El 28 de Noviembre de 2020 quedará en la memoria de los aficionados de Detroit. En ese día la propietaria Sheila Ford tomó su primera decisión importante dentro de la franquicia. Esta fue el despido del entrenador Matt Patriciay el general manager Bob Quinn.
EL PRINCIPIO
Corre el año 2018 el equipo acaba la temporada con un récord 9-7 pero queda fuera de playoffs tras perder contra Bengalsen la última jornada. El entrenador Jim Caldwell es despedido por no poder dar un salto de calidad al equipo. La franquicia y el general manager Bob Quinn fichan en preseason a Matt Patricia procedente de los New England Patriots y tres anillos en su poder. El nuevo coach trae una filosofía con un esquema defensivo marcado donde prima la presión y no conceder grandes jugadas al contrario. En la rueda de prensa de presentación, la justificación para el despido de Caldwell y el contrato de Patricia fue la necesidad de dar un salto de calidad y aspirar a todo.
El equipo tenia todo para triunfar. Una plantilla con calidad sobre todo defensiva, un ataque fluido y vistoso y unos equipos especiales bastantes buenos. En esa offseason la ilusión se desbordaba por el lago Michigan.
LA REALIDAD
El primer año no fue del todo malo. El equipo se adaptaba al nuevo entrenador y el juego sin ser perfecto era aceptable. Se conseguían victorias a la vez que fracasos absolutos. Ya se veía que el entrenador quería imponer su cultura que traía de Patriots donde el equipo prima más que las estrellas. Bob Quinn creía en él a pies juntillas y realizó los movimientos necesarios para mejorar como el traspaso del safety Diggs.
En el segundo año tras el 6-10 de la temporada anterior se ficharon y draftearon jugadores para seguir mejorando y llevando al equipo a siguiente escalón. El equipo empezó bien y parecía que el año iba a deparar buenas noticias. Tras el bye todo empezó a torcerse, el equipo se desinfló y las lesiones dejaron al equipo desecho. El récord final fue de 3-12-1 y la tercera selección del draft.
Esta temporada 2021 era definitiva para el entrenador, inició el año cuestionado y todas las voces clamaban por su despido. La propietaria Martha Ford dejaba el testigo a su hija Sheila y la responsabilidad de la franquicia. En las jornadas que han trascurrido el equipo no ha mejorado e incluso a empeorado. Todo lo que en 2019 falló se repetía y no había soluciones. Y así tras 2 derrotas incontestables consecutivas donde el equipo hizo el ridículo, nos llevó a un 28 de noviembre donde Sheila Ford tomó su primera gran decisión dentro de la franquicia.
MI OPINIÓN PERSONAL
Como aficionado el proyecto me ilusionó desde el primer día, el equipo tenia calidad y venia un entrenador con fama de gurú defensivo de una franquicia ganadora. Creía firmemente que podíamos volver a playoffs y quizás llevarnos a lo mas alto. Pero todo aquello en lo que creía se iba deshaciendo como un azucarillo y parecía una quimera. A partir del segundo año se vio a un Patricia prepotente intentando imponer sus ideas como si fueran ley y sin tener respuesta a lo que en los partidos iba aconteciendo.
La excusa era las lesiones o que los jugadores querían estar por encima del equipo. Así se deshizo de Slay, nuestro CB estrella, con el beneplácito de Quinn y nos privó a los aficionados de la ilusión que nos hacia ver a Slay y a Okudah juntos. En esta temporada lo único que se ha escuchado en las ruedas de prensa tras las derrotas a sido un único discurso. Este ha sido lo siguiente: «el equipo tiene que jugar mejor, los entrenadores tienen que entrenar mejor y las jugadas tienen que ejecutarse mejor». Repetido como un mantra si dar otras explicaciones y con un Patricia arrogante que no admitía críticas. Cada vez que el equipo defraudaba lo repetía sin cesar pero en el campo no se vio ningún cambio.
La realidad es que el equipo es malo y las estadísticas están ahí. En la parcela que supuestamente dominaba Patricia hemos sido una auténtica decepción. Todo el playbook ha sido previsible y Patricia siempre ha intentado imponer su esquema sin darse cuenta que no funcionaba. Si lo veía no quiso hacer nada actuando con arrogancia y perjudicando al equipo. A mí en cada partido del equipo sentía una decepción enorme viendo al equipo desaprovechado y sin alma. Todo fallaba y no se cambiaba nada. Las dos últimas derrotas fueron especialmente dolorosas.
En ellas la vergüenza viendo al equipo fue enorme. Todo era un despropósito con la defensa desbordada y el ataque inoperante. Desde la banda solo se veía al entrenador con mala cara pero no daba soluciones. El equipo se dejaba llevar sin oponer resistencia y con una desidia impropia de un equipo profesional. Como he dicho anteriormente lo resumo en una palabra: VERGÜENZA.
Creo que el despido ha llegado tarde y el daño esta hecho. Este equipo esta deshecho y este año esta perdido. También pienso que el destino de Quinn estaba atado al del entrenador que eligió y aunque no pienso que haya actuado mal, era inevitable su despido. Sheila ha hecho bien y ha demostrado que la franquicia está por encima de todo. A partir de este 28 de noviembre los Detroit Lions son un poquito más felices.
ONE PRIDE