Sesión de control a los Titans. El ataque.

Mitad de temporada. Semana de bye. Momento ideal para aprovechar la situación y lanzar una mirada a estos primeros pasos de la “era Vrabel” en Tennessee.
Que comience la sesión.

Primer punto del orden del día: Mike Vrabel y el staff.

Desde su llegada, Vrabel ha estado muy implicado en todos los grupos, tanto en ataque como en defensa, presente en las reuniones de jugadores y entrenadores de las distintas posiciones, participando activamente en los drills, y siempre aprendiendo y aportando, incluso en ataque. De hecho, la idea de usar la wildcat vs. Houston fue suya. Sin embargo, a la hora de la verdad, está teniendo demasiados altibajos. La pretemporada fue de muchas probaduras. Nuevo sistema, nuevos entrenadores… Nos limitamos a lo básico, aunque el récord de 0-4 y las sensaciones no eran del todo buenas, podíamos agarrarnos a eso, eran sólo probaturas.

Cuando la temporada arrancó, el staff ha tenido que lidiar con bastantes lesiones en posiciones claves que han limitado al equipo. Aun así, en los primeros partidos se tiró de coraje e improvisación, y la gran preparación de los partidos (el partido vs. Texans es el mejor ejemplo) ayudó a sumar un par de victorias claves. Sería en la Week 5 cuando el equipo y Vrabel pudieron mostrar el verdadero potencial, en especial el ataque, que jugaba el primer partido con todas las armas disponibles tras las lesiones de las primeras semanas.

Mike Vrabel / Titansonline.com

Sin embargo, desde ese momento, el equipo ha entrado en crisis, con dos partidos lamentables ante Bills y Ravens que han puesto en tela de juicio todo lo que habíamos ido progresando hasta la Week 5 y han cuestionado bastante al staff.
La cultura, por su parte, la mostramos desde la Week 1, con un Vrabel muy agresivo, dándole una vuelta de tuerca a lo ya implantado por Mularkey, y el equipo está con esta cultura a muerte.

Somos el equipo que más 4tos Downs se ha jugado en la NFL, porque “you don’t play this game to tie”. La cultura se muestra “cuando las cosas te van mal, y estás en lo peor”. Hemos sabido reponernos de varios golpes, pero sólo la cultura no vale para ganar.

Mencionar además que somos el 2º equipo de la NFL con menos penalizaciones (34), aunque las pocas que hemos tenido, en ocasiones, han sido bastante costosas. En cualquier caso, es bueno ver que somos un equipo disciplinado, y eso siempre ayuda en los momentos difíciles.

Resumen de la cuestión: El cambio de Mularkey por Vrabel, salvo en la mayor agresividad, de momento no está resultando tan evidente ni positivo como se esperaba. Y el manejo de las situaciones adversas (lesiones, juego atascado, situaciones límite,…), que precisamente es lo que diferencia un staff normal de uno de calidad, tampoco está siendo demasiado bueno.

 

Segundo punto del orden del día: el ataque.

Antes de entrar en materia, vamos con una consideración previa: LaFleur está cantando las jugadas desde la cabina, ya que hay menos caos y puede ver mejor el campo. En principio, eso implica no estar a pie de campo y poder corregir cosas inmediatamente, pero tanto él como Mariota han declarado comunicarse muy bien por el intercomunicador/teléfono, por lo que, en teoría no hay problema.

Además, LaFleur ha adoptado desde el primer día un rol de “profesor”, donde su objetivo es cantar jugadas en las que los jugadores crean. Explicarles durante los entrenamientos el porqué de esa jugada en esa situación y hacerles tener fe para cuando llegue en el partido. También, LaFleur suele cantar generalmente dos jugadas en el huddle y, dependiendo de la lectura del QB, cambiamos a una u otra. Estos ajustes los hemos visto a menudo y me parece una buena idea.

Sin embargo, hay más malas noticias que buenas. Su play-calling, en general, es bastante inconsistente, a veces brillante y otras veces a la altura de Terry Robiskie… Podemos argumentar, sin temor a equivocarnos, que la lesión de Mariota ha limitado bastante el play-book, pero lo cierto es que en muchas ocasiones hay fallos más allá de la lesión de Mariota: el QB y los WR no están en la misma página, un ataque muy encorsetado y sin ritmo, un juego de carrera gris…

Podríamos tildar todo esto de “growing pains”, pero seguir cometiendo estos fallos en la Week 8 hace tener demasiadas dudas. Es cierto que la ofensiva es muy milimétrica y está basada en un ritmo y una cadencia determinados y conectados entre sí, en lo que se conoce como una “ofensiva progresiva”. Si el footwork de Mariota no está en ritmo, si la OL no aguanta o si los WR se dejan dominar en su ruta y no la corren a la velocidad adecuada, todo se hunde como un castillo de naipes.

Matt LaFleur / apnews.com

Y esto es exactamente lo que nos está pasando. El equipo ha mostrado flashes, con wildcat, no-huddle, y demás, pero falta consistencia. Mucha. Y, desde luego, no hemos entrado en el “club de ofensivas explosivas” ni de lejos. La segunda parte del partido vs Eagles es el único ejemplo que hemos visto del potencial de este ataque, con 17 puntos en 3 posesiones. Por lo demás, estamos hundidos en la parte baja de la NFL.

Somos el peor equipo de la NFL en puntos anotados en la 1ª mitad (35 en 7 partidos, es decir, 5 puntos por primera mitad). Hemos anotado 7 TD ofensivos en 7 partidos, y somos el 30º equipo de la NFL en yardas ofensivas por partido con 280.9 (siendo 30º en pase y 17º en carrera) y también 30º puntos por partido (15.1).
Parte de este problema se debe a que somos el equipo que menos big plays genera, un total de 19 en 7 partidos, los peores de la NFL junto a Bills y Cardinals. De nuevo entra en juego la lesión de Mariota. Contra Chargers, que yo recuerde, solamente lanzamos una vez en profundo.

Otra parte del problema son las dificultades (graves) que tenemos para anotar TD en Red zone, un problema que venimos arrastrando desde el año pasado. Sólo anotamos TD en el 44% de los drives en RZ (7 de 16). En 2016 el porcentaje era del 72%…

Resumen de la cuestión: ¿Son las lesiones una justificación suficiente para el mal rendimiento del ataque? Sin Delanie Walker, con Mariota tocado, con Lewan y Conklin perdiéndose algunos partidos… La respuesta, para mí, es no. En muchas ocasiones nos hemos visto superados y sin saber qué hacer en ataque. Un staff de calidad habría sabido ajustar su gameplan a la situación de lesiones. Nosotros no hemos sabido. Culpar sólo a las lesiones sería demasiado simplista, el staff ofensivo debe replantearse algunas cosas.

Segundo punto del orden del día, apartado uno: el QB.

No hay año que tengamos una temporada tranquila en el puesto de QB. El golpe tardío a Mariota en la Week 1 le produjo un pinzamiento en un nervio del codo que le dejó bastantes secuelas que aún arrastra. Según el mismo ha dicho, atarse los zapatos o arrancar el coche los días inmediatamente posteriores al golpe le era muy difícil. Con ese plan, lanzar un football se antojaba una utopía. La última temporada que el mismo QB fue titular fue todos los partidos fue en 2011, Matt Hasselbeck.

Así que tuvimos que tirar de Gabbert, que cumplió con lo que esperaba de él, manejar al equipo sin errores. Pero su lesión en la Week 3 por conmoción forzó a Mariota a saltar sin estar aún al 100%.

Y quizás por eso, el mejor resumen que podemos hacer de la temporada de Mariota hasta ahora es intermitente. Algunas buenas jugadas, otras malas no por culpa suya y otras malas por su culpa que han acabado costando al equipo puntos e, incluso, algún partido. Sin embargo, mi sensación es que, en general, no ha estado tan cómodo en la nueva ofensiva como se esperaba, quizás, en parte, preocupado por su lesión. Se le ve nervioso en el pocket, sin terminar de ver las cosas claras y con algunos problemas de accuracy.

Gabbert y Mariota / apnews.com

Y como dice LaFleur: “Indecisive equals ineffective”. Si Mariota ha estado inefectivo es porque le he visto, en muchas ocasiones, indeciso y dubitativo. De nuevo, la lesión puede jugar un rol, pero le veo falto de confianza en algunas ocasiones, quizás también falta de confianza en los WR/TE por culpa de sus drops. El trabajo con los WR en pretemporada no está mostrándose, lamentablemente.

Tampoco creo que le estemos usando como prometimos. Hemos cantado menos de la mitad de RPO que el líder de la NFL, vamos a la cola de la NFL en jugadas de play-action (donde Mariota brilló en años anteriores), se está demostrando muy ágil y agresivo en el juego de carrera, pero, salvo algunos QB Sneaks, no sé por qué no cantamos más carreras para él. Somos el segundo equipo de la NFL que menos pases profundos ha lanzado (16, completando 4) y, en general nos limitamos a pases cortos, siendo el 4º equipo de la NFL que lanza los pases más cortos (6.7 yds por aire/pase).

Resumen de la cuestión: Indudablemente la lesión de Mariota ha jugado un rol en su limitada eficacia aérea, pero no entiendo que, en esta situación, el staff ofensivo no haya insistido en su amenaza terrestre, con RPO, play-action, carreras diseñadas,…, hasta que se recupere. Y con la poca ayuda que está teniendo de los WR, sus números son peores de lo que deberían ser.

Segundo punto del orden del día, apartado dos: los RB.

La pareja de RB Henry & Lewis prometía mucho más de lo que está dando. Henry está decepcionando y Lewis está empezando a mostrar muchas más cosas, tanto corriendo como recibiendo y no sería de extrañar que ganara el puesto de titular y un mayor peso en breve. Si se reparten las carreras en base al match-up, podría ser algo distinto, pero si los entrenadores mantienen la línea llevada hasta ahora de ir siempre con la hot-hand, ya sea Henry o Lewis, dando balones al que está en racha para aprovechar el momentum, creo que Dion Lewis tiene bastante más balones por delante.

Creo que en este aspecto el staff ofensivo sí está sabiendo leer el partido, cosa que Mularkey & Robiskie no entendían con Henry y Murray, insistiendo con un Murray lesionado cuando Henry, en ocasiones, estaba rindiendo mucho mejor. Es cierto que la OL no está ayudando demasiado, cosa que trataremos en un próximo apartado, pero ahora mismo Lewis está (muy) por delante de Henry como arma, a todos los niveles (bloqueando, recibiendo, incluso en corto yardaje), en este ataque. Además creo que es un jugador muy inteligente.

El problema de Derrick Henry es que está atascadísimo y probablemente sólo le he visto un buen partido. Si repasamos sus números, no da esta sensación, pues solamente el 8% de sus carreras son para pérdida de yardas (-17 yds.), y de sus 73 carreras positivas, Henry ha logrado 290 yds. (3.97 de media). Unos números consistentes pero donde faltan jugadas explosivas. Además, bloqueando y recibiendo sigue mostrando un nivel bastante pobre.

Lewis y Henry / Nbcsports.com

Dion Lewis, por su parte, ha tenido un 21% de carreras para pérdida de yardas (-27 yds.), pero en sus 53 carreras positivas, ha ganado 304 yds. (5.73). Además, es el segundo jugador con más targets (33) y recepciones (29) del equipo.

También hemos logrado muchas yardas tras contacto, muestra de que la OL no ayuda. Lewis es muy elusivo y en campo abierto gana muchas yardas, pero ese es su problema, que necesita de un hueco para poder ganar yardas, pues su porcentaje de carreras negativas es demasiado elevado. Henry, por su parte, necesita ser más potente en las carreras por el centro, hay veces que le veo dudar o esperar al hueco demasiado y las defensas se le echan encima muy rápido.

Otra que tampoco he entendido es que, con las lesiones, haya costado tanto ver jugadas con 2 RB en el campo. Solamente en los últimos partidos han empezado a aparecer.
Resumen de la cuestión: Las sensaciones son malas, pero, con los números en la mano, no estamos rindiendo tan mal. Si la OL mejorara, los RB están listos para correr.

Segundo punto del orden del día, apartado tres: los WR.

Tildado de “work in progress” al empezar la temporada, estamos en la Week 8 y creo que podemos seguir usando el mismo término porque, lamentablemente, están dejando más dudas que certezas. Las bajas les han forzado a dar un paso adelante que no están dando.

Una de las razones puede ser su falta de experiencia. Sin Walker y tras la marcha de Matthews, sólo teníamos 2 jugadores en el roster con +10 recepciones en varias temporadas, el RB Dion Lewis (36, 32 y 17) y el TE Luke Stocker (16 y 12), lo cual no dice nada bueno de tu cuerpo de WR. Además, todos los WR del equipo juntos sumaban menos partidos (81) que Matthews solo (82), por lo que suplir, de repente, a las dos mejores armas ofensivas del equipo los últimos años era algo que iba a costar.

Pero una cosa es que cueste y otra muy distinta es que no rindan. Ya se mencionó durante la pretemporada, pero a medida que han pasado los partidos se ha confirmado. Los WR no encuentran separación, son incapaces de batir a su hombre en la ruta, ni por agilidad ni por físico. Y ese es un grave problema. Tenemos que ser más físicos. No ganamos balones divididos y los DB rivales suelen sacarnos con demasiada facilidad de nuestra ruta y ganar la posición. No se ataca el balón con la decisión que se debería. Además, somos el 2º equipo de la NFL con más drops, con el 6.3% de los pases soltados.

De acuerdo, somos uno de los mejores en yardas tras recepción (6.6 yac/rec), pero de nada sirve si no podemos atrapar balones de forma consistente o estar abiertos para facilitar las cosas a nuestro QB. Y esta es una de las paradojas más bonitas. Lanzamos (casi) los pases más cortos de media de toda la NFL, somos el segundo equipo que menos lanza en profundo… pero nuestros WR tienen una media de 12.41 yds/rec, que no es nada despreciable. Esto me hace deducir que, cuando los WR logran atrapar el balón, son un grupo peligroso, pero precisamente como son demasiado inconsistentes para estar abiertos o ganar balones disputados, nuestro ataque está naufragando.

Individualmente, Corey Davis ha mostrado flashes de WR#1, pero también ha tenido sombras. Vamos con las luces. Ha liderado al equipo en targets en 5 de los 7 partidos para un total de 56 targets (el doble que Taywan Taylor, el 2º WR en la lista), atrapando 30 balones. Y esta es una de las sombras. En varias ocasiones se le ha visto aún perdido, corriendo una ruta que no era y por ende, Mariota lanzaba a un sitio donde no había nadie. También ha estado muy bien en el run after the catch, con muchas yardas extra y varios placajes rotos, pero, como le pasaba en College, también ha soltado algunos balones sencillos por falta de concentración. Se le ve madera, pero le falta consistencia.

Davis & Taylor / Zimbio.com

Taywan Taylor empezó, sorprendentemente, con un rol muy pequeño en el ataque, cosa que, visto su rendimiento y las declaraciones en pretemporada, no entendíamos. A medida que las semanas pasaban y especial tras el corte de Rishard Matthews, Taylor se convirtió en el WR#2 del equipo y su skill-set comenzó a ser explotado. Pero luego él mismo se ha convertido en su propio enemigo y entre drops y fumbles está desaparecido y perdiendo terreno.

Tajaé Sharpe ha sido el único WR que ha ido a más, aunque, como el resto, no se salva de los drops. Eso sí, se ha convertido, silenciosamente, en el WR clave en 3os Downs que busca Mariota tras la lesión de Walker y está respondiendo. El partido vs. Chargers fue su mejor actuación de la temporada.
Darius Jennings ha rendido muy bien en ST, pero su acción más destacada en ataque se produjo vs. Eagles y, sorpresa, fue un drop garrafal. El puesto de WR#5 ha bailado entre varios nombres sin que ninguno aporte demasiado. No quiero entrar a discutir sobre Nick Williams porque ya no está en el equipo.

Resumen de la cuestión: Agarrarnos a la cuestión de la juventud y la inexperiencia para justificar su pobre rendimiento no es suficiente. Los tres batieron récords en College y aquí parecen estar dando pasos para atrás. Quizás Rob Moore (WR Coach) deba dar alguna explicación al respecto.

Segundo punto del orden del día, apartado cuatro: los TE.

La lesión de Delanie Walker en la Week 1 condicionó al grupo, eso es innegable. Y no sólo porque estaba enchufadísimo y con muchas ganas de afrontar una nueva temporada, sino porque la formación base del equipo es un 12 personnel, es decir, 1 RB, 2 TE y 2 WR. Con Walker y Jonnu en la formación, las defensas tenían el problema de tener dos TE que podían bloquear o recibir indistintamente, por lo que era más complicado adivinar si la jugada era de pase o carrera y habría permitido mucho más juego.

Con la lesión de Walker, hemos perdido un factor muy importante, pues Jonnu no está rindiendo como se esperaba y Stocker, aunque cumple como el que más, es limitado en el juego de pase. Además, Walker dominaba muy bien el centro del campo y las recepciones en tráfico, cosa que, sin él, estamos echando en falta en las situaciones más comprometidas.

Delanie Walker / titansonline.com

Desde su lesión, estos son los números de los TE:
Jonnu Smith: 9 targets, 4 rec. para 32 yds.
Luke Stocker: 7 targets, 5 rec. para 37 yds. y 1 TD
Anthony Firsker (2 partidos): 2 targets, 2 rec. para 25 yds.
Es decir, en 6 partidos, los TE han aportado 11 rec. para 94 yds. y 1 TD. Lamentable. Y eso que Jonnu ha jugado más del 90% de los snaps en ataque desde la lesión de Walker, pero es que su aportación ha sido muy baja.

Buscar las causas de este rendimiento tan pobre es más complicado y es cierto que tampoco me he puesto con ellos tan en serio como con los WR.
Resumen de la cuestión: Sin Delanie, el grupo es un erial. Ayudar a la OL en los bloqueos es lo más destacado, pero en el juego aéreo su contribución es nula.

Segundo punto del orden del día, apartado cinco: la OL.

La OL ha mostrado dos caras muy diferentes esta temporada. La cara buena, en protección de pase. Si exceptuamos la implosión en el partido vs. Baltimore, la OL permitido 11 sacks (9º que menos en NFL) y 21 QB Hits (2º que menos en la NFL), y eso que nos hemos enfrentado a Texans, Jaguars y Eagles, hemos sufrido blitzes en el 27.8% de las jugadas y hemos llegado a jugar con Tyler Marz o Kevin Pamphile como titulares. Así que de nuevo esto nos lleva a la misma y recurrente pregunta. Si la OL está dando tiempo al QB para lanzar, ¿por qué somos 30º en el juego de pase? Creo que la respuesta a esta pregunta ha sido tratada ya.

La cara mala, en bloquear para la carrera. No sé si será la Zone Blocking Scheme que no termina de cuajar, pero lo cierto es que la OL está perdiendo muchas batallas en las trincheras. Falta chispa y ser más físicos y dominantes. Tenemos problemas graves para librarnos de un bloqueo y subir al siguiente nivel. Y ahí está el problema. El primer impulso es bueno, pero no creamos una línea de carrera que el RB pueda golpear.

Por ello, nuestras yardas tras contacto son tan altas, porque las defensas suelen llegar a nuestro RB demasiado cerca de la LOS, concretamente, el primer contacto sucede a 1.9 yds. de la LOS, el 3º peor de la NFL. Y si no somos explosivos en el juego de carrera (hemos tenido problemas incluso en jugadas donde no había muchos hombres en el box) y no logramos separación en el juego aéreo, pues apaga y vámonos. De nuevo podríamos hacer referencia a las bajas (sólo vs. Eagles la OL titular jugó el partido completo), pero creo, otra vez, que sería demasiado simplista. Dije que el ZBS podría costar, pero creo que está empezando a durar demasiado este proceso de adaptación.

Offensive Line / Titansized.com

Individualmente, en algunas ocasiones hemos criticado a Ben Jones (C) por algunos detalles, como que tiende a dejar los snaps en shot-gun algo bajos (aunque parece haberlo ido corrigiendo) o que su rendimiento, aunque sólido, no es especialmente brillante. Sin embargo, su rol en la OL es más importante de lo que parece, y es que, además de llevar 104 partidos consecutivos como titular, es el encargado de cantar y ajustar las protecciones de la OL. En algunos equipos, esta tarea recae en el QB, pero Jones tiene la inteligencia y la capacidad de poder hacerlo él y dejar a Mariota las lecturas exteriores y profundas de los blitzes para ajustar.

Pero la responsabilidad y la ligera mejoría que Jones está teniendo, se hunde con el mal rendimiento de los G. A Josh Kline, en teoría, el ZBS le venía mejor, pero está pasando, para bien o para mal, muy desapercibido. Quinton Spain, por su parte, lo ha pasado algo peor y no está terminando de encontrarle el punto. Lo malo es que cuando ha sido sustituido por Corey Levin, el rendimiento de éste ha sido peor.

Y por fuera, en los Tackles, la pareja Lewan-Conklin ha estado muy tocada. Lewan se perdió un partido y medio por una conmoción, más otro medio partido por una pequeña lesión en el tobillo. Conklin estuvo fuera cuatro partidos hasta que recuperó la forma tras su rotura de ACL. Dennis Kelly, con una enfermedad, ha estado fuera otros tantos partidos. Y Kevin Pamphile y Tayler Marz, por mucho que se hayan dejado todo (y se lo agradecemos), no son más que suplentes de más o menos garantías.
Con todo esto, me sorprende aún más que la OL haya sido tan consistente en proteger al QB (de nuevo obviamos el partido vs. Ravens).

 

Resumen de la cuestión

Mientras que en pass protection apenas nos hemos resentido, en run blocking estamos retrocediendo. El año pasado ya tuvimos algunos problemas, pero este año son más claros. Creo que necesitamos más calidad en el interior de la OL, aunque aquí sí que es cierto que podemos darles el beneficio de la duda ante las lesiones, pues hemos jugado con 6 OL distintas en 7 partidos.

Se levanta la sesión. Receso para comer. Tras la pausa reanudaremos la sesión de control con los puntos del orden del día restantes.