temporada regular

Ahora es momento de reagruparse y prepararse para el próximo sábado con la sexta jornada. Roughnecks empiezan a hacer cuentas de cuando descansar a sus talentosos receptores mientras el resto se aferran a sus opciones de playoff. En la conferencia este, acabar con menos de 6 victorias será sentencia de quedarte fuera de las rondas finales. En la conferencia oeste, quizás un 5-5 sea suficiente, pero aún es imposible apostar por los equipos que acabarán entre los cuatro mejores. Queda mucha XFL por vivir y sobre todo, por sufrir para los fans de siete franquicias.

 

Santiago Tomasi (@ElBoxDeTomasi

Si queréis revisar lo que pasó en la semana 4, lo tenéis aquí