Hoy me gustaría contaros la historia de un gran seguidor de los Ravens en España. Su nombre es Josue y es de Madrid. He tenido el placer de pasar con él buenos momentos, hablar días y días de los Ravens y haber viajado con él (Entre otros) a Londres a ver a la franquicia de nuestros amores. Su historia es una de esas que te pone los pelos de punta y que sentía la necesidad de que tenía que ver la luz debido a la gran fuerza que demostró Josue durante todos estos años y el grandísimo gesto que tuvieron tanto los Baltimore Ravens como Make a Wish con él. Sin más dilación os dejo la historia de Josue (@Leker13), el gran líder.
Me gustaría, en primer lugar agradecer a Nacho la confianza y apoyo que me ha ofrecido para que escriba este artículo que parte de una historia muy personal.
Aficionándome a los Baltimore Ravens
Mi afición y pasión por los Baltimore Ravens viene debido a que, por problemas de salud, tuve que ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital Johns Hopkins de Baltimore donde me operaron en verano del 2010. Para mi entretenimiento, me hice fan de los Orioles, el equipo de béisbol de Baltimore. A la llegada a esa ciudad americana, mis padres me compraron una camiseta de los Orioles que aún conservo, y me convertí en un fan más. La verdad que no conocía ni las reglas del del béisbol, pero me gustó mucho el deporte, sobre todo ver los homeruns que bateaban los jugadores.
De regreso a España intenté seguir un poco el deporte mediante el canal Sportmanía. También ponían NBA, que seguía ya muy de cerca. Durante un tiempo fue mi canal favorito de televisión. Y de repente, a partir del mes de septiembre, vi que también retransmitían partidos de fútbol americano. Nunca había visto el deporte, pero me llamó mucho la atención. Recuerdo que uno de los primeros partidos que vi era un Ravens vs Steelers. Lo que más me sorprendió, a parte del juego en sí, fue que los comentaristas estaban hablando constantemente de un jugador que estaba lesionado en ese partido. Su nombre era Ray Lewis. A partir de ese momento, empecé a sentir curiosidad, y pude comprobar por sus vídeos de Youtube lo bueno que era. Pero a parte de su gran talento dentro del campo, me sorprendió el poder que tenía para liderar el vestuario con su discurso y su mensaje. Eso es algo que me llamó mucho la atención.
En los siguientes años, me acerqué más a este deporte, a los Baltimore Ravens y a Ray Lewis. Durante la recuperación de mi operación, Ray y sus famosos vídeos motivadores me acompañaron por esa fuerza y energía que transmite. De alguna manera, sentí que Ray Lewis me ayudó personalmente a mi recuperación.
El comienzo de un sueño
Años después, mi madre se enteró de la existencia de una organización, llamada Make A Wish que hace realidad las ilusiones de los niños, hasta los 18 años, que han tenido diferentes enfermedades. Entonces, cuando una persona de Make a Wish me preguntó cuál era mi “ilusión”, no tuve ninguna duda de responder que yo quería conocer a Ray Lewis.
Make A Wish se portó genial y gracias a su apoyo y continuidad, pude conocer a Ray Lewis en diciembre de 2015. Me siento realmente afortunado y agradecido por ello.
Recuerdo perfectamente que estaba desayunando el último lunes de noviembre cuando me llamó mi madre y me comentó que estuviese atento al teléfono ya que me iban a llamar de la “universidad”. Pero.. era una broma. La llamada que recibí era de Make A Wish informándome que el sábado salía nuestro avión hacia Cleveland para conocer a Ray Lewis. Yo estaba contentísimo. En esos días nos reunimos con Make a Wish para explicarnos el programa del viaje.
Ray, en esos momentos, era comentarista de ESPN en los partidos de Monday Night Football, y ese fin de semana jugaban los Ravens en Cleveland. Había llegado el momento de cumplir mi sueño. No sólo iba a conocer a mi ídolo, también iba a un partido de los Ravens e iba a poder conocer a parte de mi equipo. Estuve muy feliz toda esa semana
Make A Wish hace un grandísimo trabajo, y la verdad tienen hasta el más mínimo detalle controlado. Tras un vuelo a Chicago y otro a Cleveland, nos esperó un voluntario en el aeropuerto y un chófer. La aventura comenzaba.
Un sueño hecho realidad
En el hotel nos entregaron el planning que iba a tener en Cleveland esos 4 días y resulta que nuestro hotel también era el mismo hotel donde se iban a alojar los Ravens. Durante mi estancia coincidí con algún que otro jugador en el lobby, e incluso con Ozzie Newsome.
El domingo por la mañana dimos un paseo por Cleveland, es una ciudad muy tranquila. Destacan el museo de rock y los estadios de béisbol, baloncesto y fútbol americano, que están en pleno centro y adornan la ciudad. Iba pasando el tiempo y ya quedaba menos para conocer a jugadores de los Baltimore Ravens.
Para ello nos llevaron a una salita que habían habilitado para la ocasión, y empezaron a venir diferentes trabajadores de ESPN. Primero apareció un productor, luego una guionista, Mike Tirico y por último Jon Gruden. Tengo que confesar que soy bastante extrovertido, y pese a no saber muy bien que comentar con el guionista, nos reímos mucho. Mike Tirico me pareció muy cercano, majísimo, fue con el que más estuve hablando. Gruden también me cayó muy bien. Tenía preparada una gran sorpresa para mí. Sinceramente no se como fue, pero de repente sacó su anillo de campeón con los Bucs y me lo colocó en el dedo. Fue una fantástica experiencia.
Después, vinieron algunos jugadores de los Ravens. El primero en llegar fue Matt Schaub. Flacco se había lesionado la jornada anterior, y Schaub sería nuestro QB para ese partido. Sinceramente, tardé unos segundos en reconocerlo. Los QBs suelen ser altos, pero no esperaba que fuesen tan altos. Estuvimos hablando un rato y me dio unos regalos. Me pareció un tipo majísimo, y le deseé lo mejor para el partido.
La siguiente persona que entró no me costó ni un segundo reconocerle. ¡Era Justin Tucker! Llegó y me saludó con mucho afecto y con uno de sus bailes que tanto le caracterizan. Es igual de majo y simpático que como se le ve en la tele. Le propuse un baile si ganaban los Ravens con un FG suyo.
Por último y en orden de llegada, el coach John Harbaugh. Siempre ha sido un entrenador que me ha gustado y creo que sabe manejar muy bien al vestuario. Después de conversar con él, lo pude ratificar. Es una persona con mucho carisma, muy cercana y eso es fundamental para la confianza de los jugadores. Antes de irse, le dijo a un hombre del staff: ¨Can we get this guy into the locker room tomorrow?¨.
¡Si señores, John Harbaugh me había invitado al vestuario antes del partido!
El día más esperado
Llegó el lunes, el gran día. Os podréis imaginar que se me hizo eterno hasta que dieron las 5 de la tarde y nos vinieron a recoger al hotel. Nos dirigimos directamente al estadio, y eso que quedaban más de tres horas para el comienzo del partido. Tras el control de seguridad, entramos al parking del estadio donde estaban los camiones con el set de ESPN. Y nada más entrar, allí estaba Ray Lewis. Nos dimos un gran abrazo y me quedé sorprendido por imponente físico. Fueron momentos de mucha emoción y de nervios. Y no solo eso, estaban también el resto del equipo de ESPN, incluyendo a Trent Dilfer y a Steve Young.
Estuve un buen rato hablando con Ray. Analizándolo. Algo que destaco es la seguridad física y mental que transmite. Conozco a poca gente que viva con esa energía. Aproveché a hacerle diferentes preguntas y curiosidades que me estuvo respondiendo muy alegremente. Sus palabras y su dedicación a entrenar y mejorar cada día las sigo recordando, y sus ganas de querer cambiar el mundo son muy grandes. También me regaló su libro ¨I Feel Like Going On¨, y recomiendo su lectura. Navegando por esas páginas pude comprender mucho más de su vida y de su dedicación al juego.
Volví a estar con Ray, aunque esta vez ya menos tiempo, en el campo.
Algunos jugadores del equipo contrario le pedían autógrafos y fotos, pero en un momento los rechazó para venir a hablar conmigo. Comentamos algunas cosillas más, sobre todo del partido, y nos despedimos con un gran abrazo. Pero había más sorpresas la noche no iba a acabar aquí!. Vino a acompañarnos Chad Steele (Director de relaciones públicas de los Ravens, también conocido como ¨Guy behind Peyton¨ por sus apariencias en las Super Bowls) y nos llevó al área de los Ravens, donde estuve, con mucho frío, esperando el momento de entrar al vestuario. Y de pronto, me llamó un señor de ESPN México,el periodista John Sutcliffe que me entrevistó en directo para la cadena. Fue algo que no esperaba, y que me hizo muchísima ilusión.
El momento llegó poco antes de las 8, donde nos dirigimos ya camino al vestuario. Tengo que confesaros que los jugadores con esas alturas casi no te llegan a ver y estuve a punto de ser arrollado. Podéis observar lo pequeño que se me ve en la foto.
Ya dentro del vestuario, me sorprendió el silencio que había y la concentración de cada jugador, mirando a la pared con música en sus oídos. Se notaba el compromiso. Me saludaron Schaub y Tucker, también estuve un rato charlando con Harbaugh, pero me quedé más atrás hablando con Chad Steele, que se portó de maravilla en todo momento.
Algo que me llamó también la atención fue lo controlado que tienen todo. Lo tienen todo organizado en una pizarra. A las 8:17, el equipo sale del vestuario. Pero tres minutos antes, a las 8:14, rezan una oración en grupo, dirigida por el pastor del equipo. La oración comenzó pidiendo salud al equipo, dando gracias por la oportunidad de jugar ese partido… En cierto momento escuché como el pastor mencionó mi nombre, contó mi historia y también pidió rezar por mí. Casi lloré de la emoción, fue una sensación inolvidable. Para terminar esta bonita aventura, al hacer el ¨huddle¨ antes de salir, Harbaugh me llevó junto a él. Todavía recuerdo esa sensación de estar en el medio de todos los jugadores, mientras Harbaugh me dedicó unas palabras.
Llegados a este momento, el partido era lo de menos. Me fui con mucho más de lo que jamás me hubiese imaginado. Muchos ex-jugadores o periodistas comentan la grandeza que tienen los Ravens como organización y como equipo en cuanto a sus valores. Lo comenta siempre el propio Ray Lewis y lo experimenté yo también.
La sensación de agradecimiento que tenía era gigante. Sabía que en esta experiencia maravillosa iba a ser un poco el protagonista, que iba a recibir detalles, sorpresas, pero nunca me pude imaginar que me iba a encontrar con personas fantásticas, que hicieron especial cada momento de esa tarde. Una de las trabajadoras de ESPN me dijo que nunca había escuchado a ningún entrenador dejar entrar a alguien ajeno al equipo al vestuario. Harbaugh lo hizo. Por un momento me sentí un Raven más, solo me faltaba el casco. Es ahí con los hechos que os he comentado donde me dí cuenta lo que muchos comentan, que los Baltimore Ravens son una organización única en el mundo del deporte y a la que siempre estaré eternamente agradecido.
Por cierto, el partido lo ganamos, y de qué manera!
Josué