¡Ya está aquí la nueva temporada de football! Llegaron los training camps y los partidos de preseason. Y con ellos, el olor a football se hace más intenso. Los aficionados, algo dormidos desde mayo, empiezan a despertar como osos que salen de la hibernación. Las (malas) noticias corren como la pólvora en Twitter y, lo único que esperamos, es que no le toque (más) a nuestros Seahawks. En definitiva, la rueda de la NFL se ha puesto en marcha y ya no parará hasta después del próximo draft.
Toca, pues, empezar a mirar hacia la próxima temporada y al equipo que están formando Schneider, Carroll y Cía. Hoy pondré el foco en tres aspectos de los Seahawks que me intrigan, me dejan dudas y me dan (mucho) miedo de cara a septiembre. De ellas dependerá, en gran parte, que podamos luchar por entrar en play-offs un año más.
Run game matters
Parece evidente, más con el buen resultado que dio el año pasado, que el ataque de los de Seattle volverá a pasar por correr el balón. Pero, ¿es esto lo correcto? Todos los estudiosos de las analytics dicen, y lo repiten hasta la saciedad, que el juego de pase es mucho más eficiente y que los running backs no importan. Disponemos de uno de los mejores quarterback de la NFL, ¿por qué no darle más el balón a él? En mi opinión, nuestro ataque debería permitir a Wilson más y mejores opciones de pase, pero el peso del juego debe recaer en la carrera. Al menos, mientras esta siga funcionando.
Que la carrera funcione y que consiga recorrer el campo poco a poco, implica que nuestra defensa no está en el campo. ¿Así estará más descansada cuando le toque salir a jugar? Sí, pero más importante aún, si no está en el campo es más difícil que el equipo contrario haga puntos. No nos engañemos, la defensa de Seattle no es lo que era y, cuanto menos tiempo esté en el campo, mejor.
Legion of Boom no more
La secundaria de los Seahawks, en tiempos legendaria, es una de las grandes dudas para este año. El único jugador en el que se puede confiar es en Bradley MacDougal. Jugó un gran año como strong safety en 2018 y, fue un más que digno sustituto de Earl Thomas en el curso 2017, cuando este se lesionó. ¿Cuál será su posición en la próxima campaña? En principio debería repetir con SS, pero no descarto verle de FS si Tedric Thompson sigue siendo el desastre del año pasado. Lo más probable, es que dejemos de ver el esquema típico de Seattle con un solo safety profundo y pasemos a tener esquemas muchos más variados que incluyan 5 o incluso 6 defensive backs.
En los cornerbacks las dudas se multiplican. El mejor el año pasado jugaba en el nickel (Justin Coleman) y ya no está. Para sustituirlo se cuenta con Akeem King o Ugo Amadi. En cualquier caso, la posición es una incógnita y habrá que esperar para resolverla. Las otras dos posiciones de titulares si que parecen tener dueños, pero tampoco es que sea tranquilizador. Shaquill Griffin debe mejorar su nivel si quiere seguir en el equipo dentro de un año. Tre Flowers, que no tuvo un mal año de rookie, debe seguir creciendo para asegurarse su puesto en el equipo. Todo esto hace que Pro Football Focus nos coloque como la secundaria 31 de la liga. ¡Ojalá se equivoquen!
Juventud, divino tesoro
Con gran parte de las leyendas del equipo retiradas o en otros destino, es el momento de que los jóvenes, tanto rookies como sophomores, den un paso adelante. 19 jugadores en total (20 selecciones, pero el QB Alex McGough ya no esta en Seattle) que deberían ser la base para los Seahawks del futuro. Pero, ¿hay verdadero talento?
El año pasado se vieron destellos de algunos de ellos, pero tengo dudas de que ninguno vaya a convertirse (sin contar a Michael Dickson) en un gran jugador dentro de la NFL. Es cierto que los buenos jugadores son muy necesarios para hacer un equipo, pero sin estrellas, y las nuestras empiezan a tener una edad, no se puede competir. Sería hora de que Schneider volviese a acertar con alguna de sus elecciones. Ojalá haya sido esta temporada.
Bonus Track: Enséñame la pasta
Esta parte ya la hemos empezado a ver en esta offseason. De momento, ya se ha pagado a Bobby Wagner y a Russell Wilson, como se merecen. Ahora falta ver qué se hace con el otro jugador diferencial que hay en la plantilla y que está en último año de contrato. La situación de Jarran Reed ha podido cambiar debido a su suspensión de 6 partidos. En mi opinión, se le debería ofrecer un nuevo contrato y debería ser lo antes posible. Si se puede aprovechar la situación para ahorrar algo de dinero, es el momento. Si al final no se le renueva, no entendería haber dejado marchar a Frank Clark.
¡Un mes!
Queda menos de un mes para que arranque la nueva temporada NFL. En estos días, pasarán muchas cosas que despejarán un poco el futuro del equipo y podremos hacernos una idea de qué esperar esta temporada. No va a ser un año sencillo, demasiadas incertidumbres y dudas en el ambiente. Sobre lo que no tengo dudas, es sobre el corazón de este equipo.
Go Hawks!!
David Terrón Robles (@DTerronRobles)