Si en Agosto nos dicen que los Jets iban a ir con récord positivo al bye, más de uno nos hubiéramos reído. Con parecer serios y competitivos aun ganando 6 partidos en toda la temporada nos habría parecido suficiente. El calendario era bastante complejo en la primera mitad de temporada, aunque se esperaba mucho más de varios rivales a los que se ha enfrentado el equipo, como los Packers o los Broncos. Aún quedan 8 partidos y si el nivel se mantiene se puede soñar con algo que no pasa desde hace una década, pero lo dejaremos para el final. Ahora vamos a intentar repasar por qué los Jets han dado este paso adelante.
El nuevo staff y el cambio de cultura.
Lo único bueno que hizo Adam Gase en su paso por los Jets fue traer a Joe Douglas como GM. Desde que ejerce en su puesto, los aciertos superan con mucho a los fallos. Comenzando por el magnífico trade en el que consiguió dos primeras rondas por Jamal Adams, y pasando por todos sus movimientos en el draft, subiendo para a elegir a jugadores como Jermaine Johnson y Alijah Vera-Tucker, y rodeando a Zach Wilson de un supporting cast de calidad que ayude en su desarrollo.
Pero su quizá mejor movimiento hasta la fecha ha sido la contratación de Robert Saleh como HC y el cambio de cultura que ha provocado. Se ha pasado casi de un año para otro de un equipo que salía derrotado a los partidos a uno que pelea hasta el final sea cual sea el rival. Su filosofía de All gas no break ha calado en el vestuario y se nota que los jugadores y el técnico son uno. Pero el cambio no es únicamente en la actitud.
Una defensa legítima.
El cambio en la defensa es espectacular en 2022. Los Jets han pasado de ser la peor defensa de la liga a la séptima. La secundaria está jugando a un nivel excelso. La pareja de cornerbacks, la elección de primera ronda Sauce Gardner y el contratado en agencia libre DJ Reed, están secando a casi todos los receptores a los que se enfrentan. CJ Mosley vive una segunda juventud dirigiendo la unidad y estando en todos los sitios, y la pareja de safeties, aunque empezó algo dubitativa con el paso de los partidos está jugando a un nivel excepcional.
La prueba de fuego de la defensa fue el pasado domingo contra los Bills en el que se realizaron dos interceptaciones a Josh Allen, se ató muy en corto tanto a Diggs como a Gabe Davis, y le único modo que tuvieron de progresar fue gracias a las carreras prediseñadas para Josh Allen.
Mención especial merece la línea defensiva, en la que todos los jugadores están destacando.
Trincheras.
Cuando un General Manager ha jugado en la universidad en la línea, se nota y mucho. Desde que está en la gerencia de los Jets, ha dado prioridad a las trincheras drafteando a un jugador de línea en cada año en primera ronda y yendo a la agencia libre a por los mejores jugadores disponibles como Laken Tomlinson o Carl Lawson.
La línea defensiva es profundísima y permite que los teóricamente mejores jugadores puedan tener snaps de descanso y el rendimiento no se note. Quinnen Williams está siendo uno de los mejores interiores de la liga, con 7 sacks en 9 partidos. Pero no es solo él, Lawson, Franklin-Myers y Rankins también están aportando muchísimo y todos cuentan con varios sacks en su haber.
Por su parte, la línea ofensiva está rindiendo pese a las bajas de muchos de sus miembros. Actualmente, solo se mantienen desde principio de liga el center McGovern y el guardia Tomlinson. Las bajas de Fant, y Vera-Tucker, están siendo cubiertas más que correctamente con Brown, Herbig y Ogbuehi. El siguiente hombre está preparado y está rindiendo.
Competitividad en último cuarto.
Pero quizá el cambio más importante, es la competitividad en los últimos cuartos de los partidos, sobre todo fuera de casa. El equipo no se deja ir y aprieta los dientes para llevarse partidos ajustados. Otros años habría partidos como los de Cleveland, Pittsburgh, Denver o Buffalo que no se habrían ganado. Esto es gracias a una mezcla de factores: el comentado cambio de cultura y la juventud del roster. Los baby Jets no levantan el pie del acelerador hasta el final de los partidos. Los que se disparan en el pie, ya no son siempre los same old Jets, sino que aprovechan los errores ajenos.
El futuro
El camino está establecido, y la base del futuro está construida, aunque queda por definir un pilar básico, que es conocer si Zach Wilson puede comandar el ataque. Actualmente es el peor quarterback bajo presión de la liga, pero cuando juega tranquilo en el pocket es más que competente. Para ello necesita más gameplans por parte de LaFleur como el de Buffalo, con mucho pase rápido.
En cuanto al calendario a priori queda la parte más sencilla (aunque haya alguien que ha hecho una predicción lanzando una moneda al aire, la cual firmo), pero los equipos que se preveían sencillos ya no lo son tanto y quedan 3 duelos divisionales lejos de New York. El primer partido después del bye es en New England, que será tan igualado como el que se jugó en el Metlife. Posteriormente se recibe a los Bears, que son un equipo competitivo y difícil. En las dos primeras semanas de diciembre se afrontan dos salidas complicadísimas a Minnesota y Buffalo, en las que sacar algo positivo será un gran resultado. Los tres siguientes partidos son contra Lions, Jaguars y Seahawks, que deberían poderse ganar, pero ojo con Seattle que se encuentra en una situación parecida a la de los Jets rindiendo muy por encima de las expectativas. La temporada se cerrará en Miami contra los Dolphins y posiblemente (esperemos que sí) jugándonos una plaza de wildcard. De estos 8 partidos podemos ganar 4, y con un récord de 10-7 los playoffs están al alcance, pero para ello hay que seguir siendo igual de serios y competitivos.
Ojalá nuestro pequeño amigo Johnny se pueda seguir poniendo ciego a helado.
DID YOU MISS HIM???? ?????? pic.twitter.com/mXeGGJN9Yf
— New York Jets (@nyjets) November 7, 2022